- Dime que es lo que te pasa.
Sigue dándome la espalda pero no logro entender lo que dice-No sé de qué me habla.
Golpea la mesa de metal de tal forma que el sonido es casi ensordecedor- No mientas, dime ¿Por qué tratas de evitar mis llamas y me ignoras?
Me voltea a ver y veo furia en su mirada, no sé a qué se refiere, ignorar sus llamadas, no hecho tal cosa, al menos que se haya vuelto loco completamente.
-No sé de qué me hablas, y no estoy para escuchar sus incoherencias- Lo miro muy decidida a terminar la discusión aquí.
-No, no te iras hasta que me expliques porque ignoras mis llamadas desde esta mañana.
No lo puedo creer esta así porque no le conteste las llamadas, este tipo está completamente loco-No le conteste las llamadas por que no traigo con migo y además no tengo por qué atender a sus llamados- Salgo hecha una furia de ese consultorio vuelvo a mirar el teléfono de Mora y veo que ya son las 7:05 am la clase de la maestra Alba ya está a punto de comenzar pero soy inmovilizada por detrás- ¿Qué es lo que quieres?
-Dime porque me mientes.
-Yo no le he mentido en nada.
-Claro que sí, dices que no traes tu celular.
-Y es cierto, no lo traigo y ya suélteme que tengo clase.
- Si no lo traes dime que ese so que tienes en la mano.
Veo la mano que me señala con la mirada y es el celular de Mora, es por esto que me acusa de mentirosa si no es mío-Este teléfono no es mío, es de una compañera.
-Crees que me creeré esa mentira, me tomas por un tonto.
Los dos estábamos allí parados observándonos el uno al otro, sentía que su mirada era penetrante como si quiera encontrar algo dentro de mí, como si estuviera buscando, de cierta manera me incomoda, no suelta mi mano pero no me la lastima creo que está intentando controlarse para no lastimarme, pero esta cercanía, esta sensación me recuerda a algo, me acerco más a él para verlo, cuando a lo lejos escuchamos unos pasos nos saca de ese trance, me suelta y recupera la compostura poco a poco.
-Sandra, porque tardas tanto la maestra pregunta por ti.
-Gracias Mora, enseguida voy, lo que pasa es que el doctor me quería hacer unas preguntas pero ya terminamos. Nos vemos después Doctor. Y Mora gracias por prestarme tu celular.
-No es nada, bueno te espero en el salón.
Mora se aleja y nos deja nuevamente solos, empiezo a avanzar poco a poco.
-Espera, quiero....
-No hay necesidad de decir nada, solo dejemos esto como algo que nunca paso y que no vuelva a pasar se lo agradecería mucho. Que tenga un excelente día.
No voltees, no voltees, me repito esta palabra una y otra vez mientras camino hacia el salón, entro y veo que la maestra está colocando el cañón, me alegro que no me perdí la clase, me siento en mi lugar de siempre, saco mis hojas para tomar apuntes, la clase comienza pero lo único que recuerdo es la mirada de ese doctor, esos ojos llenos de desesperación y miedo, porque tenía miedo, acaso era porque no me podía localizar, eso no tiene sentido alguno, no creo que sea solo por eso, cuando medí cuenta la clase se había terminado y la maestra estaba revisando la tarea.
-Sandra, ¿Qué tienes? ¿Te pasa algo?
Al mirar arriba veo que es Isabel, la que está parada enfrente de mi-Perdón que me dices, es que no te escuche.
-¿Qué si tienes algo? Te veo algo preocupada, hay algo en que te pueda ayudar.
-No, no tengo nada... bueno a decir verdad te puedo hacer una pregunta.
-Claro, dime.
-Veras ¿Qué pensarías si un hombre se te presentara con una cara de pocos amigos por que no le contestaste el teléfono? Dime que pensarías.
Isabel se quedó callad por un momento como analizando mi pregunta, no sé qué pensara, me preocupa que su respuesta sea la que yo misma intuyo, no podría sobrellevar esta clase de situaciones.
-Creo que su reacción seria porque está preocupado, por lo general los hombres cuando muestran este grado exaltación es porque temen que algo nos pase, no todos son así solo los que de verdad están interesados más allá de una simple amistad.
-Ya veo-Creo que tiene razón es la misma conclusión a la que llegue yo, pero la pregunta es ¿Por qué?
-¿Por qué la pregunta? Acaso hay alguien que te gusta.
-No, claro que no solo era una pregunta. Que te parece si salimos a tomar un poco de aire la maestra Irma no vendrá.
-Si me parece bien, vamos.
Las dos salimos y llegamos al balcón gracias a dios no hacía mucho calor estaba fresco y era agradable la brisa, las cosas están muy calmadas.
-Y dime que piensas del viaje que aremos a Navojoa.
-Para las conferencias.
-Sí, creo que serán interesantes.
-Yo también pienso lo mismo, creo que serán buenos además vamos a estar allá por unos días, será interesante ver y me agrada más porque la verdad yo casi no salgo de Obregón, ya quiero que sea lunes.-Estábamos a martes y el viaje seria el lunes de la próxima semana se sentía que faltaba una eternidad, pero la espera solo aumenta las ganas de ir.
-Mira allí está el doctor de la escuela.
-Donde.
Veo que camina alrededor del campus, pero parece un poco desorientado como si estuviera confuso, veo que muchas de las alumnas se le acercan y todas le dan algo, debe sentirse alagado de que tantas chicas se figuen en su persona, pero porque a pesar de todo siento una punzada de dolor.
-Ya te enteraste que el vendrá al viaje.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Al parecer es por órdenes del maestro Javier, debido a tu estado, necesitaras que alguien te atienda por si te llega a pasar algo o que te sientas mal.
No, eso no, el no vendrá a este viaje, sobre mi cadáver, le odio por todo lo que me ha hecho, me confisco mi celular, me acuso de mentirosa, de haberlo engañado pero no es cierto, pero esto no se quedara así iré inmediatamente con el maestro Javier a pedir una explicación a todo esto. No me quedare con los brazos cruzados.

YOU ARE READING
Duele Amarte
Teen FictionEn la vida siempre encontramos oportunidades para cambiar, para cumplir metas o deseos pero cuando sufrimos por amor por primera vez no nos permitimos el volver a mar, creemos que ese sentimiento jamas lo experimentaremos de nuevo, ponemos barreras...