Capítulo Ocho

911 78 4
                                    

De vez en cuando miraba de reojo a Carter e intentaba sonreírle. Sabía que me estaba hablando de algo, pero la verdad es que no me había esforzado en ponerle la más mínima atención. Tenía mi cabeza en otra parte, más bien en Max. Tenía que encontrar alguna forma de hablar con él de nuevo. Esto no se podía quedar así, ni siquiera me dio una explicación válida para terminar lo nuestro. Él sabía que esto no se podía terminar fácilmente, llevábamos mucho tiempo juntos, el amor no se acaba de un día para otro y todo había estado relativamente bien en nuestra relación antes de que fuéramos a Rousel. Algo ahí tenía que haberlo hecho cambiar de opinión. Algo o alguien.

- Amanda.

Llamó mi atención Carter. Rápidamente lo miré, haciendo un amago de sonrisa.

- ¿Sí?

- Te estaba preguntando de qué sabor quieres tu helado.

Miré al frente y note que un chico estaba con el cono en su mano, esperando a que le dijera el sabor de mi helado. ¿En qué momento nos habíamos detenido para comprarlo? Ni siquiera recordaba haberle dicho que sí.

- Oh... -asentí sin mucho ánimo- de chocolate, por favor –murmuré en dirección al chico-

- Quiero proponerte algo –dijo Carter colocándose justo frente a mí, impidiendo que mi vista siguiera divagando por el lugar en busca de Max-

- ¿Qué cosa?

Justo en ese momento el chico me entregó el cono. Miré la bola de helado y un nudo se formó en mi estómago, provocando que perdiera el apetito. ¿Ahora por culpa de esa maldita Selt iba a detestar el chocolate? Suspiré y volví a fijar mi vista en Carter.

- Estaba pensando en si quieres ir a cenar conmigo esta noche, como una forma de agradecimiento por el tour que me hiciste.

Sin duda estaba agradecida de su invitación, y ya me imaginaba los rumores que iba a provocar en el pueblo si salía a cenar con él. Se notaba a leguas que era alguien de mundo y que obviamente estaba aquí de paso, como un turista más, por lo que la imaginación de la gente iba a ser tremenda; desde un "Era obvio que ella iba a enamorarse de alguien más estando en la capital" hasta un "Ambos se están engañando", y no estaba realmente lista para aclarar cualquier rumor que llegara a los oídos de mi madre.

Le di otra pasada a mi helado y me quede mirando a Carter. Hoy se veía como un chico más, estaba usando una polera con cuello en tono negro y unos jeans oscuros más zapatillas, aunque sus lentes de aviador lo hacían verse mucho más atractivo; pero hoy no tenía esa apariencia de profesor de universidad, era simplemente un chico guapo que estaba paseando con una chica. La curiosidad por conocerlo más iba poco a poco ganando terreno, pero también algo dentro de mí me decía que lo mejor era mantener las distancias.

- Tomare el helado como una forma de agradecimiento –dije obligándome a sonreír- no creo que sea buena idea salir a cenar. No por ahora.

- Entiendo –dijo asintiendo con un movimiento de cabeza y cruzándose de brazos sobre su pecho- me imagino que esto es por Max ¿No? ¿Llevaban mucho tiempo?

Ahora que ambos habíamos tomado asiento en una de las mesitas que se encontraban al aire libre, se me hacía mucho más difícil intentar esquivar su mirada, por mucho que ambos estuviéramos usando lentes de sol, sentía sus ojos fijos en mí. Me acomodé en la silla, recargando mi espalda en el respaldo. Aún no estaba lista para dar detalles de mi relación después de haber terminado, de hecho, ni siquiera era capaz de aceptar que se había acabado. En mi mente todavía estaba la ilusión que en cuanto llegara a casa de mis padres, él estaría esperándome allí con su particular sonrisa.

Los Warner #2: No confíes en nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora