Bellamort:La historia de mi nacimiento

Capitulo 12: Dolor

Cuando llego a la mansión Malfoy, no espero a buscar a  su hermana, simplemente entró. Ya estaban acostumbrados a sus entradas, pero, cuando abrió la puerta, la persona que había en la habitación estuvo a punto de atacarle. Hasta que vio de quien se trataba.

-¿Sabes de hechizos curativos? ¿verdad?

-Si, mi... mi ... mi señor...

-¿Entonces a que esperas?

No lo dudó ni un instante, el hombre se acostó en su cama. Tenia sangre por todo el cuerpo, pero parecía que el problema estaba cerca de la barriga, puesto que Bellatrix tubo que luchar para apartar la mano del lugar.

-¡Déjeme, se esta desangrando, podría morir!

-Morir yo ¡ja! aah...

-Todos morimos, puede que usted sea invencible, pero a la muerte...

-¿Dudas de mi? aah... Date prisa.

-Vulmera Sanebtum

Con un solo movimiento de barita, la sangre  dejo de salir. 

-Que rápida...  Eso no te lo enseñado yo.

Se levantó y la agarro por la cintura. La beso con ansias, le destrozo el vestido y la embistió. Cuando terminó ella quería mucho más.

-No quieres más... -le dijo con voz melosa-vamos...

-No, vete, no quiero más. -la empujó

Sin embargo ella, se acerco y le beso la boca, le beso el cuello y fue bajando lentamente. Cada pocos centímetros alternaba con un mordisco. El ya estaba pensando que iba a llegar abajo, pero al llegar al ombligo paró.

-Bueno si insistes, me iré... -Se alejo para coger su ropa, pero al agacharse, noto como algo entraba en ella.

El le agarró del pelo y la llevo junto a la pared. Ella chillaba pero de placer, odiaba que la gente tratara de engañarla de utilizarla, pero cuando el lo hacia todo era diferente. Su ser se encendía, sentía sus besos, sus caricias y sus movimientos. No podía de parar de sentirlo y cuando llego al orgasmo, solo quería chillar. El aprovecho para ponerle un dedo en la boca y lo lamió. Entonces empezó a gemir y noto como terminaba.

-Ven, debes hacer algo.

-¿Me has llamado por eso?

-¿Tu que crees? ¿Que te he llamado para pasar el rato? Soy Lord Voldemort puedo tener a quien se me antoje y cuando se me antoje. Si me apetece estar con tu hermana, estoy y punto.

Lo que esas simples palabra hicieron es indescriptible. Le dolió y mucho. Sabía que no le amaba, que entre ellos dos no pasaría nunca nada. Pero esperaba que de algún modo le apreciase. Trato de disimularlo pero por segunda vez en muy poco tiempo, lloró. Las lágrimas caían de sus ojos, no podía ver bien, estaba todo borroso, pero escuchaba su risa.
-jajaja... Eso que tienes es solo de las mujeres o solo los débiles. Jajahaha
-Para, por favor... yo... yo...
-¿Tu que? ¿Me amas? Jajaajajaja No hay cosa más despreciable e inútil que el amor.
-Siento decepcionarlo...
-Decepcionarme ¡ja! Ya me lo imaginaba, pero no pensé que te debilitarias tanto.
-No soy débil, soy una bruja fuerte y de sangre pura.
-Bruja... Si de verdad feuras una bruja no te habrías enamorado. Anda, vete... No quiero verte
-Pero...
-¡Nada de peros,  largate! ¡O me las pagarás!
-¿No necesitabas...?
-Un muggle lo haría mejor, ¡fuera!