17. "Qué vida la mía" Reik

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《Larce》

— ¿ya llegaron los nuevos vecinos? —preguntó Lucas a su padre mientras este revisaba unos papeles en su escritorio.

—No lo sé, supongo —dijo Christopher Friar sin levantar la mirada de los papeles.

—Deberíamos ir y ayudarlos con la mudanza —dijo Lucas tratando de persuadir a su padre para que se levantara de ese escritorio y le prestara atención.

—no puedo tengo trabajo —dijo Christopher mirando por primera vez a su hijo —y tu deberías estar haciendo tus deberes.

—Ya los terminé papá —dijo Lucas con sus manos en los bolsillos y su padre achinó los ojos no creyendo que fuera verdad.

—Entonces practica un poco de deporte, te vendría bien —dijo Christopher tratando de convencer —no pierdas el tiempo en los demás hijo.

—no es perder el tiempo, el colaborar —dijo Lucas poniéndose un poco triste, sintió que cuando su padre dijo eso trataba de decir que no perdería tiempo en él.

—Si así es como lo llamas, bien puedes hacerlo —dijo Christopher regresando la mirada a sus papeles —ve a colaborarles a los nuevos vecinos mientras yo me colaboro revisando estos documentos.

Lucas salió del mini despacho de su padre e hizo caso a lo que este le dijo que hiciera, salió de la casa y cuando iba acercándose a la casa en la que estaba ocurriendo la mudanza la vio.

El rubio regresó corriendo a su casa y cuando llegó un poco cansado, vio que su padre iba saliendo de la cocina con un vaso de agua.

—veo que decidiste hacerme caso y no perder el tiempo "colaborando" —dijo Christopher haciendo comillas al pronunciar la última palabra —me alegro, mejor ve y haz algo productivo.

Y con esa última oración regresó a su despacho, Lucas decidió subir a su habitación y se asomó por la ventana sin salir a su balcón, desde ahí podía ver perfectamente la mudanza y podía verla. El rubio no sabía que era lo que estaba sintiendo, solo sabía que estaba empezando a creer en el amor a primera vista.

Me despierto en la mañana, para verte pasar,

Y tenerte en mi mente por el resto del día...
Qué vida, la mía...
Aun no se tu nombre y ya eres dueña de mí,
Y me paso todo el día imaginando tu risa...
Qué vida, la mía...

— ¿y cómo es? —preguntó Zay entusiasmado de ver a su mejor amigo sonriendo tanto.

—Ella es hermosa, solo puedo decirte eso —dijo Lucas con una gran sonrisa.

— ¿ya has hablado con ellas? —preguntó Farkle curioso por cómo Lucas estaba llevando la situación de su enamoramiento.

—No he podido —dijo Lucas y todos fruncieron el ceño confundidos —ella se va muy temprano en la mañana, apenas y despierto para verla caminando a la estación del metro y en la noche también llega un poco tarde, cuando todas las luces de mi casa están apagadas.

—Adivino —dijo Isadora sonriendo a Lucas —tú te quedas despierto hasta tarde para ver que ella llegue sana y salva a su casa.

—eh... no... —dijo el rubio sonrojándose un poco y ocultando el rostro.

—Owww —dijo Maya acercándose a Lucas, levantándole el rostro y agarrándole un cachete —Huckleberry se sonrojó —todos rieron un poco —creo que de verdad le gusta la nueva vecina al vaquero.

—sí, creo que es amor a primera vista —dijo Lucas mirando a su mejor amiga, pero ella borró su sonrisa.

—Gahg, amor —dijo Maya como si fuera a vomitar y todos sus amigos rieron —bueno, no importa, sabes que si necesitas algo, estaré aquí para ayudarte Huckleberry.

One-Shots 《Girl Meets World》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora