Ella no fue capaz de hablarme, me enteraba por otros medios que le sucedía, y así decía que me amaba, ¿eso es amor? amor sin confianza. La espere para que habláramos, un cigarro mientras pasaba la hora. No me di cuenta que la noche avanzaba y de la cajetilla solo me quedaba un cigarro.¡¡Ella llego!!...
—¿Cómo estás? ─le pregunto—. Estaba preocupado.
—Estoy cansada mañana hablamos.
Se va a dormir yo me quedo en la sala esperando un beso o un cariño, mas solo queda el silencio, su cuerpo que se va como el humo del cigarro apagado en el cenicero y una cajetilla vacía como su mirada.
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EL PROSTIBULARIO DE LA VIDA
Short StoryEL PROSTIBULARIO DE LA VIDA En un remolino de ideas revueltas por el rastrojo de historias inverosímiles e inspirado mis letras mezclando palabras vestidas de misterio, terror, horror fantasía, humor y desamor que surgen en una calle clandestina c...