Familia Villalpando

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Alonso entró al cuarto con un vaso de agua y una pastilla para el dolor de cabeza. Me regañó por haber bebido tanto.

Ahora los dos estamos en la cocina de Alonso haciéndonos de desayunar. Él preparaba la masa para lo waffles y yo batía la crema y picaba la fruta. Seguía con la playera de Alonso y un pants de él.

─Entonces te subiste al escenario y empezaste a cantar y a agradecer como loca ─dijo Alonso entre risas─. Unos de tus compañeros te tomaron vídeo.

─¡Qué pena! ─chillé─ Pero seguro fui el alma de la fiesta. Sin mi no son nada.

Rio por lo bajo y sirvió los waffles, le puso la crema ya batida y la fruta. Se volteó para verme. Me tomó de la cintura y me subió a la isla de la cocina.

─¿Te he dicho que eres hermosa? ─me dijo dándome un corto beso en los labios.

─¿Te he dicho que eres súper cursi y meloso? ─tomé un bocado grande.

Sonrió ampliamente y empezó a darme besos por todo el rostro y el cuello.

─Hijo, necesito que... ─una mujer apareció por la puerta─ Oh, lo siento. Sigan con lo suyo ─se fue cerrando la puerta.

Empezamos a reír y comimos tranquilamente. Vi que de vez en cuando se entre abría la puerta y podía ver otros rostros. Se escuchaban unos susurros por detrás.

─Ya saben que estás aquí.

─Me mostraré con tu familia en pijama. Será mi mejor presentación ─dije sarcasticamente.

Limpiamos lo que usamos y abrimos la puerta. Justo cuando lo hicimos dos chicos cayeron al piso y un hombre que estaba atrás de ellos empezó a reír. La mamá de Alonso se arregló el cabello nerviosamente.

¿Qué no me ha visto?

─¿Eres Vicky? ─me preguntó un niño levantándose y mostrando su mejor sonrisa─ Alonso no para de hablarnos de ti y cuando le decimos que te traiga... ─no pudo terminar porque Alonso le tapó la boca.

─Soy Diego y él es Braulio ─se presentó el otro chico.

─Martín y mi esposa Columba ─se presentó el padre de Alonso.

─Y yo Victoria, aunque eso ya lo saben ─reí nerviosa. ¡Dios! Esto es extraño incluso para mi.

Los seis nos fuimos al living. Oh no, se acercan las preguntas y anécdotas incómodas.

─Siento que ya te había visto antes Victoria ¿en qué trabajan tus padres? ─me preguntó Martín.

─Mi papá es supervisor de calidad de la Coca-Cola y hace muchos viajes a diferentes plantas del país. De niña iba con él, tal vez me vio en alguna ocasión por ahí.

─Lo más probable. ¿Y tu mamá?

─Murió hace unos años ─en cuanto dije eso todos me miraron y guardaron silencio─. Fue en un accidente automovilístico, yo tuve que someterme a varias cirugías... no me gusta hablar del tema.

Seguimos hablando de cualquier cosa. El hecho de estar en pijama ya no me incomodó. Después de un rato los padres y los hermanos de Alonso se tenían que ir.

─No olviden protegerse, no quiero ser tío tan pronto ─dijo Diego en la puerta de la casa.

─Lo haremos duro pero seguro ─le grité. Escuché una carcajada de parte de él.

Miré a Alonso y este estaba sonrojado nivel Dios─ te pasas Vicky ─me dio una palmada en el muslo.

─Así me quieres ─le di un beso en los labios y me levanté─. Ya es hora de que me vaya a mi casa ¿tienes ropa que me prestes?

Alonso abrió los ojos al tope y fue corriendo hacia las escalera.

¿Ok?

Unos instantes después, bajó con un vestido floreado.

─Te gustó verme con vestidos ultra femeninos eh.

─Pensé que te gustaría ─dijo agachando la mirada y moviendo su pie izquierdo como niñito─. Lo vi y me acordé de ti así que lo compré.

─Sólo por esta ocasión ─tomé el vestido─. Pero no tengo zapatos para el vestido y no pienso usar mis tacones.

─No te preocupes por eso. María me dio unos zapatos tuyos ─dijo Alonso con tranquilidad.

Todo esto ya estaba planeado. Mis amigos ven el futuro. ¡Oh por Dios!

Fui al cuarto de Alonso y me cambié. El vestido me quedaba muy bien y estaba bonito. Me puse Los zapatos, unas botas café altas. Pasé a su baño y me mojé un poco el cabello para acomodarlo y me lavé la cara. Dios, y así me presenté con la familia de Alonso.

Bajé las escaleras y fui al living donde se encontraba Alonso hablando por celular.

─Tu familia es rara ─le dije abrazándolo por atrás.

─Sí, ya voy... no, es Vicky. Si acepta sí... ok, adiós ─ colgó y se dio la vuelta para mirarme─. Mira quién lo dice. Ninguno de mis hermanos tiene un estudio de tatuajes o tiene una colección de insectos disecados. Aparte de que mi papá no es un cocinero que es tierno con su hija y casi me mata cuando me vio.

─Cállate exagerado. Ahora dame un beso ─ me puse en puntitas. Dios, debo parar,parezco niña mensa enamorada.

─Te quedó muy bien el vestido ─dijo cuando se separó de mi─. Por cierto ¿quieres acompañarme a un ensayo?, le dije a tu papá que te dejaría en la noche.

─Sigo diciendo que todo esto estuvo planeado ─los dos reímos─. Sí te acompaño. Así me podré echarle carrilla a Bryan. Algo trae con mi prima.

Salimos de la casa. El clima se dio un descanso de corrientes de aire heladas o de días nublados, estaba el sol brillando el el cielo aunque no calentaba mucho.

La Chica del Ukelele (A.V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora