Era él

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Mueve los platos de un lado a otro no sabiendo de qué manera puede acomodarlos para que estos no se caigan de la gran torre que ahora ha formado. Anoche fue una velada larga, después de la fiesta Tony los trajo de vuelta a su departamento, no dejo de expresar lo feliz que estaba de que Steve por fin le haya dicho que sí. Steve está feliz, de verdad lo está sin embargo todo ha pasado tan rápido y se da cuenta que solo ha sido su culpa.

— ¿Vas a estar parada ahí toda la mañana viéndome lavar los platos o...?

Steve puede sentir a Nat detrás de él desde hace un buen rato.

—Tu espalda es linda.

—Gracias —le dice mirándola—. Tu despeinado cabello no luce tan feo esta mañana.

—Gracias... ¿Todo bien?

—No sé... ¿Empezaras a cuestionarme ahora o quieres desayunar primero?

Nat suspira, camina hacia la mesa y se deja caer en una de las sillas. Steve se sienta frente a ella esperando a que lance el primer tiro, ella no se anda con rodeos y solo habla.

— ¿Por qué lo hiciste? Hace unos días me dijiste que no estabas listo aun y que ni siquiera estabas seguro de que Tony fuera... bueno... el indicado.

Steve sabe que es cierto, sabe qué hace solo unas noches en el cuarto de Nat mientras luchaba consigo mismo para sincerarse dijo esas palabras exactas. Y por supuesto esperaba que su amiga indagara en ello. Pero la verdad es que no hay ningún secreto detrás.

—Bueno, creo que decidí que ya es hora.

— ¿Solo así? ¿Acaso te prometió algún tipo de cosa? ¿Su cuerpo quizá?

— ¡Natasha!

—Sí, tienes razón... no lo hubieses hecho por tan poca cosa ¿Quizá que te dejaría después de unos días para siempre?

— ¡No!

— ¿Entonces?

— ¡Lo quiero! Él me gusta... Tony es bueno conmigo ¿Qué tiene de malo que quiera intentarlo?

Nat se sorprende un poco ante la forma en la que Steve responde, quizá Sam tiene razón y ella debe dejar de actuar como si Steve fuera un recién nacido.

—Lo siento...

—No, yo lo siento. Nat... no hay nada oscuro en todo esto, él no me amenazo y solo lo digo porque sé que por tu cabeza pasó esa posibilidad.

Bueno él la conoce bien. Un silencio incomodo se forma y ella no quiere continuar con algo que puede terminar mal, así que cambiar de tema como siempre hacen quizá sería lo indicado.

—Conocí a alguien ayer...

— ¿Enserio? —pregunta Steve realmente interesado.

—Seh, no parece un loco o un idiota como la mayoría de los amigos de Tony así que no esta tan mal.

— ¿Tienes su número?

—Tengo una cita —dice ella con orgullo—. Bueno no exactamente, me invitó a un evento extraño de arquería este sábado, deberían tú y Tony venir ¿Sabías que él estuvo estudiando arquería?

—Lo sé, pero odia hablar de ello porque no era nada bueno.

—Tony odia no ser bueno en las cosas, es algo que se ve desde lejos... espero que de verdad no meta la pata Steve o no va a tener que preocuparse por fallar de nuevo por qué voy a matarlo.

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