Capitulo 26

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Estos últimos días aquí en el apartamento han sido desesperantes para todos. Desde la matanza en la residencia, Dominic no nos ha dejado salir para divertirnos, ya que considera que estaríamos arriesgándonos. Sinceramente no sé a qué se debe esa preocupación, ya que nadie nunca nos ha visto, bueno, o al menos eso creo.

Convivir con las personas no es un don en mi caso, prefiero torturarlas o matarlas, así que imagínense lo odioso que es estar 24 horas conviviendo con criminales, ciertamente Hana, Kim y Dominic son lo más parecidos a "amigos" que tengo aquí pero eso no quita el hecho de que me aburro un montón.

Tocan la puerta y me pongo de pie a abrirla.

—Hola Hana.

—Tenemos un problema.

— ¿Qué pasa?

—El primer equipo tuvo problemas con la extracción de los empleados y al parecer uno se escapó.

Enseguida salgo de la habitación en busca de Dominic.

—Dominic, Hana me dijo.

—Bien, ve con el equipo de Sam, Harry y Trent, ustedes ayudaran a Hunter, Jake y Cara a encontrar al idiota ese.

—De acuerdo.

Regreso a mi habitación y me alisto con la escopeta y un juego de cuchillos. Bajo al comedor donde mi equipo me espera.

— ¿Cuál es el plan?

—Ok, ellos están en el bosque Davidson, a 10 kilómetros de aquí, están haciendo recorrido de perímetro de este a oeste pero aun no lo encuentran, así que nosotros haremos el recorrido de oeste a este, así lo acorralaremos —habla Sam.

—Bien.

— ¿Todos listos?

—Sí.

—Entonces vámonos.

Dejamos el apartamento y subimos al auto de Harry quién nos lleva al inicio del bosque.

—Kate, bájate aquí y ve hacia el este, trabajaremos divididos.

— ¿Cómo me comunicaré con ustedes?

—Con esto, mantenlo encendido todo el rato —me pasa un audífono de bolita igual al que usé antes.

—Ok ¿Qué hago cuando si lo encuentro?

—Noquéalo y te pasaremos buscando.

—Bien.

—Suerte y cuidado.

El auto arranca dejándome totalmente sola. Emprendo mi búsqueda atravesando el frondoso bosque.

—Genial Kate, mira lo que te pasa por querer ayudar —comienzo a quejarme en cuanto me aburro—. Para la próxima dejo que Dominic se encargue el mismo.

Una hora pasa y los pies comienzan a dolerme así que decido sentarme por unos minutos. Saco mi celular y entro en la agenda de contactos, bajo pasando varios números hasta llegar a "Mamá". Vacilo un poco al tocar el botón de llamada pero finalmente lo hago.
Primer repique, segundo repique, tercer repique.

—Esto es una mala idea...

— ¿Alo? ¿Kate? —contesta la dulce voz de mi mamá.

—Hola, mamá.

—Oh Dios eres tú.

—Sip.

— ¿Cómo has estado? Hace tanto que no sé de ti.

A Bad GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora