Capitulo 11. con otros ojos

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Andrea no sabía que hacer en ese momento, hace casi tres años que no veía a su hermana que era realmente detestable, podría jurar que Monserrat la odiaba, no podía permitir que ella la viera, pero debía salir de la oficina de Samuel

Monserrat: no sabes quien soy verdad muchachita? Soy Monserrat del junco y necesito ver a samuel ya!

########: entienda que no puedo dejarla pasar, debo hablar con el antes

Monserrat: ¿sabes que? Me tienes harta -dijo y dio la vuelta acercándose a paso rápido a la oficina de samuel-

Andrea abrió los ojos como plato al ver que Monserrat se acercaba, no podía permitir que ella la viera, así que en el momento que monserrat empujo la puerta, ella cubrió su cara con la agenda de samuel pasándole apresurada por su lado

Monserrat: estúpida -dijo bajito al ver como andrea salía apresurada de la oficina de samuel, por suerte ella reacciono a tiempo porque Monserrat no la reconoció- hola guapo -dijo cuando estuvo ya dentro de la oficina-

Samuel la miro un poco molesto luego de rodar los ojos, que mujer tan intensa, como le hacía entender que la relación que tenía con su familia era meramente de negocios, que no le interesaba salir con ella

Samuel: Monserrat.... Que te trae por aquí? -dijo desganado-

Monserrat: digamos que un hombre muy guapo -dijo en tono seductor-

Samuel: descarada -pensó- Monserrat estoy muy ocupado ahora -dijo con toda la intención de que ella entendiera el mensaje-

Monserrat: ay samu! Pero no seas grosero -dijo mientras se sentaba y samuel la miro indignado por aquel acto- te cuento estoy en proceso de mudanza y no conozco nada más aquí así que pensé si tu podrías...

Samuel: si quieres le pido a unos amigo que te lleven a conocer la ciudad -dice fastidiado antes de que ella terminará la frase-

Monserrat: no tonto, por que no mejor me acompañas tu, así nos conocemos mejor, ¿no crees?

Samuel: a ver Monserrat, te dije que estoy muy ocupado y que no puedo ni hablar ahora ni dar un toursito luego, así que te pido por favor que salgas de mi oficina

Monserrat: pero...

Samuel: ahora! -dijo molesto-

Monserrat sólo se puso de pie y salió de la oficina enojada, muy enojada, ningún hombre nunca se había atrevido a tratarla de esa forma o a no ceder a sus encantos y samuel no sería la acepción

Monserrat: estúpido, esta me las pagas samuel, tu vas a ser mío, cuésteme lo que me cueste, imbécil...

Samuel estaba un poco frustrado, no sólo por la visita de Monserrat, sino también porque una compañía petrolera se había negado a hacer negocios con el, estaba enojado porque según los señores le habían dicho que su propuesta había sido mediocre y que creyeron que le ofrecería algo mejor para la exportación de su petróleo. La empresa que samuel llevaba era una de la más importante en cuanto a la comercialización de producto, entre su lista estaban todas las empresas más importante que buscaban de sus servicios para la comercialización de sus productos, era una de la más importante porque hacía el trabajo completo y de manera excelente, nunca nadie había tenido quejas, por eso generalmente el siempre buscaba la forma de asociarse con diferentes empresas exportadoras del país, porque ese no era del todo su fuerte...

Samuel: malditos petroleros nacos -dijo enojado mientras tomaba su teléfono- Alondra! Ven a mi oficina por favor

Andrea: andrea señor, me llamo andrea

Siempre a mi lado Cielito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora