Duele Amarte

Duele Amarte capitulo 9

Con cuidado empecé a bajar las escaleras, cundo llegue a la oficina encontré la puerta abierta, era raro que el maestro Javier la tenga abierta, me acerco pero de la nada se escuchó un golpe que viene dentro de la oficina, trato de no hacer ruido al acercarme.

-¿Cómo que se les olvido? Les dije específicamente que le informaran que no podía correr.... Si tú la abras dado de alta, pero tú me pusiste su caso, eso me hace el responsable desde el principio al fin
-¿Qué? ¿Qué es esto? Entonces si tiene que ver con migo este hombre
-No importa cómo me entere.....No, quiero que esto vuelva a pasar....
-No, no puede ser cierto-Me retiro con cuidado para que no me oiga pero es inútil.
-Sandra que haces.
Por mi cuerpo empezó a recorrer un escalofrió, porque había sido atrapada, al dar la vuelta me encuentro a mi maestro Javier con expresión de duda, podía jurar que estaba escuchado sus pensamientos ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estas escuchando detrás de la puerta? Pero al mismo tiempo sabía que la plática que tenia se había terminado y se dirigía al pasillo no solo había sido atrapada por mi maestro sino por ese hombre que tanto me estaba molestando en lo más profundo de mi ser.

-¿Qué pasa aquí?
-Eso es lo que iba a preguntar. ¿Qué pasa Sandra? ¿Por qué estabas espiando en mi oficina?
No ocupaba voltear podía sentir como su cuerpo se tensaba por completo y como su respiración se empezaba a agitar, voltee y para mi sorpresa su rostro es tal y como me lo imagine que seria, serio con la mandíbula tensa no podía pensar en nada para salir de allí tengo que pensar en algo para solucionar las cosas.
-Y bien Sandra que haces aquí.
-Bueno es que venía por el calendario de exámenes, pero como vi la puerta abierta pensé que estaba con alguien y al oír pasos, no quise interrumpirlo por eso es que parecía que estaba espiando, lo cual no es cierto, disculpen si cause algún problema.- Espero que con esto sea suficiente no me gusta mentir y menos al maestro Javier.
-Ya veo, está bien te daré la hoja, pero lo que me sorprendió fue el hecho de que actuaste como si te hubiera atrapado haciendo algo malo.
-No como cree solo era para no molestarlo.
-Bueno y disculpe que lo haya dejado solo doctor, espero que reconsiderando mi propuesta.
Me había olvidado por completo del doctor Gonzales al dirigir mi mirada a él me doy cuento que se ve más relajado, creo que se debe que se creyó mi mentira, eso espero no quiero que piense mal de mí. Pero que estoy diciendo porque me importa lo que piensa de mí.
-No se preocupe Profesor y mencionando su propuesta he tomado una decisión- Mientras decía estas palabras no apartaba su mirada de mi.-He decidido que acepto el trabajar en esta escuela. -¿Qué? ¿Cómo que trabajara aquí? Eso quiere decir que lo veré todos los días en la escuela.
-Muchas gracias, sé que ha tomado la mejor decisión.
El maestro Javier y el doctor Gonzales se estrechan la mano, mi maestro lo invita a la oficina para firmar el contrato, pero le informa que debe de hacer una última llamada y me ha dejado a solas con él, no quiero estar con este hombre por lo que me limito a regresar al salón.
-Acaso crees que te dejare ir así.
-Me detiene con su mano, su mirada es firme y con determinación ¿Qué es lo que querrá esta vez?- No sé qué es lo que me quiere decir y podría soltarme me está lastimando.
-No, porque si te suelto te escaparas y tenemos cosas que arreglar.
-Le repito que no sé de qué me está hablando.
-No me mientas, ¿Qué es lo que escuchaste?
-¿Cómo? A que te re fieres- Trato de hacerme la desentendida para evitar más preguntas.
-No me vengas con tonterías sé que el tiempo que estuvisteis allí me abras escuchado.
Se escuchas pasos a lo lejos y me suelta me sobo mi muñeca y la persona que se acercaba era el maestro Javier.
-Sandra que bueno que no te has ido, ten la hoja de exámenes y ten cuidado al subir las escaleras. Y doctor Gonzales si me acompaña terminaremos de arreglar los asuntos de su contrato.
Los dos se marchaban pero no entro a la oficina después del maestro Javier si no que se me quedo viendo muy serio, no me gusta esa mirada.
-No creas que esto termina aquí, esta conversación la retomaremos en otro momento.
No puedo creerlo que es lo que quiere este hombre, no le daré la satisfacción por que no habrá una próxima vez.