Steve quiere comenzar a reconstruir su vida después de unos últimos años llenos de desgracias sin embargo el pasado no parece querer quedarse atrás y lo arrastrara a una nueva serie de acontecimientos que lo definirán todo para siempre. Siempre con...
Peter aun no entiende que es lo que James pretende, pero sin duda no tiene nada que perder averiguándolo. Toca a la puerta y esta se abre casi al instante dejando ver a James.
— ¿Listo?
—Aún no se para que pero vamos... espera ¿Wanda no viene?
—Amm no, sigue dormida.
—Lastima.
— ¿Qué?
—Nada.
—Ella es mayor que tú.
— ¿Y? Es linda.
—Vamos antes de que me arrepienta.
Ambos chicos se dirigen entonces a reunirse con la directora de Peter. Él le advierte a James que es una señora bastante difícil y que nada va a hacerla cambiar de opinión. James no piensa decirle a Peter lo que tiene planeado hacer hasta que no se asegure de que este hecho, de esa manera no tendrá que pelear con él respecto a eso, pues sabe que de alguna forma u otra el no querrá aceptar semejante ayuda.
Cuando llegan hasta la oficina los recibe la recepcionista quien sonríe amable al verlos.
—Hola Cinthya —la saluda Peter.
—Peter, que bueno que estas aquí, la directora me ha mandado localizarte pero no estoy segura de la razón, llamé a tu casa pero me dijo tu tía que no estabas.
—Bueno, estoy aquí ¿Pasa algo? En realidad también queríamos ver a la directora... bueno aquí mi amigo el grandulón quería hacerlo.
James le dedica una mirada de desapruebo por como lo ha llamado.
—Pues pasen, supongo que los dos pueden hacerlo.
Peter asiente al tiempo que guía a James hasta la oficina. Peter entra primero dejando a James al último.
James jamás hubiese imaginado lo que le esperaba dentro. Literalmente se queda congelado cuando sus ojos se cruzan con los de una de las tres personas que se encuentran ahí, además de él y Peter.
— ¿Steve? —pregunta Peter confundido—. ¿Qué haces aquí?
Este no le responde pues está demasiado sorprendido y agitado como para hacerlo.
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El golpeteo de la puerta lo despierta a pesar de que hoy no es necesario que se levante temprano, sabe que ni Nat ni Sam se levantaran a abrir así que lo hace él.
— ¡Buenos días, grandote!
—Tony... ¿Qué haces aquí a esta hora?
—Te traje flores —le dice alzando en alto el ramo de rosas rojas que carga en sus manos.
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