Capitulo 66. Regalo de navidad

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Cuando samuel y andre bajaron de la azotea, ya era un poco tarde, antes de subir. Fernando, alina y Susana ya se habían ido, y Lucas y la señora clara se quedaron abriendo los regalos.

Caminaron por los pasillos solitarios mientras se besaban, andrea sabía que su bebé ya estaba dormido, lo único que no sabía donde

Andrea: El niño samuel -dijo entre besos-

Samuel: debe de estar con mi mama

Andrea: sabes que necesito verlo, llévame donde están

Samuel la tomo de la mano y la guió hasta el otro lado del pasillo donde estaba la recámara de su madre, abrió la puerta con cuidado y ahí estaba Lucas acurrucado juntó a su abuela

Andrea: ¿no le causará incomodidad a tu madre?

Samuel: claro que no, a mi madre siempre le ha gustado dormir acompañada y que mejor que de su nieto consentido 

Andrea: me agrada mucho que ambos  hayan recibido de esa forma a mi hijo

Samuel: se quieren mucho -dijo y tomo a andrea de la cintura- ¿en que estábamos? -susurro para luego besar su cuello-

Andrea: ¿en algo así? -preguntó y dio la vuelta para capturar sus labios nuevamente-

Samuel: exacto -respondió entre besos-

Llegaron al cuarto de samuel sin dejar de besarse y samuel la acorralo entre su cuerpo y la pared, hoy quería hacer el amor con ella hasta quedar exhausto. Le encantaba despertarse y verla con su pelo desparramado por su cara, le encantaba sentir su cabeza sobre su pecho, sentir como su piel se derretía ante el hasta ser uno sólo

Samuel acaricio a andrea desde los hombres, hasta llegar a sus muslo y hacer que está se subiera sobre el. Andrea estaba agitada por el beso y por el calor que estaba empezando a sentir, lentamente fue soltando los botones de la camisa de samuel al tiempo que este bajaba el cierre lateral de su vestido

Justo así como estaban, samuel camino con andrea sobre el hasta llegar a la cama y colocarse sobre ella entré sus piernas y empezar a besar sus pecho cuando ya había logrado desnudar todo su torso, pero basto poco tiempo para que andrea tomara la iniciativa y se colocará sobre el.

Se inclinó para besar sus labios y lentamente fue bajando hasta su barbilla, cuello, Su pecho y abdomen hasta llegar con sus labios al cinturón del pantalón, lentamente fue soltándolo y luego bajo sus pantalones dejándolo ya en Bóxer delante de ella.

Ella se aparto un poco de el y con sexy movimiento término de quitar su vestido  y finalmente sus bragas quedando completamente desnuda ante el

Samuel se levando un poco poniendo todo su peso sobre sus codos mientras miraba como andrea se iba acercando lentamente a el y luego levanto un poco las cadera para que ella terminará de deshacerse de su bóxer, su miembro salió de su ropa interior parado, ansiado por ser satisfecho

Ninguno de los dos dijo nada, samuel quería que andrea siguiera apoderándose de la situación como hasta ahora.

Cuando sintió la humedad de su intimidad en su vientre cuando andrea se había colocado sobre el sintió que moriría y cuando andrea tomo su miembro con sus delicadas manos, se obligo a respirar profundo para no terminar justo en ese momento. Andrea poco a poco se fue penetrado ella misma, cuando bajó por completo sintiéndose invadida completamente dejo ir todo su cuerpo para atrás.

Samuel le fue acariciando los muslos hasta llegar y a sus glúteos y con ambas manos apretarlo y ayudarla con sus movimientos de arriba hacía abajo.

Fue una entrega lenta, sin ninguna prisa, andrea subía hasta sacar el miembro de samuel casi por completo de su interior y luego gemir al sentirlo nuevamente invadiéndola. se movía en círculo sobre el mientras el continuaba ayudándola , hasta que se levantó y tomo uno de sus pecho con su boca haciendo que esta gimiera nuevamente. 

Sus jadeos, la luz de la luna colarse por la ventana fueron los únicos testigo de aquella entrega, samuel estaba sentado con andrea moviéndose entre sus brazos mientras el no dejaba de besar sus labios

Hasta que sintió como ella respiraba con más dificultad avisándole de su pronta venida y En ese momento decidió tomar las tiendas, la volteó haciendo que está quedara acostada en la cama y el continuo penetrándola de adentro hacía afuera con más rapidez, una y otra vez hasta dejarse ir por completo dentro de ella, viendo como andrea cerraba su ojos con fuerza y apretaba las sábanas

Sus cuerpos temblaban ante aquella entrega tan maravillosa, samuel permaneció ahí quieto hasta que sus respiraciones se normalizaron

Andrea: espero que te haya gustado tu regalo de Navidad -dijo cuando abrió sus ojos y samuel pudo notar el brillo especial que tenían, eran como dos Lucero iluminando toda la habitación

Lentamente samuel salió de ella y esta volvió a cerrar sus ojos y suspiro al sentir aquella sensación de abandono

Samuel: más que eso -dijo cuando salió de ella- espero que igual a ti te haya gustado mi regalo -dijo con cierta picardía e ilusion, bajo su cabeza hasta dejarla entre sus piernas y dejar un pequeño beso en su intimidad y luego subir y besar su vientre dejando este un poco más largo- 

Samuel: justo ahí esta nuestro regalo -dijo ilusionado y subió a su rostro hasta besar su labios- te amo andrea

andrea no dijo nada, ni hizo nada. se sentía tan increíble, habían sido tantas emociones que ni siquiera sabia que responder, lo único que sabia en ese momento es que se sentía la mujer mas feliz, mas completa y amada del mundo.

Samuel la acercó a su cuerpo y está se acurrucó más dejando su cabeza sobre su pecho sintiendo como samuel los cubría a ambos, lo último que sintió fue un beso en su cabeza antes de quedarse dormida pensando en el increíble momento que acababa de pasar juntó a andrea-



Monserrat se despidió de sus padres y hermano y siguió tomando vino juntó a Berni, estuvieron riendo, contando algunos anécdotas de su infancia

Berni: ¿en serio hiciste eso? -dijo alarmado-

Monserrat: si, me encantaban los chocolates, tanto que no me gustaba compartirlo con nadie, pobre de mi hermanita, tenía como 6 años cuando por mi culpa comió volitas de lodo

Berni: eres cruel -dijo entre risas-

Monserrat ya había tomado un poco de más, seguía cociente de lo que hacía, pero no tanto para detener el deseó que sentía en ese momento

Berni: ¿que tanto me miras? -preguntó al verla concentrada mirandolo-

Monserrat: eres muy guapo berni -dijo y empezó a acariciar su mejillas delicadamente mientras se acercaba a el- tiene los ojos más hermosos del mundo, es una lastima que seas gay. 

Berni frunció el ceño ante la confección de Monserrat, su cercanía lo están poniendo nervioso, pero por alguna razón no podía alejarse.

Bernia:  ¿que te pasa? -preguntó confundido-

Monserrat: pasa que aunque me niegues tu amistad para siempre, hoy no puedo prohibirme hacer esto -dijo y bajo su mano hasta la nuca de Bernardo halandolo hasta unir sus labios en un beso...


Siempre a mi lado Cielito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora