Many problems

43 5 2
                                    

El curso acabó, estaban en vacaciones de verano. Maggie no tendría que volver a ver a Kaylee, ni a Dionne, ni ha nadie que ella no quisiera. Había acabado bien el curso, no esperaba haber aprobado todas las asignaturas. Ahora comenzaría la búsqueda de una universidad, las cosas se complicarían un poco.

Al llegar a casa, sus tíos la esperaban sentados:

-¿Qué ocurre? -preguntó ella preocupada.

-Antes de nada... debes entender que no tienes otra opción, así lo ha dictado el juez y así se debe hacer -dijo su tío.

-¿Qué? ¿de qué habláis? -pregunto de nuevo.

-Maggie, el juez a dictaminado visitas mensuales a tu padre -contestó su tía Violet.

-¡¿Qué?! ¡ no pienso ir ha verle! -exclamó en desacuerdo.

-Es tu padre... -dijo Violett.

-¡No! ¡es el asesino de mi madre! ¿cómo puedes apiadarte de él? ¡mató a tu hermana! -gritó Maggie.

-Olvidar... no se olvida pero perdonar sí se puede, y saber perdonar es una gran virtud, estoy orgullosa de tenerla -dijo su tía.

-¿Estás orgullosa de perdonar a la persona que mató a tu hermana? -preguntó ella extrañada.

-Maggie... él fue un gran padre y un gran esposo, él no es así como lo ves, lo que le hace ser así es el alcohol.

-¡Es un borracho maltratador! -exclamó Maggie.

-Cayó en el alcohol tras la muerte de su madre, era su pilar, se volvió adicto a la bebida pero los momentos que no estaba borracho era una persona magnífic a-dijo Phillipe.

-Se os ha ido la cabeza... -dijo Maggie negando la cabeza.

Ella subió a su habitación:

-¡Maggie! ¡espera! -exclamó su tío levantándose.

Ellis se asomó y vio a Maggie andar hacia su habitación enfurecida:

-¿Qué ha pasado? -preguntó él.

-Déjame -contestó encerrándose.

Maggie se apoyó en la puerta y comenzó a llorar, miró a su alrededor y comenzó a romper las fotos de los álbumes en los que aparecía su padre, arrugó la carta que le escribió y la tiró al suelo, rompió los marcos de fotos en los que estaban su madre, su padre, Rachell y ella... todo lo relacionado con su padre o que le recordara a él acabó destrozado en el suelo. Ella se quedó tumbada en el suelo llorando. Ellis llamó a la puerta:

-¿Maggie? ¿estás bien?

Ella no respondió. Ellis abrió la puerta y se asomó, al ver aquel desastre, pasó y cerró la puerta tras él.

-Me he enterado de lo de la visita mensual, vaya asco -dijo él sentándose en su cama y mirándola en el suelo- Entiendo que estés cabreada, yo también lo estaría pero te voy a decir algo que nadie ha tenido en cuenta, tienes 18 años.

Ella le miró sin saber que quería decir:

-Sí, tienes 18 años, ya eres adulta y puedes tomar tus decisiones, puedes elegir ir a verle o no.

Maggie se limpió las lágrimas y se sentó.

-Tienes razón,  soy adulta... puedo hace lo que quiera... -dijo con una sonrisa.

-Aunque sería conveniente ir a verle, aunque fuera solo una vez, para hablar con él -dijo Ellis.

Ellis se marchó y Maggie se quedó pensativa. Salió de su habitación y se asomó a la barandilla, vio a su tío al teléfono andando preocupado de un lado a otro:

-Pero ¿no iba a ir Jefferson? -preguntó.

-No, no le va ha ser posible, debe de ir a una conferencia a Los Ángeles -dijo su jefe.

-Pero... no puedo irme ahora, sin previo aviso.

-Debe coger está noche el vuelo hacia Francia, a mi no me ha sido avisado su viaje hasta esta misma tarde. Lo lamento -respondió su jefe.

Colgó el teléfono:

-Violett, debo marcharme esta noche a Francia.

  -¡¿Qué?! ¡¿porqué?! -exclamó ella.  

-Hay una conferencia de la empresa allí, debemos conseguir pactar con otras empresas para que acepten colaborar con la nuestra.

-¿No hay otra persona que pueda ir?

-No, Jefferson y yo somos los más cualificados, pero Jefferson ya está pactando con las empresas de Los Ángeles. Serán varios meses, debo hacer las maletas -dijo su tío.

Maggie se quedó paralizada, quería a su tío como a un padre, le echaría mucho de menos. Phillipe subió y vio a Maggie parada en la barandilla:

-Volveré pronto -dijo su tío acariciando las mejillas de Maggie.

Ella reaccionó y miró a todas partes buscando a Ellis:

-¿Ellis? ¡¿Ellis?!

Buscó por todas partes hasta que pensó en subir al sótano. Era un lugar que ha ella le daba miedo, aquellas escaleras oscuras, con la puerta vieja al final... encendió la luz del sótano y allí estaba su primo, entre cajas y papeles, sentado en el suelo con la cabeza entre las piernas:

-¿Qué ocurre? -preguntó ella agachándose.

-Siempre hace lo mismo, antes el trabajo a nosotros.

-Ellis, se lo ha ordenado el jefe, además es el único cualificado para ello.

-Miente, hay otros tres más... pufff... me he hartado de callarme y mentir por él.

-¿De qué hablas?

-Todos esos viajes de trabajo, todas esas noches que se tenía que quedar en la oficina ordenando papeles, no estaba en realidad trabajando.

-¿Qué hacía?

-Lo descubrí... pero me dijo que me lo callara... lo que hace en realidad es...

Antes de que pudiera terminar de contárselo, su madre entró en el sótano:

-Ir a despediros, ya se marcha -dijo su tía.

Él se levantó y fue a despedirse. Cuando estaban en la puerta despidiéndose, Phillipe sacó a Ellis y le dijo algo al oído, él entro cabizbajo y empujando a Maggie con el hombro.

Fue ha hablarle pero el teléfono de Maggie sonó:

-¿Si?

-Hola Maggie... ¿dónde quedamos? -dijo Jared.

-¿Para qué? ¿el qué?

-¿No te acuerdas? dijiste que esta noche me llevarías tú a un sitio -explicó Jared.

-Ahhhh... sí... pues... a las nueve y media.

Se quedó  mirando a Ellis como cerraba su puerta:

-Oye... te tengo que dejar -dijo Maggie.

-Te quiero-dijo él.

-Y yo. 

Colgó y dejó el teléfono en la mesa. Subió y llamó a la puerta de su primo:

-¿Ellis? ¿puedo pasar?

Él no contestaba:

-Sé que estarás enfadado pero por favor...encerrarte y aislarte no va arreglar nada, lo sé por experiencia.

Por más que ella le hablaba, Ellis no respondía:

-Se acabó, voy a pasar -dijo abriendo la puerta.

Al entrar no había nadie, solo la ventana abierta por la que entraba aire cálido. Maggie se asomó rápidamente a la ventana y miró a todos lados. No lo veía...

Ellis se había escapado, y conociéndolo... no se sabía si iba a regresar.






Against loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora