Capitulo 3

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Bueno, aquí estoy, en mi habitación pensando en cómo saber quién es el otro criminal que anda rondando por la ciudad, ni siquiera contare mi día en el instituto ya que fue tan aburrido como siempre.

¡Oh Kate no seas tonta! —viene a mi mente la solución al problema.

Saldré a caminar por ahí a esperar encontrarme con él o ella. Si eso. Me pongo mi típico conjunto negro pero esta vez vario con una camisa blanca que llamará la atención. Guardo el cuchillo en la parte interior de la chaqueta y el celular igual. Son las 9 PM una hora adecuada para encontrar cualquier asesino, acosador, violador o criminal en la calle.

Ya en la calle el aire frio golpea mi cara una y otra vez, ciertamente hace frio y al exhalar por la boca sale una bocanada de vaho. Camino casi por una hora y estoy a punto de regresarme cuando noto que alguien me sigue, volteo un poco y veo una silueta encapuchada, finjo no verlo y sigo.

—Hey niña —sujeta mi brazo.

Por instinto giro estampando un puñetazo en la cara de la silueta, cae al piso y veo su rostro. No es quien busco. ¿Cómo lo sé? Hubiese respondido a mi golpe y este es un simple hombre posiblemente violador.

— ¡Idiota! —lo pateo por las costillas y la entrepierna.

Se levanta y sale corriendo. Imbécil. Entonces me giro pero unos hombres aparecen de la nada.

—Mmm... Hola chicos —sé defenderme pero cuando son 5 a 1 no es muy justo.

Vuelvo a girarme y me choco con otro hombre que ni se mueve por mi tropiezo.

—Hola Kate –dice el hombre que es unos 30 centímetros más alto y obviamente más musculoso que yo.

— ¿Quién eres y como sabes mi nombre? —retrocedo dos pasos.

—Porque en cambio a ti yo si se investigar a otros criminales.

—Eres quién robo el banco ayer.

—El mismo —hace una reverencia.

— ¿Como lo hiciste? Era un banco grande y nadie vio nada.

—Un mago nunca revela sus secretos.

—Pues bien hecho, ahora me voy —trato de pasar por su lado pero me lo impide atravesando su brazo.

—No lo creo, se quién eres y qué haces —me empuja devolviéndome a donde estaba.

— ¿Si?

—Sí, el banco, el hombre en Brighton, la tienda de la décima avenida, todo Kate —repite mi nombre lo que me hace estremecer.

—Has estado leyendo mi historial ¿no?

—Pues si y me gusta, tienes potencial.

— ¿Potencial? —rio.

—Eres atrevida, fría y dura, lo que necesito para mi equipo.

—Ya va, ve más lento.

—Digamos que me dedico a buscar a los mejores criminales del país, ver sus "dones", sus estrategias, sus puntos fuertes, débiles y asociarlos a mí.

—Gracias pero no quiero trabajar para ti, me va bien sola.

—No me importa, como ya dije; tienes potencial, tienes una buena y medida técnica de asalto y asesinato.

—Gracias —eso me enorgullece.

—Te quiero en mi equipo.

—No.

A Bad GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora