un regalo inesperado

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Jakayla

-además de eso. (Me respondió y yo me removía en la silla, no sabia lo que deseaba que dijera, no sabia que hacer, me sentía desprotegida y expuesta bajo esa intensa mirada)

-no comprendo. (Dije con inocencia)

-desde que entraste a mi vida te convertiste en alguien especial, serás una gobernante y serás mi mujer, espero que ahora entiendas de lo que hablo. (Dijo llevándose la copa de vino a la boca)

-no seré como la princesa, crecí sin lujos y no creo poder adaptarme a ellos muy bien, quiero ser importante para ti, no para los demás, tomo esas aburrida clases por ti, entiendo que no debo avergonzarte y tengo que aprender a comportarme por eso lo hago, solo quiero estar presente para ti cuando y donde me necesites, no quiero poder ni riquezas, no tenia nada, ahora te tengo a ti, ya estoy bien. (Dije roja hasta las orejas)

-¿como puedes decir eso tan a la ligera?, no comprendes lo que el poder significa. (Me dijo muy cerio)

-te cambia, te hace altanero y te olvidas de lo que pasa a tu alrededor, cambias la realidad por un mundo donde todo es comprado y las personas están huecas por dentro. (Dije continuando con lo que mi mente así creía)

-no hay remedio, tendré que protegerte. (Dijo y sonreí)

La noche siguió y ya cenados y pasamos por unos cuantos lugares nos detuvimos en un club que estaba abarrotado, se veían las personas agolpadas en la puerta, sin embargo a Marc eso no le importo, con esa aura de poder que constantemente lo rodea las personas lo dejaron pasar.

Una vez en la puerta le mostró al portero su anillo y este lo dejo pasar, dentro atravesamos todo el club hasta llegar a una especie de club privado pero notablemente todos en ese lado eran vampiros, mientras caminaba sentía la penetrante mirada de los demás en mi, Marc muy acostumbrado llego hasta una oficina donde al llegar a la puerta unas chicas lo atendieron, le dio su chaqueta y me quito la mía, nuevamente me sentía expuesta y avergonzada.

-¿no te escapaste del colegio donde te apresaron?. (Dijo un hombre al entrar a la oficina)

-claro que no, nadie puede atravesar ese bosque, una cosa es salir con vida y otra pasarlo de un extremo a otro.

-¿y la señorita es? (Pregunto el hombre tomando mi mano y dándole un beso en ella)

-mi prometida. (Respondió Marc y el hombre quedo pasmado)

-es broma, ¿que no acabas de terminar con una? (Pregunto algo curioso)

-si, y ella es precisamente la razón. (El hombre sonrío y luego de verme de los pies a la cabeza hizo una reverencia)

-su majestad, ¿algo en lo que les pueda servir a los gobernadores?

No respondí, solo negué con la cabeza.

-vamos. (Me dijo Marc conduciendome hasta un ascensor)

En el los dos solos fuimos hasta la parte mas alta y desde allí me deleite al ver el cielo nocturno, estaba gris, faltaban las estrellas y en su lugar pequeños copos de nieve caían hasta acumularse en el piso.

-¿por que le dijiste que era tu prometida? (Pregunte curiosa)

-porque es cierto, o ¿no lo quieres? (Pregunto con la mirada sombría)

-no me opongo pero el decir que eramos novios no seria exagerar. (Dije perdida en la hermosa vista, algo sombría y fría de la ciudad)

-no soy romántico, dulce, o detallista, pero en todo este tiempo eres la única por la que pierdo todo sentido de la realidad o razón cuando te involucras, me gustas, mucho, y ya que te tengo no te perderé. (Dijo tomándome en sus brazos y besándome. Mientras me besaba sentí como un objeto metálico se deslizaba entre mis dedos, al terminar el beso y al ver mi mano pude ver un anillo similar al suyo con el escudo de su familia)

-¿Marc? (Pregunte sorprendida mientras mis ojos no podían despegarse de mis manos)

-serás mi mujer, desde ahora nada te pasara, y nadie puede lastimarte, o lo matare. (Declaro con determinación)

Hasta aquí un capitulo mas gracias por leer.

La Mascota Del VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora