Duele Amarte

Duele Amarte capitulo 4

Me encuentro enfrente de este doctor que enciende en mí una sensación familiar, ante mi pregunta veo que se queda helado y todo su cuerpo se tensa.
-¿Quién es usted? Podría responder a mi pregunta.
-¿Por qué pregunta?
-Por qué usted se me es conocido de alguna parte.
Su rostro cambia rápidamente y se relaja.
-Me habrá visto en el hospital, ya que según su historial ha estado caminado para recuperar la sensibilidad de las piernas.
-Si seguramente es eso-Pero puedo estar segura que es el mismo de aquella noche.
-Bueno entonces la dejo para que descanse.
Se levanta y se retira, no puedo de dejar de darle vueltas al asunto, hay algo en el que me provoca cierta inquietud y provoca que me corazón se acelere que será esta sensación, sacudo mi cabeza para sacer esas ideas. Pasan las horas y me dispongo a leer un libro que mi mamá me trajo pero algo interrumpe mi concentración alguien toca la puerta al voltear me alegro al ver a Nicole y a karina
-Adelante.
-Esperamos no ser inoportunas.
Puedo ver que las dos traen ramos de rosas cada una, ellas siempre tan detallistas.
-No como creen, me gusta mucho su presencia, me gusta que me visiten- Les digo con una sonrisa sé que debieron estar muy preocupadas por mi situación y las dos han sido muy fuertes ente los hechos no lloraron ante mí para no ponerme triste y yo no quiero hacerlo mismo solo me queda más que darles una sonrisa para brindarles algo de alivio y lo puedo ver en sus rostros.
-Y dime Sandra no hay ningún doctor guapo en este hospital al que le hayas echado el ojo.
-Karina, ¿Cómo eres? Y la verdad no, no hay ni uno solo.
-No seas mentirosa, sé que hay uno, lo vi en el recibidor y está bien guapo.-
-Hay Karina no dejas de sorprenderme.
-Sandra dime cuando te darán de alta.-Dice Nicol mientras deja las rosas en un florero.
-Pues el doctor me dijo que estaré en observación esta noche y ya mañana me darán de alta.
Nicol al escucharlo se pone muy feliz que rápidamente corre para darme un abrazo, ella es la que más se preocupa lo puedo ver en su rostro pero eso es lo que más me gusta de ella su sinceridad y cariño, todas mis amigas siempre me demuestran su cariño y ellas siempre lo recibirán de mí, son lo más preciado que tengo y las protegería con mi vida.
Bueno eso fue lo que me trajo aquí en primer lugar, se despiden ya que la hora de las visitas se terminó, mientras las veo retirarse no puedo dejar de pensar que pronto saldré de aquí y volveré a mi vida normal, la escuela y la compañía y presencia de mi familia es lo que más anhelo que nada.
Siempre he sido de sueño ligero, al menor ruido siempre me despierto, en esta ocasión lo que me despierta son unos pasos que escucho afuera de mi habitación, por mi mente pasan muchas cosas de lo que podía pasar, pero no entra, solo se queda allí parado no sé quién sea ya que la puerta está cerrada pero después de un momento puedo escuchar murmullos afuera y en un instante se retira, ¿Quién será esa persona? Será acaso la misma de aquella noche en la que desperté, por más que trato no recuerdo su voz, recuerdo su tacto, su calor pero no su voz.
-¿Acaso te volveré a oír otra vez?