Capítulo 31

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Como todas las mañanas, el maldito despertador sonó a su hora. La única diferencia era que era sábado ¿a quién se le ocurre poner alarma el sábado? A mí, sólo a mí.

Así que con mucho dolor y pereza me levanté. Me acerqué al espejo que había al lado de la comoda para ver como estaba. Mi ojo se había deshinchado bastante, aunque el color morado seguía ahí. Tenía algunos moratones más en otras zonas de la cara y las cicatrices de mi mejilla, labio y ceja. Estaba realmente echa un asco.

Como no tenía otra cos que hacer me fui directa a la ducha. Hoy por lo menos no tendría que esperar a que Cam acabara. O eso pensaba.

-¡venga Cameron, tengo que ducharme!-grité mientras aporreaba la puerta. Últimamente la suerte no me acompañaba.

-te esperas, estaba yo primero-gritó de vuelta. Y no tuve más remedio que resignarme a esperar.

Me apoyé en la pared y esperé. Oí como una puerta se abría y despegué mi mirada del suelo. Era Luke. Y lo único que llevaba puesto era un bóxer. La verdad es que me daba igual que estuviera en esas fachas. Tengo un hermano y no es nada nuevo. Pero se veía realmente sexy con sólo los calzoncillos, su pelo castaño revuelto y su expresión de cansancio. Pero bueno ¿qué te pasa, Alex?

-podrías dejar de hacer ruido, por favor. Hay gente durmiendo-se quejó con voz adormilada.

-lo siento-me disculpé.

-es todo tuyo-por fin salió. Es peor que yo. Y mira que yo tardo lo mío. Pero lo de este chico no es normal.

-ya era hora-lo fulminé con la mirada y pasé a su lado para entrar al baño.

Empecé a desvestirme y a echar la ropa sucia en la cesta. Me miré en el espejo otra vez. Me veía aún peor. Todo mi cuerpo estaba plagado de heridas y moratones. Aparte de la venda que rodeaba todo mi torso y que tuve que quitarme para poder ducharme. No me veía tan mal desde hace tanto tiempo y duele, duele mucho.

Abrí la canilla y el agua caliente salió relajando así mis cansados y tensos músculos. Necesitaba mucho esta ducha. Cuando pensé que ya llevaba un buen rato debajo del agua, decidí salir para no enfadar a ninguno. Además, quería darme prisa si quería devolvérsela a Ryan y tenía que aprovechar que seguía durmiendo. Así que salí y me vestí con la ropa que había traído.

Al salir del baño Scott y Logan se encontraban esperando fuera.

-todo vuestro-les dije y cuando me vieron salir empezaron a pelearse por quien sería el primero.

Entré a mi habitación a dejar la toaya, el gel y el champú y luego bajé a desayunar. No había nadie en la cocina, así que por una vez hice el desayuno para todos. Y lo conseguí sin quemar nada. Estoy orgullosa.

Al poco tiempo se oyó una estampida bajar por la escalera. Un día de estos se caerán y yo estaré ahí con mi móvil para grabarlos.

-buenos días-dijeron todos a la vez y se sentaron en sus respectivos sitios.

-chicos-habló Zac-tenemos que ir a comprar cosas para la fiesta

He oído bien. ¿cómo que harán una fiesta? ¿y por qué no me lo habían dicho? de ningún modo pienso dejarles que hagan una fiesta. La última vez me encontré a un tipo durmiendo en mi cama. Y ni siquiera supe como entró si la puerta estaba cerrada. Tuve que sacarlo yo sola de allí, y digamos que el tipo no es que fuese como una pluma que digamos.

-¿cómo que vais a hacer una fiesta?-interrumpí su conbersación enfadada-¿cuándo pensabais contarmelo?

Me crucé de brazos y esperé una respuesta. Todos se miraron entre ellos como si esperaran que alguno tuviera la respuesta.

Viviendo Con Los MillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora