I need you next to me

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Charlie, al ver que Beth se iba furiosa, decidió subir para saber lo ocurrido. Arriba, se encontró a Jared sentado en la cama, con los codos sobre las rodillas y ocultando su cara entre sus manos:

-¿Qué ha pasado? -le preguntó su amigo.

-Nada... simplemente no comprende que solo hay una chica a la que deseo.

Charlie se sentó a su lado:

-Comprendo que la quieras, llevabas mucho detrás de ella y lograste tenerla pero ahora que la has perdido... pues... joder... duele, pero no puedes estar toda la vida en el mismo bucle, sin seguir adelante... debes olvidarle, vendrán otras mejores...

-O a lo mejor peores.

-Sí, o a lo mejor peores... pero solo lo podrás saber si consigues continuar. Me duele verte así, tanto mundo hay fuera y tu te estás quedando en tu mundo interior, sal, sigue adelante, ves con otras chicas, no solo está ella -dijo Charlie.

-Tienes razón, pero cada vez que intentó superarlo, me encuentro con ella y no soy capaz... -dijo Jared.

-Bueno... pues si tanto la quieres, no te quedes de brazos cruzados, haz algo para recuperarla -le aconsejó Charlie.

-¡Tienes razón! -exclamó Jared levantándose- Pero... ya tiene otro chico.

-¿Y qué? si la enamoraste una vez, lo conseguirás una segunda. Si el otro chico se interpone en tu camino, pues... apártalo.

-Gracias Charlie -dijo Jared chocándole la mano.

Jared se fue de la fiesta, corrió hacia casa de Maggie. Le declararía su amor, para que viera que la ama y que nunca la había olvidado.

Se paró frente a su ventana, vio la luz apagada pero no le importó. Cogió pequeñas piedras y las lanzó contra el cristal.

Maggie escuchaba los golpecitos y se despertó. Se asomó a la ventana, al ver a Jared, la abrió extrañada:

-¿Qué haces tú aquí? -preguntó Maggie.

-Vengo a decirte que te amo, eres lo más importante para mi y que aunque no estemos juntos te sigo queriendo, te añoro, echo de menos tu calor...

-¿A qué viene ahora esto? -preguntó confusa.

-Si lo retengo más, acabaré loco.

-¿No lo has superado aun? Por favor...

-No, no lo he superado ni lo superaré. Tú aun no lo sabes pero yo soy la persona con la que debes estar toda la vida, el destino nos unió por algo.

-Por favor... Jared... déjalo...

-No voy a tirar la toalla, presiento que tú eres la elegida y eso nunca lo he sentido con otra. No descansaré hasta lograr tenerte de nuevo -insistió Jared.

A Maggie le iba conmocionando cada una de sus palabras, se le partía el alma:

-Yo... -intentó decir ella.

-No... no digas nada, tu silencio me hace creer que piensas en lo que te digo, me hace creer que tienes aun la duda de si me amas.

Jared se subió al árbol y se quedó colgando de la rama sujetándose de sus fuertes brazos. Se arrimó un poco a la ventana e intentó besarle.

Ella le iba a besar pero la cara de Jared se transformó en la de Travis, que ese mismo día había escalado ese árbol. Comenzó a confundirse, los sentimientos que tenía por los dos se empezaron a mezclar, lo que hizo apartarse.

Jared se quedó confuso, había pensado que ella comenzaba a volver a quererle, que con aquellas palabras le había hecho entrar en razón, pero cuando se apartó... :

-Vaya... pensé que... bueno... -dijo él.

Se soltó de la rama y bajó al suelo:

-Bueno... ya nos veremos... -dijo yéndose decepcionado.

Maggie se quedó mirándole desde el alfeizar de la ventana. Aquella noche había encontrado dos cosas que daba por perdidas, esa dichosa canción y el amor hacia Jared.

Todos los motivos por los cuales cortó con él, se esfumaron y las razones por las cuales se enamoró de él, regresaron.

Le iba ser imposible dormirse, se quedó en vela nadando entre sus pensamientos. ¿Qué era realmente lo que sentía por Travis? ¿porqué había sentido el impulso de besar a Jared? ¿se estaría volviendo a enamorar de él? ¿tal vez de Travis? ¿ a lo mejor de los dos? Eran muchas preguntas y las soluciones solo las podía averiguar ella pero no las encontraba. Estaba hecha un lío.

Había hecho un nudo complicado de desatar pero tenía que encontrar la manera de resolverlo.

Se quedó la noche entera dándole vueltas, a la mañana siguiente decidió llamar a Travis:

-Hola Maggie -le dijo él por teléfono.

-Hola Travis, la he encontrado ¿quieres venir y oírla?

-Me encantaría, ahora mismo voy para allá.

Colgó y a los 10 minutos apareció. Subieron a su habitación, no había nadie en casa:

-Seguro que es estupenda -dijo él sentándose en su cama.

Maggie estiró los dedos y se sentó frente al piano. Dejó que sus dedos recorrieran el teclado saltando de tecla en tecla, sentía cada nota que tocaba y le hacía tener recuerdos de todo lo que había vivido en su vida. Desde su infancia hasta lo ocurrido la noche anterior con Jared, todo lo sucedido entre esos hechos lo había recogido en aquella perfecta armonía.

Travis se emocionaba con la canción, ahora la entendía, él también se imaginaba la vida de Maggie, le hacía sentirlo que ella sentía.

La gente se volvía a preguntar de dónde procedía, les tenía embelesados aquel solo de piano.

Terminó su obra maestra y Travis le aplaudió con fuerza. Maggie se levantó alegre:

-Ha sido magnífico, una obra que ni el mismo Mozart habría creado.

Maggie se quedó en silencio mirando los preciosos ojos oscuros de Travis:

-Emmm... ¿sabes? tú me diste la inspiración necesaria.

-¿Enserio?

-Sí,  me diste esa chispa... y no solo me la has dado para la canción sino para continuar hacia adelante, cuando rompí con Jared me sentí vacía por dentro y entonces te conocí a ti...y volví a sentirme repleta, con un motivo para sonreír.

Travis la miró dulcemente, miró como la luz que entraba por la ventana iluminaba cada blanquecino cabello de su melena, se acercó lentamente a ella. Puso su mano tras su cuello y la acercó para sellar sus labios con un beso.

Against loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora