Episodio 12: Felices Vacaciones

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El ambiente se puso incómodo.

- Me tengo que ir, ya es un poco tarde y mamá me va a castigar - dijo Luis, mientras se ponía a guardar sus cosas.

- Esta bien.

¡¿Está bien?! ¡¿Está bien?! Acabas de tener la oportunidad de tu vida y tú solo dices ¿está bien? ¿Qué te pasa? Dile que se quede más tiempo - me dijo mi Yo interior.

- Lu...

- Nos vemos, ya mi taxi está abajo - Dijo Luis, saliendo de la habitación, dejándome con la palabra en la boca.

- Espérame un toque, me pongo una polera y te acompaño.

- Te espero abajo.

Luis bajó las escaleras. A los 2 minutos bajé yo también y fui a la entrada de mi casa pero no había rastro de Luis, ni del taxi, al parecer estos dos se había ido.

Metí mi mano en uno de los bolsillos de la polera y me di con la sorpresa de que ahí estaba mi celular todo el tiempo, sólo que tenía muerta la batería. Subí a mi habitación y cargué el teléfono. Cuando ya lo pude prender, al fin, traté de mandarle un mensaje a Luis preguntándole por qué se fue, y que la excusa que le dio no era del todo cierta, pero no le llegaban los mensajes, ni tampoco tenía foto de perfil, al parecer me había bloqueado. Me puse súper triste y me lancé sobre la cama, no podía creer que un beso, que ni si quiera fue de verdad, haya malogrado nuestra amistad. Por mi maldita culpa se acabó la relación amical que tuve con Luis, él fue el único mejor amigo que tuve y yo la cagué, como siempre, ahora ya me quedaré solo, así me quedaré por siempre. - me quejé, en un mar de lágrimas

Al día siguiente, fui a clases, como todos los días y me senté donde siempre, al costado de la carpeta de Luis. Esperé con ansias que este viniera pero no, no vino. Fácil aún seguía suspendido. Él me dijo que lo suspendieron unos días así que ya mañana tiene que venir, además, tenemos examen de matemática.

Al día siguiente pasó lo mismo, Luis no vino a la escuela. Ya me estaba preocupando, eran dos días seguidos que no venía, ni si quiera para el examen. Me puse triste, hasta que escuché a alguien entrar.

- Disculpe profe... el tráfico... usted sabe.

- Pase... en un momento tomaré el examen - dijo el profesor de matemáticas.

Luis caminó hacia mi, sin hacer contacto visual, me estaba ignorando completamente.

- Lu...

Me dejó con la palabra en la boca y se sentó en la carpeta de atrás, lo cual me puso bastante triste. Luis nunca me había ignorado de esa manera. Volteé a verlo y le quise decir algo pero el idiota del profesor me llamó la atención e hizo que me volteara a ver el examen.

Este terminó y el timbre de recreo sonó, esa era mi oportunidad de hablar con Luis. Guardé mis cosas rápidamente y salí del salón. Seguí a Luis por las escaleras hacia el primer piso.

- ¡Luis! - grité.

Este me escuchó y bajó las escaleras más rápido, me apresuré e hice lo mismo. Ya en el patio lo volví a ver y quise acercarme pero apareció Cayetana, quien me miró, y pude leer en sus labios que le preguntaba que había pasado y que este no le decía nada.

Al día siguiente pasó lo mismo, y así sucesivamente, siempre que quería verlo este me esquivaba y se encontraba con Cayetana. Así que me rendí, lo peor es que me estresaba porque ya era el último día antes de salir de vacaciones, y no lo vería hasta dentro de una semana. Me sentí frustrado.

Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora