Mi despertador sonó y casi me caigo de la cama del susto. Cuando me despeje un poco me di cuenta de que Luke se había marchado. Me metí rápidamente en el baño y me duché.
Me vestí y baje a desayunar. Me sentía fatal por no poder quedarme más tiempo.
-buenos días-salude entrando en la cocina.
-buenos días-saludaron todos al unísono.
Mamá no estaba, supongo que seguirá durmiendo.
-date prisa, el vuelo sale dentro de media hora-habló Scott serio.
Me limité a asentir. A los pocos segundos entró Luke. No pude despegar mis ojos de él, estaba realmente guapo, incluso más que otro día cualquiera. Se dio cuenta y me sonrió, sonreí de vuelta y seguí desayunando.
Acabe y deje los platos en el lavavajillas. Subí a mi habitación y de paso entre en la de mis padres para despedirme de mamá.
Me senté a su lado y le di un beso en la frente.
-mamá, nos tenemos que ir ya-dije en voz baja.
-ojala no te fueras tan pronto-su voz sonaba triste y sin vida. Me dolía verla así.
-ojala.
Se giró para mirarme directamente a los ojos. Forzó una sonrisa y me abrazó, le correspondí y nos quedamos unos segundos así hasta que alguien llamó a la puerta. Me separé de ella lentamente y deposité un beso en su mejilla.
-adiós mamá.
-adiós cielo.
Baje y allí me despedí de mi padre. Los chicos se estaban empacientando y salí rápidamente de allí.
Gracias a Dios hoy tampoco había mucha gente en el aeropuerto. Por una parte tenía muchas ganas de ver a las chicas y a Nathan.
(...)
Unas cuantas horas de vuelo y ya estabamos en Los Ángeles de nuevo. Les envié un mensaje a las chicas y a Nathan.
Llegamos a nuestra casa y allí estaban esperándonos en la entrada. Salí como una bala del taxi y las cinco nos fundimos en un abrazo.
-lo sentimos mucho Alex-habló Hannah.
Yo solo pude sonreír tristemente. Me acerqué a Nathan y le besé.
-lo siento mucho princesa-dijo en un tono el cual me tranquilizó.
Oí como alguien carraspeó a nuestro lado. ¿y a qué no adivináis quién fue? Si, Luke. Lo miré un tanto confundida.
Scott por fin abrió la puerta y pudimos entrar en casa. Subí a mi habitación y guardé toda la ropa en el armario. Noté que alguien me abrazó por detrás y me estremecí. Era Nathan, su aroma era inconfundible. Me encantaba su colonia con olor a chocolate. Me tenía embobada.
-¿cómo te encuentras?-preguntó dulcemente.
-triste-doble la última camiseta y la metí en el cajón.
-yo te alegro-me dio media vuelta y mi frente quedó apoyada en la suya.
Poco a poco fue acercando su boca a la mía y nos fundimos en un tierno beso, hasta que alguien carraspeó y nos apartamos abruptamente.
-vamos a pedir pizza-Luke estaba tenso, se podía ver desde cien kilómetros. Siempre que estaba al lado de Nathan se pone así. Enfadado y con la vena del cuello a punto de estallar.
-de acuerdo-murmuré. La verdad es que no me apetecía cocinar.
Luke cerró de un portazo y pegué un pequeño brinco. Tarde o temprano tendría que hablar con él sobre su actitud.
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Viviendo Con Los Miller
Novela Juvenil¿como te sentirías si tus padres te enviaran a vivir con tu hermano y sus estúpidos amigos? Bueno yo soy Alex Walker y mis padres me enviaron a vivir con mi hermano y sus amigos. Tendré que vivir con seis mujeriegos, guapos, asquerosos e inmaduros...