Against love

End of summer

Con el pasar de los días, la herida abierta que dejó Jared se fue cerrando, gracias al tiempo y al transcurrir de los días junto a Travis.

Acerca de Dwight no sabía gran cosa, lo veía de vez en cuando en las clases de ballet de su hermana y él le hablaba frecuentemente por mensajes, pero ella ni le respondía ni le prestaba atención. El haberse enamorado de dos chicos antes le dio una valiosa elección : "Decídete por uno o ese uno se irá solo". No quería añadir otro más, a lo mejor Dwight simplemente quería su amistad pero así empezó Travis  y acabaron enamorándose.

En las clases de ballet de su hermana había conocido a una chica, muy simpática y agradable. Se llamaba Eleine Vance y se había convertido en una buena amiga suya. Era incluso mejor que Alyssa, en ella se podía confiar, le era sincera tanto para lo bueno como para lo malo y a pesar de ello no se enfadaban, por que la sinceridad era lo que buscaba Maggie.

Eleine se acabó enterando de los líos en los que estuvo metida Maggie, desde el comienzo hasta los días actuales. Ella se sorprendían por que la vida de Maggie eran alti-bajos, líos, problemas sin cesar... aventuras e historias de enredos, amor, mentiras, etc. A Eleine no le había sucedido gran cosa a lo largo de su vida y escuchar odiseas como esas...

Todo parecía ir de nuevo sobre ruedas, Maggie era feliz, su único amor ahora era Travis, tenía una gran amiga, su primo la visitaba con frecuencia... la vida normal que tanto ansiaba Maggie.

Una noche, Eleine y Maggie estaban sentadas en el césped de un gran parque de la ciudad, en la tranquilidad del silencio se escuchaban las relajadas conversaciones en voz baja de estas dos amigas. Eleine, curiosa preguntó:

-¿Por qué te gusta Travis? es un pandillero, rebelde, ladrón... ¿por qué él?

-No lo sé... yo siempre había detestado a las personas así, yo pienso que no llegarán a ser gran cosa si continúan por un camino tan oscuro como ese, pero Travis.. .ese chico rebelde ha perforado mi corazón y se ha hecho un cobijo en él. Es distinto al resto -contestó Maggie.

-¿En qué es distinto? -preguntó Eleine extrañada.

-En que él me quiere, atravesaría llamas para verme, se preocupa por mi.

-¿Y quién no te quiere? -preguntó sarcástica.

-Mucha gente, Eleine, demasiadas personas me odian y no sabes a que punto pueden llegar a dañar a una persona.

-Pero tú eres fuerte.

-Pero hasta el espíritu con mayor fortaleza acaba cayendo, a veces encuentra un motivo por el cual levantarse  y otras... se queda en el suelo. Por suerte yo encontré ese motivo pero no siempre es el mismo motivo, a lo largo de tu vida puede cambiar. Sé que es un poco complicado de entender -dijo mirando las estrellas.

Eleine miró el cielo junto a ella.

-¿Alguna vez te has parado a pensar lo pequeños que somos a comparación del mundo y del universo? Nos creemos grandes pero cuando somos conscientes de nuestro alrededor y de la inmensidad de todo... -dijo Eleine.

-Sí, muchas veces paro a pensar en ello y en otras muchas preguntas, como ¿cuál es el propósito de la vida? ¿por qué hay que vivir alegrías, sufrimientos, pérdidas y ganancias si al final morimos todos igual, sin nada y sin ningún sentimiento? -dijo Maggie.

-Pero piénsalo bien ¿todo ese trayecto hasta la muerte te gustaría hacerlo sola? ¿sin nadie, sin nada? yo agradezco hacer este camino con todo lo que tengo -dijo Eleine.

 -Nunca lo había pensado...

-¿Y si nunca hubieras conocido a la gente que conoces? -preguntó Eleine.

-Mi vida... estaría vacía -dijo susurrando- Toda las personas que conozco me hacen sentirme llena.

Más tarde, la conversación fue avanzando y esas reflexiones se convirtieron en risas y carcajadas.

El verano se acababa... todo lo ocurrido quedaba atrás, perdido en la mente de Maggie. Ella avanzaba y con cada paso se acercaba a su futuro.

Llegó una mañana a su casa, al abrir la puerta vio una carta sobre la mesa. Extrañada, dejó sus llaves sobre el recibidor y se acercó lentamente a ella.

Tomó la carta entre sus mano y se sorprendió al ver que era de Stanford, la universidad de sus sueños, de aquella que se había olvidado por completo. Giró la carta y poco a poco abrió el sobre. Estaba nerviosa, esa carta le guiaría en su camino hacia un futuro. Desplegó la carta y la leyó temblando. Llegando al final del escrito, tuvo que sentarse en la silla, dejó caer la carta al suelo y agachó la cabeza suspirando.

Ellis bajaba por las escaleras con algunas cosas que aun quedaban en su habitación para pasarlas a su nuevo piso:

-Maggie... ¿estás bien? -dijo dejando las cosas sobre la mesa.

Se acercó a su prima y vio la carta en el suelo, se agachó y la cogió. Preocupado por la reacción de Maggie, comenzó a leerla pero antes de llegar al final de la carta le dijo Maggie con un hilo de voz:

-Me han aceptado.