A new chance at life

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Tres horas más tarde llegaron sus tíos. Jared estaba fuera intentando tranquilizarse, Ellis estaba caminando por todo el hospital intentando averiguar dónde estaba su prima.

Preocupados, entraron mirando a todas partes. Vieron a una enfermera:

-Disculpe, ¿dónde está Maggie Bowman? -preguntó su tía.

-Lo siento, no sé quién es.

-Una chica de pelo blanco que ha venido en ambulancia hace unas horas -dijo su tío.

-Ahhhh... sí... está en la 106 -respondió la enfermera- pero no pueden pasar hasta mañana, váyanse a casa y descansen.

Los tíos y Ellis se marcharon pero Jared se quedó allí hasta la mañana siguiente. En cuanto pudo, entró a verla. Ella estaba despierta:

-¿Qué hago aquí? -preguntó Maggie.

-Te traje yo, te encontré en la bañera, habías intentado suicidarte -dijo él sentándose.

-Nadie te pidió que me ayudaras- dijo ella girando la cabeza hacia el otro lado.

-Tú en el fondo pedías a gritos ayuda, yo solo he acudido para dártela.

-¿Por qué acudiste tú en mi "ayuda", si tanto me odiabas?

-Porque te quiero, me da igual lo que pasara en aquella fiesta, fue un error dejarte. Decaí por ti, porque te quería y lo ocultaba bajo el odio. Tú siempre serás la luz que ilumine mi oscuridad y quiero ser yo también tu luz -dijo cogiéndole de la mano.

Ella le miró emocionada:

-¿Ves esto? -dijo Jared arremangándola y viendo sus cortes- quiero que se quedé en unas cicatrices, quiero que no lo vuelvas ha hacer y que cada vez que las mires veas que eres fuerte y lograste salir de este agujero.

Maggie comenzó a llorar y se limpió las lágrimas pero Jared le apartó las mano para que no lo hiciera:

-Déjalas salir porque en cada lágrima se escapa un poco de tu dolor, deja que se vaya -dijo él.

Jared la acompañó cada día que estuvo ingresada.


Tiempo más tarde, Maggie volvió al instituto. Todos hablaban acerca del vídeo que publicó antes de intentar suicidarse. Fueron apiadándose de ella por lo ocurrido, Jared explicó la verdad sobre el beso con Dionne, pero aún había un pequeño grupo que continuaba con los insultos, a pesar de que Maggie volvía a ser la de antes pero con más seguridad en si misma. 

Jared y Maggie empezaron siendo amigos de nuevo, tras el sufrimiento por el que habían pasado aún no estaban listos para algo más.

Un día, Maggie fue al instituto, parecía un día normal pero de pronto, en el laboratorio se sentó a su lado Alyssa:

-Maggie... lo siento...

Maggie la ignoró. Fue su mejor amiga pero tras abandonarla por Dionne y por un estúpido vídeo... :

-Comprendo que estés enfadada, no te apoyé, sabía la verdad y no la dije mientras veía como te hacían sufrir. Fui una mala amiga y no merezco tu amistad, pero por si sirve ahora de algo... te pido perdón.

Maggie la escuchaba pero seguía sin mirarla. Alyssa, al ver lo furiosa que estaba con ella, cogió su mochila de la mesa:

-Bueno... era solo eso... adiós -dijo marchándose.

-Espera -dijo Maggie levantándose.

Alyssa se giró:

-Es cierto que fuiste una mala amiga pero si algo he aprendido en todo este tiempo ha sido saber perdonar, aunque me hayan hecho mucho daño, aunque sean las personas más ruines... tengo suficiente corazón como para perdonarles. Te perdonó.

-¿Enserio? gracias Maggie -dijo Alyssa abrazándola.

-Te perdono pero no puedo volver a ser tu mejor amiga, una simple amiga sí pero tras ver como huyes de los problemas, prefiero tener otro tipo de mejor amiga.

-Me sirve con una simple amistad -respondió ella.

Apareció Dionne, todos la odiaban por la gran mentira que difundió:

-Uuuu... vete... -decía la clase.

-¡Mentirosa!

Le comenzaron a insultar, ella se puso sola con la cabeza baja.

En otros tiempos, Maggie hubiera hecho algo para parar los abucheos, pero Dionne fue la principal causa de sus insultos, se lo había buscado ella sola.

Cuando llegó a casa, vio unas cartas en el buzón, entre ellas una de la cárcel. Curiosa por saber que era, la abrió. Resultó ser una carta de su padre:

     _Hola Maggie:

Espero que aceptes esta carta, me ha costado mucho encontrar las palabras para decirte lo que te voy a decir.

Lo siento, siento haberte golpeado todas esas veces, siento haberte insultado y sobre todo, siento haber matado a tu madre.

No te la puedo devolver pero ahora estoy pagando por lo que hice.

Comprendo si me odias, si no me quieres pero recuerda que yo siempre seré tu padre y te querré cada día de mi vida.

Dale recuerdos a Rachell, a tu tía Violett, a tu tío Phillipe y a Ellis.

Espero que algún día me logres perdonar.

Hasta pronto, gorrioncillo_

Maggie comenzó a llorar y rompió la carta en mil pedazos. Comenzó a andar de un lado a otro, miró el papel roto y lo recogió intentando recomponerlo.

No logró unirlo y lo dejó caer, mientras se levantaba.

Los recuerdos le iban y venían, el dolor regresaba... fue al baño y cogió de nuevo la cuchilla, se arremangó y vio sus últimas cicatrices, aquellas cicatrices del hospital. A su mente vinieron las palabras de Jared:

_¿Ves esto? Quiero  que se queden en unas cicatrices, quiero que no  lo vuelvas ha hacer y que cada vez que las mires veas que eres fuerte y que lograste salir de este agujero

Agachó la cabeza y lanzó la cuchilla contra el lavabo. Apoyó sus mano en la pila y se miró al espejo. Se quitó con la mano el maquillaje corrido, levantó bien alto la cabeza y puso sus manos en la cadera:

-Soy fuerte -se dijo cara al espejo.


Against loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora