No puedo dejar que el valla, definitivamente, está loco hace rato me agredió y me acuso de mentirosa, de seguro padece de un trastorno bipolar, es autoritario, exagerado y solo cree que por tener ese rostro tan bello y unos ojos tan profundos y..... ¡NO! ¡Basta! Debo alejar esos pensamientos el es un doctor y está decidido a arruinarme la vida.
Llego a la puerta del maestro Javier, toco para poder pasar.
-Sí, ¿Quién es?
-Buenas días maestro, soy Sandra, puedo pasar.
-Adelante, pasa.
La oficina del maestro Javier siempre está un poco desordenado, como siempre debe de estar buscando cursos o conferencia para nuestro beneficio, he hecho un vistazo a su escritorio al parecer está limpio, por lo general siempre está lleno de papeles, las paredes blancos con algunas manchas, la escuela debería de pintarlas giro mi mirada al maestro y me señala una silla delante de él.
-¿Qué pudo hacer por ti?
-Vera maestro, me entere que el Doc. Sebastián vendrá con nosotros al viaje a Navojoa.
-Es cierto, su presencia es para poder resolver algún problema que presente algún alumno.
-Pero maestro, anteriormente hemos viajado sin presencia de un doctor.
-Pero era porque no contábamos con uno.
-Pero maestro, cuáles son esas supuestas situaciones, yo que este enterada nadie presenta ningún padecimiento, por lo que creo y considero incensaría su presencia.
-Sandra, por favor no insistas, el Doctor ira y es mi última palabra.
-¡Maestro!- me exalte tanto que me levante de un salto y tire la silla, pero la adrenalina que sentí se me bajo rápido por lo que m di cuenta de que alcé mi voz demasiado alto, prácticamente le grite al maestro Javier, a mi coordinador, me sentí mal, muy avergonzada.
-¡Sandra! No permito ese comportamiento, te lo explicare por lo que te pido que tomes asiento de nuevo.
-Está bien- Me senté como me lo pidió.
-Veras esta decisión fue tomada debido a que te involucra.
-¿A mí?
-Veras el Doctor Sebastián me llamo y me comunico que hace poco tuviste un desmayo en las escaleras y otro el día de ayer, es a ti a la que se debe de dar prioridad, la verdad no iba a dejarte ir al viaje-Mi cara se puso blanca ante esa noticia pero lo que me dijo después me quito por completo el aliento- Pero él me insistió que te dejara ir y acepte por que vendría para poder ayudarte en algún momento que presentes problemas de salud.
-¿Es cierto?
-No tengo porque mentirte, por favor comprende, es por tu bien.
No lo puedo creer, el apelo para que yo pudiera ir, pero la pregunta es ¿Por qué? Peor un sonido me saca de mis pensamientos, eso es porque alguien toca a la puerta, el maestro lo deja pasar, al voltear veo a ese persona, es el, es el doctor. Veo que me mira un poco sorprendido.
-Disculpe, si está ocupado puedo volver después.
Me levanto y miro al maestro Javier, siento que su mirada esta fija en mi- Maestro, disculpe las molestias, entiendo la situación y estoy de acuerdo con todo lo que me dijo, gracias por su tiempo.- me sentía avergonzada, como una tonta, soy una imbécil no puedo creer que el haya intervenido para que pueda tener permiso para asistir a ese curso ¿Por qué? ¿Por qué?, simplemente no lo entiendo, me dirigía hacia la puerta, pero algo a la distancia se escuchaba algo, unos pasos, me detengo y la persona se detiene a mis espaldas, no hago ni un movimiento y el tampoco, no necesito voltear para saber quién es.
Las únicas personas que se quedarían a mis espaldas serian Cristina y Marcela pero ellas no se detendrían, seguirían caminando y me hablarían y nos iríamos juntas, ya que solo ellas lo hacen, porque para la mayoría o el resto de la escuela a acepción de mis compañeras de grupo, soy invisible, una más del montón pero esta persona no la conozco, no quiero hacerlo, pero es muy misterioso e intrigante.
-¿Qué es lo que desea?- Pregunto con un tono un tanto irritada.
-Quiero explicarte.
-No tiene nada que explicar, todo quedo claro.-Di un paso pero él siguió caminando en mi dirección.
-Por favor espera.
-Disculpe pero tengo un asunto pendiente y debo darme prisa, por favor no me insista y no me siga.
-Pero, es que...
Seguí caminando, llegue a la puerta pero antes de irme lo mire de reojo y lo dije finalmente- Permítame darle las gracias, por permitirme ir al viaje- puede ver su expresión de sorpresa como si mis palabras fueran algo sorprendente y puede notar que trataba de disimular una sonrisa de felicidad, sigo mi camino, no sabía a dónde ir no sabía qué hacer, mi cabeza estaba llena de preguntas sin respuestas. Cuando era la hora de entrar a clases, trate de evitar al Doctor Sebastián, no quería verlo no quería saber nada de él, por el resto del día tuve suficiente de su presencia por el día de hoy.
Subí las escaleras, antes de pasar al salón tenía que ver que el doctor no estuviera ya que su consultorio estaba en el paso para llegar a la sala de cómputo.
Me asomo a su oficina con mucho cuidado, el corazón me late a mil por hora, no quería verlo pero mi acelerado ritmo cardiaco se estabilizo al mirar que no estaba, mi alma vuelve a mi cuerpo, pero era la primera vez que veía su oficina, tenía todo ordenado, totalmente ambientado como un consultorio de hospital, pero mi atención se dirigió a unas fotos del escritorio, una era de su familia, lo que alcance a identificar y la otra estaba de espaldas, seguramente sea la de su novia.
Salí de mis pensamientos y camine hacia el aula de computo, al entrar solo están Cristina y Marcela.
-Hola plebes ¿Qué hacen?
-Hola nada solo chateando- Me contesta Marcela con su habitual sonrisa.
-¿Por qué tan tarde?- Me pregunta Cristina.
-¿Tarde?-Veo la hora en una de las computadoras y son las 11:50 am y según yo entramos a las 12:00 pm- Faltan 10 min.
-Sí, pero quedamos a las 11 am para poder hacer la presentación de la maestra Irma.
Pongo a andar mi cerebro y reacciono inmediatamente-¿Es cierto! ¿Qué vamos a hacer?
-No te exaltes, ya lo hicimos, esto es lo que te toca-Marcela me da las hojas y me indica mi parte.
-Por favor, discúlpenme yo... No sé qué decir.
-No te preocupes, últimamente te hemos visto algo distraída y decidimos hacerlo las dos.-Dice Cristina mirando a Marcela.
-Por lo general eres la que nos estresa para hacer las tareas y los trabajos y se nos hiso extraño que no dijeras nada, no te preocupes, siempre puedes contar con nosotras.
-Gracias.- Llego a ellas y las abrazo y les agradezco su compañerismo, su amistad y apoyo
Cuando terminamos la clase de informática todas nos salimos a la terraza al parecer Silvia quiere decir alfo. Como de costumbre ella antes de hablar se toca el cabello y lo lanza atrás de su hombro, ella es muy bella, de una belleza natural es trabajadora, pero suele ser un poco arrogante, la verdad casi no la conozco mucho, solo trabajamos una vez en equipo y la verdad sentí mucho rechazo de parte de ella hacia mi.
-Plebes el maestro Javier me pidió que les digiera que debemos entregar el dinero del viaje hoy o más tardar mañana o de lo contrario el que no lo entregue no irá-Finaliza pestañeando, me gustan el color de sus ojos son un poco misteriosos que carga algo y le pesa.
A continuación toda hablan de que el viaje será increíble, que ellos podrán sumar más aprendizaje esto último lo dice Yessenia. Todas se alejan y yo me quedo atrás puesto que le mando un mensaje a mi papa para preguntarle si ya tiene el dinero del viaje, pero no veo la respuesta porque alguien me interrumpe.
-¿Vas a ir Sandra?- volteo y veo esos ojos que me persiguen, cuando cierro mis ojos, siento que guarda un gran secreto con solo verlos, no como los de Silvia, sino algo que no 'pude contar- ¿Sandra?- cuando dice mi nombre siento una corriente eléctrica que recorre por mi cuerpo debe ser que siento un desagrado por él.
-Disculpe no me siento muy bien-Mentí no quería que supiera que me distraje al verlo. Pero se acerca a mí y me coloca su mano en mi frente su tique tan gentil que sentí que mis mejillas se enrojecieron.

YOU ARE READING
Duele Amarte
Fiksi RemajaEn la vida siempre encontramos oportunidades para cambiar, para cumplir metas o deseos pero cuando sufrimos por amor por primera vez no nos permitimos el volver a mar, creemos que ese sentimiento jamas lo experimentaremos de nuevo, ponemos barreras...