Hacía sol y las nubes de tormenta se alejaban. Tras varias semanas, Bellatrix pudo robar una varita. Antes de que se percatarán, lo llamó. Al instante de hacerlo, supo que él vendría. Tenía tantas ganas de verlo que todo su ser se puso de acuerdo. De sus entrañas, la magia emanó. Llamándolo así con toda su alma y su ser. ¿Quién se resistiría a una llamada como esa?
Lord Voldemort, él lo hizo. Al principio, no se lo pudo creer. Siempre le castigaba, de una forma otra, siempre para que ella aprendiera. Ella sabía que a él no le agradaba castigarle. Había gastado mucho tiempo y esfuerzo en enseñarle. Ponía lo mejor de ella, pero no era suficiente, nunca estaría a la altura, nunca haría lo necesario para devolvérselo. Por eso, odiaba fallarle.
Los días pasaron, las semanas. Él concertaba reuniones, ella lloraba. Nunca se hubiera imaginado que se acostumbraría a llorar; menos por una persona.
Un día, al despertarse, se encontró en una habitación que no era la suya. Fría, pequeña, con una cama, una mesita y una puerta, sin ventanas, casi sin luz. La trasladaron durante la noche. Seguramente aprovechando su cansancio, o tal vez la habrían hechizado.
Narcisa entró, muy enfadada.
—¿Qué has hecho? ¿Qué hago aquí? Cómo no me saques de aquí ahora mismo... te quedas sin hijo.— Canturreo, al ver entrar a su hermana.
Narcisa la miró con desprecio y suspiro —Ni se te acerques, o te inmovilizo, no tienes varita, por si no te habías dado cuenta—
Bellatrix, se sentó en la cama, exhausta. ¿Cómo había acabado en esta situación?
—Para empezar esto ha sido idea de tu marido, que por cierto se está recuperando. Ya que el Señor Tenebroso se cebó con él. ¡Lo molestaste!—
—¿A ese estúpido?
—Al señor tenebroso. Lo llamaste. ¿O me lo niegas? A partir de ahora te quedas aquí. Te traeré comida y tras esa puerta tienes un baño. — Señaló un punto vacío— Está un poco escondida, pero como tienes tiempo...
Se marchó, pero Bellatrix no intentó salir, le había escuchado hechizar la puerta. Volvió a fijarse donde su hermana había señalado. No veía nada, hasta que se acercó. ¿A eso se le podía llamar baño?
Los días pasaron lentamente y con ellos las semanas, perdió la cuenta enseguida. A veces su hermana venía a visitarla, pero era el elfo quien le traía comida. Por él se enteró de que estaba en la mansión de los Malfoy. De que su marido había estado a punto de morir y que Snape lo ayudo, ahora solo se recuperaba. Lástima, ¡había estado a punto de quedarse viuda!
Sueño
—¿Dónde estabas?— Una voz silbó, fría y aterradora.-Te he llamado... —Intentó moverse, intentó abrir los ojos, pero no podía. Su mundo se derrumbaba.
—¿Qué...?-susurró-No puedo... No, no... puedo...
—Inútil, valla no me digas que el amor, también te debilita así... —Esas palabras provocaron una oleada de dolor, rabia y furia contenida.
—¡No es amor lo que me tiene así!— Ni siquiera enfadada, podía chillar, ni moverse...
—Dime Bellaa... —Susurró al acercarse a su oído— ¿Cuándo te darás por vencida? ¿Cuándo lo arrancarás de tus entrañas? Tú que eras, la más fiel mortifaga, tú que eras, la más temida—
¡LO SABÍA! Se había dado cuenta, él lo había visto. No sabía como jamás pensaba en ello delante de él, jamás. Pero, él era el mago más poderoso en la oclumancia, era Lord Voldemort— No lo arranques, no lo alejes de mí, por favor...
Día a día, la odiaba más. Jamás se lo perdonará, jamás lo hará. Solo podía pensar en cómo poco a poco iba alimentándose de ella, como absorbía parte de su sangre para hacerse más y más fuerte. No podía arrancárselo aún, porque moriría ella en el intento, y no quería morir sin haber obtenido el perdón de su señor, pero en cuanto saliera...
Nunca ha permitido que nadie la aleje de su señor y mucho menos una mocosa o mocoso, no presto mucha atención al médico. Cuando se lo dijo a su hermana emblanqueció. Desde entonces no ha vuelto a visitarla. Cree que también hará lo mismo con el suyo. No se equivocaba. Si fuera por ella, mataría a todos los niños del mundo.
Llamaron a la puerta.
Sonó la voz de Rodulpus —He traído comida—
<<Como siempre que vienes cerdo>> Pensó Bellatrix. Desde que se recuperó lo hacía a menudo. Aunque aún se le veían las cicatrices. Eso le encantó, pero cada día se le notaba menos y ella cada día comía menos. ¿Para qué si tampoco la dejaban salir de ahí?
—Es por tu bien, ya verás que en cuento tengas al bebé, todo cambia— le repetía siempre.
Lo matará y si no será el Señor Tenebroso quien lo haga, pero no le había dicho nada. Así que cada vez que repetía esa frase, sonreía. Estaba tan contento con poder contribuir a la pureza de la sangre con un miembro más.
—Hola, mi amor— Sonreía demasiado. —Te he traído tu comida favorita, macarrones con tomate y ajo.—
—Esa es la comida favorita de tu elfo— Reprimió una arcada. —Y oliéndola... cualquiera diría que te lo has restregado por tu parte favorita de tu cuerpo. —
—¿Pero qué dices?— Movió la cabeza, como quien quiere apartar un pensamiento— Aún recuerdo nuestra primera cita, te veías grandiosa y desde ese día te he admirado.—
—Yo cada día te tengo más asco. Vete a lamerle el culo a otro...
Rodulphus le miró sorprendido y muy dolido. —Cada día eres más estúpida. ¿Te molesta que te haya echado?— Bellatrix lo miró sorprendida— Si lo sé, todos lo saben. Las noticias vuelan, y más aún si es tan evidente. ¡Ya has estado suficiente tiempo sirviéndole, cuando es a mí con quien deberías estar! No sé ni para qué te traigo la comida. Si no fuera por mi hijo...—
—¿Sigues pensando que es tuyo?— río
—Zorra... — Le dijo, mientras le tiraba toda la comida a la cara, no sin antes subirse la túnica y restregarse los espaguetis. Siempre hacía lo posible por sacarle de quicio, aunque fuera inventarse esa clase de idioteces.
Se marchó, sin decir adiós. Se marchó, dando un portazo y sin poner ningún hechizo protector. Pero de esto ninguno se dio cuenta.
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Bellamort:La historia de mi nacimiento
Fanfiction-Todos los personajes son obra de J.K. Rowling- En medio de la primera guerra mágica, uno de los mortifagos comete un error que, para él, será letal. Sin embargo, nadie lo sabe, ni el mismo Sr. Tenebroso, el cual anda más pendiente de castigar a u...