Duele Amarte

Duele Amarte capitulo 6

Las cosas mejoran día a día, ya puedo hacer más movimientos, los dolores se han ido y mi vida en la escuela mejora cada vez, me da alegría saber que mis compañeras siempre están al pendiente de mí, cada vez que me sentía fatigada ellas se preocupaban, ahora sé que están con migo y que mi fuerza ha sido su apoyo.
En el camino a la escuela me encuentro con Silvia y Verónica ellas han sido las más atentas en mi proceso de recuperación.
-¿Cómo te sientes Sandra?
- Ya me siento mejor, gracias por preguntar. Pero dejando ese tema atrás, como han estado ustedes, me entere que ya tienes novio Silva ¿Es cierto?
- Si, la verdad es muy lindo con migo y atento.
-¿Por qué no me habías dicho?
- Porque por lo que te había pasado se me había olvidado.
Silvia checa su reloj y su cara es de sorpresa y nos dice que ya es demasiado tarde y llegaremos tarde a clases por lo que corremos para llegar ellas son más rápidas que yo, debido a que me debo tomar las cosas con calmas aunque ya esté mejor no puedo correr grandes distancias como antes y cundo me doy cuenta ellas ya dieron vuelta por lo que le meto turbo para llegar pero al doblar me topo con alguien, que me sostiene para que no caiga pero esta persona provoca que mi corazón lata rápidamente y al mirar arriba mis ojos se encandilan por la luz y no puedo verlo con claridad. Después de que mis ojos se acostumbran a la luz puedo ver que la persona que me sostiene es el doctor que me atendió en el hospital.
-Está bien.
-Sí, gracias por ayudarme.
-Por un momento parece serio y su cuerpo se relaja pero su forma de reaccionar no es como me la esperaba- No crees que deberías tener más cuidado, recuerda que no llevas mucho tiempo de que saliste del hospital y no estás en condiciones de correr o de hacer cualquier actividad física.
- Su forma de decirme las cosas me desagrada tanto- Gracias por tu preocupación, pero estoy enterada de lo que puedo y no puedo hacer y si me disculpas tengo que ir a clases.
Al entrar al edificio veo que él me sigue, quien se cree que es, él no puede entrar a la escuela, no se permite la entrada a desconocidos. Así que me volteo para que pare de seguirme.
-No crees que estas yendo demasiado lejos, no puedes entrar aquí como si fuera tu casa, esta es una escuela así que la salida está allí.- Le señalo la puerta.
Voltea verme con una sonrisa en su cara me dice- Sé que esta es una escuela pero no vengo a verte ni menos te estoy siguiendo, vengo a ver al Maestro Javier quien es el que me llamo para que viniera y si fueras tan amable me podrías indicar dónde está su oficina.
Con toda la pena del mundo le digo donde está la oficina, después le pido disculpas y me dispongo a subir las escaleras, pero me detiene.
-Crees que puedes subir las esclareas, no tendrás un sobre esfuerzo por qué corriste.
-No me pasara nada, se me hace tarde- Le retiro la mano con brusquedad y nos miramos fijamente. A pesar de que su comportamiento no es como cuando estaba en el hospital el sigue inquietando mi corazón, ¿Por qué el?, ¿Por qué provoca esta sensación en mí?
En ese momento nos interrumpe Melissa- Sandra estas aquí la maestra me pidió que re buscara porque te estabas tardando mucho.
-Volteo a verla- Gracias, vamos entonces, nos vemos después.
-Sebastián, me llamo Sebastián Gonzales Márquez.
-Gracias señor Gonzales.
Mientras subía las escaleras sentía como punzadas en mi pecho, en cada paso me costaba respirar y mis piernas ya no las sentía, nuevamente sentía como todo se ponía negro. Solo escuchaba la voz de Melissa que gritaba y después otra y era la de Sebastián podía sentir como sus manos tomaban mi cuerpo y sentía su fuerte abrazo.