Volteé y vi que era... un momento... era Aarón, el chico que fue mi pesadilla en todos estos años, por el que sufrí muchos abusos, golpes, burlas, el chico por el cuál me cambié de escuela y, ahora, él se encuentra aquí, conmigo, a mi lado.
- ¡Sebastián Lizárraga! veo que el destino nos quiere juntos, no te preocupes, me encargaré de que lo pases genial, así como... en nuestro colegio anterior, ¿Lo recuerdas? - lo dijo con un tono sarcástico y una mirada maliciosa. - Por cierto, cuidado vayas a vomitar de nuevo en los zapatos del profesor jajaja.
Cuando me dijo eso se me vino un recuerdo espantoso. Recordé cuando estaba en mi anterior colegio, ese día me había levantado tarde y con náuseas, por la comida que había comido la noche anterior, aún así mi madre me obligó a ir a la escuela. Cuando llegué las náuseas seguían y ya no las aguantaba, al llegar al salón, el profesor se encontraba explicando la clase, me dijo que pase y que me dirija a mi carpeta, no aguanté más las náuseas y vomite todo lo que había comido en su zapatos. Escuche la risa de todos mis compañeros y sus burlas que decían ''Sebastián, el niño vómito''. Levanté la mirada hacia el profesor, me sentía muy avergonzado y tenía lágrimas entre los ojos, este me dijo que no me preocupara, que esté tranquilo y que lo acompañe a la enfermería, luego se dirigió hacia mis compañeros y los calló diciendo que a cualquiera puede ocurrirle eso.
(De vuelta a la realidad)
Las palabras de Aarón hicieron que me ponga más nervioso y temblaba un poco.- Sebastián, relájate, respira. - me dije, nervioso.
Los dos llegamos al salón, el profesor nos vio y nos analizó de pies a cabeza con la mirada.
- ¡Llegan tarde! - dijo este, frunciendo el ceño - bueno no importa. Preséntense y luego les asignaré sus lugares.
Primero comenzó Aarón.
- Hola, me llamo Aarón Altamirano, tengo 15 años y vengo del colegio Antonio Raymondi. Ya, ya está profe, ¿algo más?. - Lo dijo con tono malcriado.
- No, eso es todo, alumno. Ahora siéntate al fondo a la izquierda, al costado de los alumnos Frank y Max.
- Dale profe.
Ahora tocaba presentarme. Vi que todos estaban atentos, mirándome. Busqué un punto para mirar para no ponerme nervioso. Al final, al lado derecho del salón, había un chico, con una polera azul marino, durmiendo. Me enfoqué en él y me presenté.
- Ho.. hola, me..me llamo....
- ¡Ahora eres Sebastián el ''tartaracho''! - gritó desde el fondo el idiota de Aarón.
Todos comenzaron a reírse.
- ¡No, otra vez no! - pensé. - Supuestamente esta iba a ser mi nueva oportunidad para poder ser yo mismo y este huevón la cagó. - Una lágrima resbaló por mi mejilla.
- ¿Ahora llorarás? Qué marica que eres - gritó Aarón, entre los alumnos, burlándose.
- ¡Es suficiente!, ¡Cállense todos! - gritó el profesor para que todos se callaran- Sebastián anda a tu asiento, siéntate al costado de Luis, el de la polera azul marino.
Fui a mi asiento, mientras me limpiaba las lágrimas. Me senté al lado de Luis. Desde acá pude ver lo grande que era el salón, las paredes color crema, ventanas grandes que daban al jardín con árboles grandes y flores del primer piso.
Aaron me miraba desde el otro extremo del salón, con una mirada maliciosa que emanaba odio y burla. Decidí no hacerle caso, saqué mis cuadernos de la mochila. Mi carpeta se movió y me asusté. Era Luis, creo que había tenido una pesadilla, este se sentó bien, como listo para prestar atención. Me quedé mirándolo, era demasiado hermoso, recorrí cada centímetro de él con los ojos. Tenía unos labios rosados y carnosos, cejas gruesas y semi pobladas, ojos extremadamente azules (parecían artificiales pero no lo eran, eran de verdad), su cabello también era hermoso, era largo, lacio y de color rojizo. Sentí que me enamoré pero luego pensé que no puedo enamorarme, soy yo, osea yo, Sebastián, un tímido, inseguro y antisocial, alguien que hace el ridículo hasta por mover un dedo, además, Luis no parecía alguien a quien. Le gusten los chicos.
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Un nuevo comienzo
Teen FictionEsta es la historia de Sebástian Lizárraga, un chico de 15 años quien se cambia de escuela para poder empezar de nuevo y dejar su pasado atrás, pero lo que no sabe es que este lo va a perseguir y tendrá que enfrentarlo sea como sea.