Capitulo 4. Dos años despues

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Andrea se encontraba sobre una camilla contemplando al bebé que estuvo en su vientre por más de ocho meses, afortunadamente lograron controlar la hemorragia, si Andrea no hubiese sido de un tipo de sangre tan común a lo mejor estaría muerta. Ella reviso de pies a cabeza que no tuviera nada extraño, el pequeño parecía un angelito, el no tenía la culpa de nada de lo que paso, por eso andrea lo amaba tanto

Andrea: eres tal y como tu apodo, eres un pedacito de cielo mi chiquito, estas hermoso... Ay mi amor -dijo en un suspiro- quien diría que te parecerías tanto a tu abuela que no te quiso desde el primer momento que supo que venías, tienes sus ojos, su pelo Rubio tan bonito, espero que nunca más tengamos que encontrarnos con ellos nuevamente, tu y yo seremos muy felices solos... Aunque a tu tío Fernando si me hubiese gustado tenerlo aquí conmigo...

Susana: andrea -dijo asomando la cebeza por la puerta- podemos pasar?

Andrea: ¿susi? -preguntó extrañada, apenas la conocía, nunca se imagino que hoy estaría ella ahí-  claro, pasen

Dijo y la señora entro y rápidamente cerró la puerta evitando que alina entrara

Alina: abuela! -dijo en un e berrinche mientras entraba a la habitación-

Susana: no! -hace ademanes con sus manos- tu no entras hasta que te quites todo eso -señala su cara y cabello- vas a asustar al pobre niño

Dijo y andrea tuvo que ahogar una risa, sospechaba que ese par le traería muchas alegría

Alina: más lo vas a asustar tu, el pobre creerá que es una momia, vieja bruja

Susana: niña! Respeta! Soy tu abuela

Andrea: ¡bueno ya! No quieren conocer a mi cielito? -dijo para tratar de que dejaran de pelearse-

Alina: ay si! Lo vi ayer y es precioso, felicidades, eres muy fuerte

Susana: felicidades mi niña! Está muy guapo

Andrea: quiero agradecer que estén aquí ahora y desde ayer, yo creí que estaría sola en estos momento y gracias a ustedes no es así -dijo en un hilo de voz, aquello era un tema que la ponía muy sensible-

Susana: mi niña, quiero que sepas algo, desde ayer que hablamos contigo y vimos tus ojitos y la tristeza que esconden te metiste muy profundo en nuestros corazones, así que espero que puedas aguantar nuestras peleas porque vamos a estar a tu lado siempre, hasta que la vida nos lo permita

Andrea: ¿de verdad? -preguntó entre sollozo, aquello era algo que no se esperaba-

Alina: de verdad, bienvenida a la familia, andrea y cielito. Como se llama? No está cool decirle siempre así

Andrea: !gracias! !Gracias! -dijo y luego escucho como su bebe empezó a quejarse-  ya mi amor, mami está aquí. Se llama Lucas, alina.

Susana: hermoso nombre para un bebé hermoso, vamos Lina, ese llanto es por hambre. Andrea, estaremos afuera, no queremos incomodar

Andrea: como? Pero yo... No se como hacerlo 

Susana: te irás acostumbrando a el y el a ti, sólo acércalo algo más y el buscara su comida -dijo mientras salían de la habitación, el pequeño cada vez lloraba más-

Andrea acomodó más al bebé como le dijo Susana, retiró un poco su bata de hospital mientras ayudaba al bebé a encontrar su pecho, cuando lo hizo de inmediato se quedo en silencio, aquello era aún más emocionante, no sólo tuvo la oportunidad de llevarlo dentro de ella, sino que también lo podía alimentar. Puede que Dios haya sido muy injusto con ella, pero con ese pequeño compensaba todo.

Pasaron dos días y ya andrea podía ir a casa, hace más de una semana que escapó de su casa y no se había comunicado con su hermano, se pondría muy feliz cuando supiera que el pequeño ya había nacido.

La abue susi como ahora era llamada por andrea, le había prácticamente exigido que se quedara en su casa al menos una semana, no quería que estuviera tan sólita en ese departamentito, si algo se le ofrecía a ella o el bebé estaría cerca para lo que necesiten, el apartamento de susi y Alina era más grande que el de ella, por eso no se negó, más bien lo agradecía mucho...


Así pasaron dos años, dos años en los que andrea se apoyaba frecuentemente en esas dos personas que habían llegado a iluminar su vida, desgraciadamente tuvo una época con su bebé en la cual creía que morirían ambos, dejándole más que claro que hasta el momento ella dependía completamente de la ayuda que le está dando la señora.

Seis meses después de que el pequeño naciera, alina y Susana tuvieron que irse del estado por las fiestas navideñas, aunque ellas querían quedarse andrea les aseguro, le rogó que fueran, que ella estaría bien, Susana le dejo prácticamente todo lo necesesario para que estuviera bien, le dolía que pasara la Navidad tan sólita.

Pero andrea jamás se imagino que justo en esas fechas donde todo se ponía tan frío, la calefacción de casi todo el edificio empezara a tener problemas, tenía que estar todo el tiempo con Lucas en su pecho para que no sufriera de hipotermia, cuando regresaron susi y alina casi se la comen viva por todo lo que paso y ella no le había dicho nada, pero si sus fiestas serían terrible, las de ellas no tendrían por que serlo también.

A lo largo de esos dos años andrea paso por múltiples puestos de trabajo, pero en ninguno duro más de 6 meses porque simplemente en momentos de arrebato le cantaba sus verdades a sus jefes por sus malos tratos, el último que tuvo su jefe se le había insinuado sexualmente, intentó hasta ofrecerle dinero, en ese momento a andrea le entraron ganas de matarlo.

Los padres de andrea no tenía ni una noche tranquila desde que se enteraron lo que paso con su hija, la estaba buscando por todas partes, pero era prácticamente como si se la hubiese tragado la tierra. Ella jamás se pudo comunicar con su hermano, no porque no quisiera, sino por miedo a acabar con toda la seguridad que sentía hasta ahora, lo extrañaba mucho, quería verlo, si había cambiado y en que, Fernando siempre fue una parte muy importante de ella.

Andrea sentía una precion en su pecho y unos pequeños deditos tratando de abrir sus ojos, hoy se presentaría a otra entrevista de trabajo, hoy no pensaba ser mesera de un restaurant o ayudante de una biblioteca, iba aspirar para el puesto de segregaría de uno de los hombres más ricos de todo el país, estaba emocionada porque sería un crecimiento más en su vida y sabía que si se esforzaba podría aspirar para algo más, a pesar que no había terminado su carrera, estaba más que capacitada para un puesto ejecutivo, a su corta edad contaba con un amplio currículum, sabía más de tres idiomas, claro que podía pensar en algo más, sólo que en momentos se tenía que conformar con lo poco que le ofrecían para darle de comer a su bebé, era muy difícil conseguir trabajo en una ciudad con tantas demandas

Andrea: mi amor... Deja dormir a mami -dijo al pequeño que estaba sobre ella, con sus enorme ojos azules  y un biberón en la boca, era lo que andrea veía todas las mañana al despertar- quien te dio el biberón chiquito? -preguntó al bebé y este sonrió-

Lucas: ali -dijo con una vocesita tierna-

Alina: despierta floja! Sino vas a llegar tarde a tu entrevista -dijo desde la puerta-

Andrea: como entraste a mi casa?! -preguntó extrañada-

Alina: tengo mis formas!

Alina se negaba a cambiar, seguía con su cabello todo alborotado y y sus ojos , a simple vista podía ser intimidante, pero ya cuando la conocían a fondo era todo corazón.

Andrea: estoy lista para comerme el mundo hoy, le voy a demostrar a ese viejo cascarrabias -dijo refiriéndose al que posiblemente sería su jefe, jamás se imagino lo que le espera al cruzar por las puertas de aquel gran imperio- quien es Andrea -concluyo la frase-...

Siempre a mi lado Cielito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora