Siempre a mi lado Cielito

Capitulo 38. Estoy enamorado de ella

           

Alina quería olvidar, su actitud a ella no le pareció nada exagerada porque nadie conoce todo lo que le paso, la edad de fernando no le molestaba en lo absoluto, lo que le dolió fue que le haya mentido, porque una vez mas, se enamoro, creyó que la niña ingenua había quedado atrás, pero no fue así, nunca lo fue...

Flashback

Alina: ya te vas? –pregunto mientras se sentaba en la cama y se cubria con las sabanas-

#######: si, no veo por que debería quedarme

Alina: crei que si lo haría –dijo entristecida-

#######: a ver linita, esto solo fue un acoston, nada mas, no nos vamos a casar ni nada de eso

Alina: pero... yo... yo me entrege a ti... por primera vez –dijo mientras sentía que sus ojos se inundaban de lagrimas- yo... Yo te amo

#######: si, pero no por eso me hare responsable de nada.. es mas, mejor hablo ahora para evitar que te iluciones mas

Alina: de que hablas?

######: de que no eres mas que una apuesta, si, me acosté con la rara de la clase, por una apuesta

Alina: no... -dijo sin poderlo creer-

######: aparte de rara, sorda, lo que escuchaste fuiste una apuesta y déjame decirte que en la cama al igual que físicamente eres... horrorosa –dijo antes de salir de la habitación de aquel hotel de paso, dejándola ahí tan sola y dolida-

Fin del Flashback

Alina: los odio, malditos hombres, los odio –dijo llena de rabia-

Samuel seguía frente a Andrea esperando una respuesta, Andrea se quedo en silencio porque no podía entender todo, la actitud tan amable de Samuel, todo le parecía muy extraño y más viniendo de el

Samuel: acepta o no, por favor Andrea, la necesito –dijo con toda sinceridad, necesitaba tenerla cerca-

Andrea: señor yo.. esta bien, acepto, pero a la primera majadería, me voy

Samuel: no se preocupe –dijo y tomo sus manos, notando como Andrea temblo al instante- le prometo que voy a tratar de controlarme

Era la primera vez en mucho tiempo que Samuel se comportaba tan amable con alguien, tal parecía que lo único que necesitaba para que eso pasara, era a Andrea, a Andrea y solo ella

Andrea: bueno, pues ya que estamos aquí, vamos a trabajar, no hay tiempo que perder –dijo al ver que Samuel no se movia-

Samuel: este, si, vamos...

Andrea y Samuel estuvieron trabajando por un buen rato, cabe destacar que pese a todas las peleas que tuvieron, cuando trabajaban junto hacían una gran mancuerna, sus conocimientos se complementaban, nadie podría decir que se llevan o llevaban tan mal

Samuel: creo que ya es hora de comer algo -dijo mientras se ponía de pie-

Andrea: no, mejor ahora no, ya casi terminamos, creo que mejor deberíamos...

Samuel: nada –dijo con firmesa, era muy difícil que Samuel dejara su humor, pero por esta ocasión Andrea no lo vio a mal, mas bien, le dio algo de gracia su forma tan peculiar de pedir, de ordenar las cosas- recuerde que esta enferma, y no quiero que le pase nada

Andrea: claro, para no tener un muerto en su empresa –dijo al acordarse de las palabras que el mismo le dijo- porque no podría con el remordimiento