EL VIEJO LIMONERO

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Me siento en la sombra del viejo limonero rodeado de parras, ciruelos, damascos y a mis pies descansa un romero, de fondo se escuchan las canciones de Jean Manuel Serrat. La brisa de la tarde abofetea mi cara. Trato de borrar la imagen de ella, pero mi locura, mi amor por esa mujer me hace esperarla. Todos me dicen que el tiempo pasó, que ya es tarde, que me aferro a una esperanza perdida. Pero quien dice que para el amor hay tiempo, Si tengo amor hay esperanza. Y la esperare todos los días, sentado en la sombra del viejo limonero. Y el olor de sus frutos me traiga su perfume, la brisa de la tarde me traiga sus besos, y las horas que pasan me traigan sus recuerdos y sus sueños, Que fueron nuestros sueños. La esperare cada tarde hasta que el sol se esconda, y aparezca la luna a darme las buenas noches, esa misma luna que bajara a su ventana, le contara que yo aún la espero en esa casa que cobijo nuestro amor. Esa casa de ventanas blancas que aún tienen sus cortinas. Y me encontrara en el viejo limonero, abrazado a su sombra, envuelto en las hojas de parra, en donde plantamos los ciruelos y los damascos, Y en mis pies el romero que envejece conmigo esperando su regreso.

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