La Mascota Del Vampiro

un lugar

Elena.

Me asegure de buscarle un vestido digno de una reina a mi amiga y el mio era el de un emperador, me divertía mucho, con Jaky era como jugar a las muñecas con una persona.

-debo asumir que iras al baile.
Dijo Tomas mirándome mientras sostenía el vestido en frente de mi en el espejo.

-si, y pienso llevar a mi amiga. Respondí mientras devolvía las cosas a su lugar.

-ya veo, no me gustan esos vestidos, te traeré unos nuevos, iras como mi acompañante, y tu amiga también, seguro Marc solo se quedara durmiendo como siempre.

Dejo salir un suspiro y yo Sonreí por los los vestidos, la verdad que ser mordida no era tan malo, y menos con el chico que me toco, pero agrego algo mas.

-estoy sorprendido, esa chica, tu amiga, es muy fiel, casi como un perro, se le dio a elegir materias adicionales y solo tomo el mismo programa que Marc, le hace la tarea, toma notas, toma sus clases, hace sus reportes, es como su secretaria. Dijo mirándome.

-no es que sea su secretaria, es que ella no aspiraba a un futuro, ¿quizás el la obliga a tomar sus clases o tiene algún tipo de trato?. Opine.

-no creo, el es alguien a quien no le importan ni las clases, ni nada referente a lo que se enseña aquí, para el esto es como una cárcel, todos la vemos como una carcel, pero a el le afecta mas, así que por eso no creo que el la haya mandado a tomar clases. Respondió poniendo fin a su charla, se acerco a mi, quito el  pelo que tenia regado en el cuello e incrustó sus colmillos en una dolorosa mordida.

Marc

Entre y otra vez ella estaba tendida en su cama, su rostro reflejaba paz, ¿como podía dormir tan tranquila con un depredador cerca?, ¿como es que en su cara estaba esa tranquilidad?, ¿seria el sueño?.

-podría morderte, podría drenar cada gota de sangre de tu cuerpo, y no te darías cuenta, ¿por que no me temes?, soy un monstruo, uno sacado de tus peores pesadillas, quiebro lo que ponen en frente de mi, huye, corre, teme, corre ahora que puedes por que si te quedas seré tu fin. susurre frente a la chica me aleje y camine a mi escritorio sonreí al ver organizada las clases y las tareas ya realizadas a mi nombre, tome los cuadernos y los hojee.

me tire en la cama y tome mi celular, marque el numero de la secretaria de mi padre y el primer timbrazo una voz femenina me contesto.

-dígame amo. respondió muy formal.

-tengo un perro, parece no querer irse, dale un aviso, si no se va, dale lo que necesite. y antes de que pudiera responder cerré.

después de eso todo quedo en silencio mientras el sol empezaba a saludar el dia, hojee nuevamente los cuadernos y los devolví a su lugar, cerré los ojos y una vez mas intente dormir, dos horas después y nada, la ira se apodero de mi y empece a romper todo lo que tenia a la mano.

Gracias por el apoyó.