Penúltimo capítulo
—Eso sería todo chicos —anunció Samanta
Salimos agotados de la cabina de grabación.
—Descansen bien por favor. Lo digo más por ti Tori.
Salimos del edificio. Alonso ya me esperaba afuera.
—Te veo mañana —se despidió Camille. Me estaba platicando de una chica muy linda que conoció en un concierto.
Me despedí con la mano de los otros. Caminé hacia Alonso y le sonreí.
—Te ves tan tierna cuando tienes sueño —me abrazó y depositó un beso en mi coronilla.
—Ya vámonos si no me dormiré en tus brazos aquí mismo.
Me abrió la puerta del auto y entré. Él cerró la puerta para luego rodear y subirse.
—Tengo una sorpresa para ti mañana —dijo emocionado— y sé que te encantará.
Sólo asentí con la cabeza y me quedé profundamente dormida. Ni me di cuenta cuando llegamos y Alonso me dejó en mi cama.
—Buenos días cariño —Alonso entró al cuarto y dejó sobre mi regazo una pila de hot cakes, jugo de naranja y fruta.
—Que lindo eres, gracias —tomé un trozo de fruta y lo llevé a la boca—. Por cierto, dijiste que tenías una sorpresa para mi ¿qué es?
—Espera un poco mi pequeño saltamontes.
Comimos juntos el desayuno. Me encantaba cuando se quedaba a dormir.
Después de la muerte de papá mis hermanos se mudaron. Manuel regresó a Guadalajara y Nicandro ahora vive hasta el otro extremo de la ciudad.
Hay días en donde me paseo por donde antes trabajaba, saludo a mis antiguos compañeros y recuerdo viejos tiempos.
—¿Qué pasa cariño? —Alonso interrumpió mis pensamientos.
—Nada Alón. Es sólo que ahora esta casa se siente enorme sin mis hermanos y peor sin mi papá.
—Los cambios así de repentinos son difíciles de asimilar —acarició mi cabello y luego me dio un beso en la nariz—. Ahora vístete, es hora de la sorpresa.
Salió de la habitación cargando la bandeja con los platos sucios. Me quité las sábanas y fui a mi armario. A Alonso le gusta verme con vestidos así que saqué uno.
Era blanco con manchas naranjas, negras y rosas simulando ser pintura. Me puse unos zapatos de piso negros y até mi largo cabello en una coleta alta.
—¿Ya estás lista Vicky? —preguntó Alonso cuando entró.
—Emm... sí.
Sonrió de oreja a oreja y se acercó a mi— ¿Por qué alguien como tú se fijaría en alguien como yo? —pasó sus brazos por mi cintura para abrazarme.
—La pregunta aquí es ¿por qué rayos me enamoré del chico que me acosaba?
Se separó de mi y me miró a los ojos—. No me arrepiento de nada.
—Bueno, ya cállate y muéstrame mi sorpresa.
—Me sorprende lo linda y romántica que eres —dijo y luego besó mi frente—. Pero así, toda mensa y torpe, te amo.
Salimos de la casa y nos subimos al automóvil.
Estuvo conduciendo por unos minutos. Aunque fuera de mañana había bastante tráfico.
—Hemos llegado —dijo Alonso deteniéndose en frente de una casa.
Mientras me quitaba el cinturón de seguridad, Alonso salió del auto y me abrió la puerta.
—¿Por qué me trajiste aquí?
—Ya verás. Ven —tomó mi mano y nos dirigimos hacia la casa. Abrió la puerta y me dejó pasar—. ¿Qué te parece?
Era espaciosa. Sus paredes estaban pintadas de blanco y tenía los pisos de madera. Había una puerta francesa que daba al gran jardín.
—Por lo que veo, está bien. ¿A qué lleva todo esto Alonso?
—Bueno... digamos que... compré esta casa. Quería que viviéramos juntos.
Aahh, ahora que lo pienso es bastante obvio.
—Entonces ¿cuándo empezamos la mudanza?
—¡Oh por Dios! ¡¿Eso es un sí?! —dijo muy emocionado.¿No se supone que yo debí ponerme así?— Primero te voy a mostrar toda la casa. Ya después vamos a empacar todo y a traerlo.
—Trancas trancas Alonso. Con calma.
Caminó hacia mi y me levantó. Empezó a dar vueltas mientras reía.
—No sabes cuanto te amo —dijo cuando paró y después besó lentamente mis labios.

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La Chica del Ukelele (A.V)
FanfictionVictoria Cervantes es una chica de 18 años, cursa el último año de preparatoria. Es alguien ruda, bromista y atrevida; pero también es risueña, alegre y talentosa. A pesar de no ser la típica chica adolescente es querida por sus amigos, atrae la mir...