La Mascota Del Vampiro

besos

THOMAS.

sus ojos me atraían, ella me gusto desde el momento que la vi haí parada asustada en el pasillo, según los días pasaban este sentimiento crecía, pero no podía, no me permitía hacer mas que solo clavarle los colmillos, me moría por besarla, me moría por tocarla, pero era una niña comparada conmigo. No lo haría, aunque estaba en mi limite me seguía presionando para alejarme de ella lo mayormente posible.

pero el verla destrozada de esa forma solo me daban ganas de abrasarla, sostenerla hasta que se olvidara de todo y sus ojos recuperaran esa chispa que vivía en ellos.

me levante de la cama por que si seguía enfrentando esa destrozada mirada mi limite seria roto.

-¿si muero..... en segundos estaba silenciandola con mis labios, era una niña, se supone que tenia que protegerla, alejarla del peligro, aun si ese peligro fuese yo mismo, pero el escucharla nombrar la muerte me aterrorizaba, si en algún momento ella me faltaba, esa soledad en mi me consumiría.

-si alguna vez eres amenaza o rondada por la muerte,te arrebatare de ella y te esconderé, te llevare a donde no pueda alcanzarte, así que ni siquiera pienses en morir, no te permito morir.
Dije rompiendo todas las lineas que habían en mi interior, la bese nueva mente y me permití perderme en su perfume, probé su sabor y mis brazos la sostuvieron firmes, por un segundo abrí los ojos para ver su expresión y lo que vi me dejo confusas emociones.

estaba llorando, pero en su rostro había una expresión de consuelo, serré los ojos y sin pensar en nada mas seguí besándola, absorbiendo esa esencia, aprovechando esa única oportunidad de tenerla.

JAKAILA

Me desperté entre sabanas, abrí los ojos y unos rayos de luz se colaban rebelde mente por las gruesas cortinas, gire mi cuello y dolía a mares pero logre verlo a mi lado con un libro grueso de un raro color verde y se veía sumido en la lectura.

-Marc. dije y de inmediato la garganta se me quebró.

-no hables, casi mueres y tu cuello fue el que mas daño recibió. Me dijo sin despegar la mirada de su libro.

-no me importaría morir, pero se merecía el golpe. Me defendí.

-¿se te olvida que tratas con vampiros?, es fácil matarte. Me dijo cerrando el libro.

-no se me olvida, si tan solo el hubiese hecho su trabajo esto no hubiese pasado. Dije bajito.

-eres interesante, creo que me agradas. Me respondió con una sonrisa.

-eso significa mucho viniendo del anti social. Dije en tono de burla.

me acomode en mi lugar y mi estomago gruño, me dolía la garganta así que lo mas prudente era tomar algo liquido.

-¿hambre?. Pregunto divertido.

-haré algo de sopa. Dije levantándome.

-haré que la traigan, tu acuéstate. Dijo tomando su teléfono.

-tengo manos. Conteste, el me tomo de la muñeca y me halo haciéndome caer otra vez en la cama, la brusca forma en la que me tomo me hizo tirar un grito de dolor.

-¡eres un bruto!. Le reclame.

-cuando digo quédate en donde estas, es que no te muevas. Su mirada conecto con la mía y aunque seguía en constante negación en mi interior me di cuenta que sentía algo por el.

-quiero besarte. Las palabras salieron solas, no hubo lugar para detenerlas.

-¿no te asusto? ¿no te da miedo estar a mi lado?, soy un monstruo, ¿aun así quieres que te bese? Me pregunto a centímetros de mis labios.

-no me importa quien seas, ni tu pasado, algo en ti me gusta, algo dentro de ti esta lastimado, quiero arreglar eso, y no eres un monstruo, eres diferente. Le respondí poniendo mi mano en su mejilla.

-te lo advertí. Me dijo tomando mi mano y guiándome hacia el.

- te dije que te alejaras, pero no escuchaste. Me dijo sentándome en sus piernas.

-huye. Esa palabra salio en forma de susurro, me soltó la mano y tiro las de el a sus costados agachando la cabeza, en frente mio había alguien pidiendo a gritos consuelo, se notaba en su lastimada mirada, no iba a huir y dejarlo así, aun signifique mi destrucción quiero esto, nunca he tenido nada, pero siento que esto no solo es mio, lo quiero, lo quiero consolar, quiero verlo reír, quiero matar sus demonios y dejarle ver que mas aya que un vampiro es alguien mas, quiero demostrarle que el puede tener algo humano, algo especial, algo llamado amor.

con una sonrisa tome su cara con ambas manos y lo bese, en el momento en que nuestros labios se rozaron una lagrima rodó por mi mejilla.

-te quiero. Le declare en voz baja, casi inaudible, casi invisible, abrí mis sentimientos arriesgándome a ser rechazada, arriesgándome a ser lastimada, arriesgándome a ser herida.

Tarde, pero es viernes.