A beautiful night

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Llegó Ellis a casa, corriendo buscó a Maggie, continuaba con el miedo a que le ocurriera algo a su prima:

-¡Maggie! -exclamó abriendo la puerta de la habitación de ella.

Maggie le miró desde su cama, con los cascos puestos y con un libro en las manos. Ellis suspiró tranquilizado:

-Estate tranquilo, no volverá a ocurrir -dijo Maggie quitándose los cascos.

-Ya... pero siempre me recorre un mal cuerpo cuando estás sola, sigo...

-¿Teniendo miedo de que me llegué a suicidar? -preguntó la joven levantándose y yendo hacia él.

Ellis le miró, quería mucho a su prima, como si fuera su hermana.La abrazó:

-Tranquilo... -dijo ella acariciándole el pelo.

De repente sonó el teléfono de Ellis, lo miró, era un mensaje:

-¡Ah, sí!  ¡lo que te quería decir! Bueno, hay una chica muy guapa que va a venir a casa, aprovechando que no van a estar mis padres para tener una cita -dijo él.

-¿Una cita?

-Sí, veremos una película, tomaremos palomitas, le haré una cena romántica...ya sabes, las típicas cosas que os gustan -dijo Ellis.

-Y... me quieres pedir algo -dijo Maggie riendo.

-Sí ¿puedes ayudarme?

-¿En qué?

-En todo -contestó él.

-¿A qué hora viene?

-A las nueve.

-¡¿Y me avisas ahora?! -exclamó Maggie saliendo de su habitación.

-¿No hay tiempo? -preguntó Ellis extrañado.

-Si quieres que salgo perfecta, no.

Maggie bajó a la cocina con su primo y se sentó en la encimera:

-Y bien... ¿qué tenías pensado para hacerle de cenar?

-Pues... espaguetis, algo sencillo y romántico.

-¿Romántico? ¿unos espaguetis? ¿a caso es romántico ver como tu pareja absorbe pasta manchándose entero?no, no, no...debes hacerle...mmmm... -dijo abriendo la nevera- ¡Lo tengo! podrías empezar con una ensalada, no llena mucho pero está deliciosa, de segundo un poco de carne con esa salsa que hacía mi madre y de postre... hay que pensarlo bien, el postre es el plato más importante, lo que más nos gusta a las chicas -dijo Maggie.

-Había pensado hacer tarta de queso, a ella le gusta mucho.

-Muy bien... estás comenzando a pillarlo...

Comenzaron a hacer la cena, Maggie se lo estaba tomando más enserio que Ellis. Al terminar, toda la cocina estaba ensuciada, Maggie se echó las manos a la cabeza:

-¡Madre mía! ¡ está todo hecho un desastre! ves a ducharte mientras limpio esto.

-¿A ducharme? pero si me he duchado esta mañana.

Maggie le olió:

-Pues hueles a perro muerto -dijo tapándose la nariz- así solo vas a atraer moscas, dúchate.

Cuando toda la cocina quedó reluciente, subió a la habitación de Ellis y esperó sentada en la cama, su primo salió del baño con una toalla en la cintura, al verla allí se asustó:

-¿Qué haces en mi habitación?

-He pensado en ayudarte a elegir la ropa.

-Ya soy mayor, puedo elegirla yo solo -contestó Ellis.

Against loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora