Capitulo 8. Chantaje

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Andrea había llegado a casa pasado de las siete de la noche, todo estaba catastrófico en la oficina con el afán de los italianos y su inversión millonaria, era algo muy importante para la empresa, pero igual no entendía el mal humor que se cargaba su jefe, ahora si dudaba mucho si quería ser su secretaria...

Andrea: donde está el cielito de mami?! -grito en cuanto entro a la casa-

Lucas: mami!!! -dijo emocionado saliendo de la cocina, estaba con abue susi jugando con plástilina mientras ella preparaba la cena-

En cuanto el pequeño llego a sus brazos ella lo recibió llenándolo de besos

Andrea: mi amor, pero que guapo, tengo ganas de comerte -dijo mientras lo besaba-

Lucas: mami no!! -grito mientras reía-

Susana: ¿como te fue hoy mi niña?

Andrea: peor que ayer, resulta que el tipo del que les hablé ayer es mi jefe, y tiene un humor horrible

Lucas: es un mostro mami? -preguntó el pequeño-

Andrea: mira, justo así, es un monstruo

El pequeño sólo tapó su boca y luego su cara completa en señal de terror

Andrea: abue su, hoy nos vamos temprano, tengo que hacer unas cuantas cosas

Susana: ah no, de aquí no se van hasta que cenen, alina todavía no llega del trabajo loco ese en el que está, que por cierto, si ves la oportunidad de que la contraten donde trabajas, le avisas eh, ya no quieo que siga trabajando en ese bar luego de que salga de nuestro negocito

Andrea: claro abue su, y bueno ya que ella no está pues si te acompáñanos a cenar...

En cuanto término fue rápidamente a su casa, quería hacer un recuento de todo lo que debía y si le alcanzaría para las compras de su bebé, hace meses no compraba algo para ella, su guardarropa contaba con pocas pieza de ropa, pero le llenaba de satisfacción saber que a su bebé nunca le a faltado nada.

Cuando término de sus cuentas y notar que debía varios meces de renta y la luz pues se dio cuenta que no podía darse el lujo de faltarle al respeto a sus superiores y aguantarse su coraje. No podía seguir permitiendo que Susana y alina la continúen ayudando tanto. 

Cuando entro al cuarto el pequeño se había dormido en su cama, ella sólo le puso una pijama y se durmió a su lado pegándolo a su pecho, ese era el motivo por el cual aguantaría todo lo que sea necesario...

Un nuevo y caótico día llego, todas la mañana andrea agradecía a Dios por un día más de vida, por darle fuerza para seguir en pie y por que la salud de su bebé siempre estuviera bien. generalmeten siempre tomaba un yogurt antes de irse pero sólo quedaban los de Lucas y sólo uno

Andrea: Dios mío! Otra vez tendré que pedirle ayuda a abue su, es que no quiero, ellas también tienen sus problemas, no pueden también cargar con los míos... Bueno andrea, te tocara pedir un aumento en tu tercer día de trabajo -pensó- cielito! Ya vámonos!

Andrea llego a la oficina justo a tiempo, y jamás pensó que pudiera haber más alborotos, los gritos de samuel se escuchaban por toda la empresa, faltaba más o menos una hora para que llegarán los italianos y samuel no tenía como traducir lo que decían, apenas lo pudo convencer de que invirtieran un poco más de dinero cuando en realidad quería que invirtieran el doble, como para que ahora vengan y no puedan comunicarse con el

Andrea: bueno, lista para llevar cafés y sacar copias -dijo en un tono positivo-

#####: muchachita! -grito haciendo ademanes con sus manos para que se acerque-

Andrea: me llamo andrea, por si te interesa

######: como sea, anda, ve y llévale estos documentos al señor para que lo firmes

Andrea: lo siento, pero ese es tu trabajo

#####: como dijiste?-dijo irritada-

Andrea: que vayas tu y asumas el humor de tu jefe, aquí yo sólo soy la chica del café, ¿que no fue eso lo que dijiste ayer? Con permiso -dijo sonriendo con satisfacción-

Llegaron los italianos y todo automáticamente se calmó en la empresa, si que eran importantes, samuel no tenía como traducirlo, estaba de todos los colores posible, los señores empezaban a enojarse e incluso se dijeron que esto no valía la pena ya cuando sólo faltaba la firma de ellos

Samuel halaba su cabello con frustración cuando vio como luego de 30 minutos tratando de entenderle y que ellos lo entendieran a el, ellos solamente se pusieron de pie dispuesto a irse y romper todo compromiso con Samuel, hasta que andrea entro a la oficinas con unos cafés, samuel se puso de pie, en ese momento estaba tan enojado que era capaz de tomar a Andrea y despellejarla viva

Andrea: buenos días señor -se dirigió a samuel- buenos días señores -dijo esto último en italiano haciendo que samuel abriera los ojos como plato y que a los señores se le fuera un poco el enojo, si, estaban molesto por la falta de comunicación al igual por temor a perder ese negocio-

Andrea: con permiso señor -dijo a samuel- que pasen buen días señores, espero que todo aquí haya sido de su agrado, con permiso -dijo a los señores en italiano antes de salir de la oficina y dejar a un Samuel sorprendido

Los señores miraron a samuel con curiosidad, creyeron que al fin había llegado la personas encargada de traducir la conversación entre los empresarios y se sentaron nuevamente, samuel al ver lo que hizo andrea pidió permiso como pudo y salió detrás de ella

Samuel: donde está la muchachita nueva? -preguntó a su secretaria-

######: quien señor?

Samuel: maldición, la nueva, alta, cabellos negro, ojos café, delgada, altanera e irrespetuosa

#####: oh ya se, se llama -se quedo pensando unos segundo haciendo que samuel desesperara- andrea, se llama andrea, la mande ahora mismo a sacar unas copias, quiere que vaya por ella?

Samuel: no gracias, yo voy -dijo apurado y fue hasta donde le habían dicho que estaba-

Cuando entro donde estaban las fotocopiadora vio a andrea tarareando alegremente una canción mientras bailaba

Samuel: definitivamente no es una mujer normal -pensó- andrea?! -dijo un poco alterado-

Andrea: señor! Que se le ofrece, que hace por aquí? -dijo con una sonrisa de satisfacción

Samuel: no importa! Quiero que vengas conmigo y me sirvas de traductor

Andrea: lo siento señor, pero aquí yo sólo soy una empleada insignificante, no se italiano

Samuel: maldición! -grito- la escuche hace rato hablar fluidamente con ellos, venga a mi oficina, ¿!que no entiende que este es de vida o muerte?!

Andrea: así no se piden las cosas señor... Lo siento pero no se italiano -dijo y volvió a poner la vista en la fotocopiadora, andrea no sólo quería un ascenso de puesto, sino que también pretendía enseñarle modales a Samuel que aprenda a ser menos ogro-

Samuel: a ver andrea, así se llama ¿no? Por favor, necesito que me ayudes a traducirle a esos señores

Andrea: encantada señor, pero esto no será gratis

Samuel: como?! -pregunto incrédulo-

Andrea: aja, que si usted quiere que yo vaya allá y le traduzca, pues tendrá que sacarme de este puesto mediocre y también necesito un adelanto -andrea se estaba arriesgando mucho con todo eso, pero esa era su oportunidad, bien dice la abue su que el que no arriesga no gana, igual no iba a perder mucho, Samuel apenas la toma en cuenta como para pensar en ella para última puesto más importante, no tenía otra que chantajearlo-

Siempre a mi lado Cielito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora