Capitulo 17: Las montañas

164 10 4
                                    




Hacia mucho frío, la cueva era pequeña y la lluvia entraba fácilmente. Cualquier persona, por pequeña que fuera estaría empapada. Pero nadie se escondía ahí. Igual que esta, había muchas más. Algunas no eran más que un agujero en la roca, otras, escondían todo un mundo subterráneo.

-¿Estas seguro de que esta aquí?- Alguien preguntó

No hubo respuesta. Llevaban varios días buscando, sin resultado. Lo único que encontraban eran ratas. Un de ellas, fue tan escandalosa al verles que temieron que les descubrieran.

Estaban a punto de rendirse, un día más, volverían con las manos vacías. Si tan solo hubieran sido más sigilosos, si tan solo hubieran estado mas atentos. Ahora estarían recibiendo alagos de todos sus compañeros.

Abajo, en un bosque cercano un gran perro husmeaba el aire. Al bajar la mirada, un hombrecito asustado, se encontraba junto a el.

-¿Porque estas tan mojado? Si ya no llueve

-Habían dos de los suyos rondando por aquí.

Sirius lo miro como si estuviera loco.

-¡¿Y sales así?! ¡Sin transformarte! Estas loco.

-He salido trasformado- dijo algo dolido por su desconfianza -Y solo porque me habían visto ¡Como rata!- Se apresuro a decir al ver la cara de su amigo. -Por eso estoy mojado.

Sirius sacudió la cabeza. Peter no tenia porque preocuparse, a no ser que quisieran comérselo. Sin mediar palabra, buscaron el refugio.

-¿Tienes hambre? Anoche cace un conejo y logre asarlo sin hacer humo.

Sirius asintió, tenia mucha hambre y no le haría ascos a un conejo. En silencio, Peter cogió el conejo y un poco de agua para servirlo a su amigo. Quien lo miraba con glotonería.

-Dumbledore me ha dicho que ya ha conseguido la poción matalobos.

Sus palabras sonaron tan de repente que Peter casi tira la comida.

-Eh.. Que no los mata de verdad- bromeó

Peter hizo una mueca que bien podría ser de asco o una sonrisa forzada.

-Lo se -respondió- Es que estoy nervioso...

-¡Aja! Así que es por eso que no vas

-Eh... que... -Peter parecía asustado.

-¿Que si es por eso que no vas a ver a Lily y a James?

Peter trago saliva. Hacía mucho que no iba a visitarlos. Demasiado tiempo. Remus estaba en un asunto importante según Dunbledore, tenia escusa, pero él no. Por ese motivo se había peleado varias veces con Sirius, quien se estaba impacientando.

La verdad, era otra. El joven mago tenia miedo, mucho miedo, pero no era algo que un Griffindor pudiera admitir, menos delante de Sirius.

-Si -mintió- No voy por los nervios. Lily esta a punto de tener al bebe y yo soy un saco de nervios. -Sacudió la cabeza- No. Definitivamente no soy bueno para ella.

Sirius rió con ganas, ante la ocurrencia de su amigo. Ese idiota creía que alejándose le ayudaría, pero a Lily lo que más le ponía nervosa, era no saber de el. Decidido a sacarle de su error. Dejo los restos del conejo y cogió a Peter por el brazo. Para aparecerse.

Un momento después, la pared de esa cueva se derrumbo. Dejando a la vista dos grandes siluetas y su gran decepción. Se había escapado.

La semana Santa me ha dado un respiro y he podido escribir. Quería publicarlo antes, pero repasando los capítulos anteriores. Me he dado cuenta de que hay faltas de ortografía. No es mi punto fuerte. Así que he repasado todo bien, para no tener tantas. Espero que os guste.

Bellamort:La historia de mi nacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora