Against love

She is dead

Jared y Maggie decidieron quedar fuera del instituto para dar un paseo.

Maggie estuvo esperando a Jared durante dos horas, pero él no apareció por el parque. Cansada de esperar y furiosa pensando que se había olvidado, cogió su chaqueta del banco. Cuando se disponía a salir del parque, vio a Jared llegar. Andaba encorvado, agarrándose el abdomen, estaba magullado. Corriendo se acercó a él y lo sujetó:

-¿Qué a ocurrido? -preguntó asustada.

-Ellos... -intentó decir con un hilo de voz.

Maggie se lo llevó a su casa aprovechando que su padre no estaba y que su madre se había ido con Rachell. Cogió unos paños, agua y un botiquín. Jared se sentó en el sofá, Maggie le levantó la camiseta al ver que se agarraba el abdomen. Para su sorpresa, Jared tenía un corte, poco profundo pero sangraba.

Poco a poco fue limpiando las heridas y con una gasa fue desinfectándolas, Jared se quejaba:

-¿Cómo sabes hacer esto? -preguntó entre quejidos.

-Muchas noches tengo que curar a mi madre.

-¿A tu madre? ¡Dios! ¡no me digas que tu padre.... -dijo exaltado.

Ella no respondió:

-Debe de ser duro para ti -dijo Jared.

-No hablemos de mi ¿cómo te has hecho esto?

-Mi banda...

-¡¿Tu banda?! ¡¿porqué?! -preguntó Maggie preocupada.

-Notaron que iba mucho contigo, a ellos no les caes bien, te ven como una niña de papa, inocente y buena, ellos quieren alguien...bueno...como nosotros, problemáticos, presumidos y chulos. Me dieron a elegir entre ellos o tú.

-¡Oh! Jared... no debiste...no eres un chulo...tú... -dijo Maggie.

-Sí que lo soy, voy sacando pecho y buscando pelea. Ya no quiero esa vida y si seguía con ellos estaría así mientras que contigo... tú me haces ser diferente, me siento bien cuando estoy a tu lado, eres toda la familia que tengo -respondió Jared.

 El corazón de Maggie se encogió al escuchar esas palabras. De ponto, se oyeron unos pasos y la puerta principal abrirse:

-¡Maggie! -gritó su padre.

-Corre...escóndete... -susurró Maggie.

Jared corrió:

-¿Qué ocurre, papa? -preguntó disimuladamente.

-¡¿Y tu madre?!

-No lo sé.

-Esa zorra se va a enterar -dijo marchándose.

Maggie suspiró aliviada y se puso a buscar a Jared:

-Jared...¿dónde estás? -dijo abriendo todas las puertas.

Pero Jared no contestaba. Maggie comenzó a asustarse. En ese momento salió Jared del armario de Maggie:

-¡Ah! -gritó asustada.

-Bonita ropa... -dijo con una sonrisa Jared.

Maggie le dio en el brazo y se rió:

-Ahhh...duele... -dijo Jared sujetándose el abdomen.

Los puntos que Maggie le había dado se habían quitado y no paraba de sangrar, tal vez el corte no era tan superficial como creían.

Jared comenzó a marearse, la sangre goteaba en la tarima y la mano manchada de sangre de Jared la apoyó en la pared para sujetarse: