Retrocedí otro par de pasos sin atreverme a quitarle la mirada de encima. Él hacía lo mismo. Parecía estar expectante de cada uno de mis movimientos. Intenté controlar mi respiración para no parecer asustada ante su extraño comportamiento. Aunque ya no podría entrar a mi mente, sabía perfectamente leer y entender cada una de las reacciones de mi cuerpo. No podía delatarme.
- ¿Por qué me miras así?
Pregunté casi en un hilo de voz. De inmediato aclaré mi garganta y me vi en la obligación de ponerme rígida para demostrarle seguridad.
- Estaba pensando... -dice al momento en que se cruza de brazos y uno de sus dedos rasca lentamente su barbilla- en que no sé por qué te dejé ir.
- Creo que ya hemos pasado por esto antes, Max. Ya terminamos –dije con algo de dificultad- nuestra relación está en el pasado y...
- El problema es que te quiero devuelta, y no sé por qué.
- ¿Cómo?
Fruncí mi ceño ante su confesión. Tenía que estar bromeando.
- Que te quiero devuelta, Amanda.
Negué con un débil movimiento de cabeza.
- No –murmuré- no podemos volver a estar juntos.
- Por supuesto que sí –dice dándome una mirada como si lo que acabara de decir fuera algo estúpido- sabes que no puedes negarte. Sigues sintiendo lo mismo por mí que hacía meses atrás. Me quieres tanto como yo te quiero a ti.
Abrí mi boca para decir algo, pero en realidad no fui capaz de articular nada. Recordé aquel tiempo en que me gustaba y él se portaba como un patán conmigo, jugando y haciendo lo que quisiera con mis sentimientos, pidiéndome enamorarme de él para luego rogarme lo contrario, hasta que finalmente terminaba asumiendo sus sentimientos por mí. Esto que estaba pasando ahora me recordaba a aquellos tiempos en que Max no parecía tener claro lo que quería. Pero esta vez yo sí lo sabía. No íbamos a intentarlo de nuevo.
- No –insistí con más seguridad- no voy a volver contigo, Max.
- ¿Por qué no? –preguntó alzando la voz-
- Por qué no.
Suspiré. Sabía que esa no era una respuesta clara, es más, ni siquiera decía algo de lo pensaba al respecto, pero ¿es que no le había quedado claro antes? Le grité en su cara que ya no lo necesitaba, que prefería estar con Carter antes que con él ¿Cómo es que ahora me estaba pidiendo que volviera con él?
Tenía un muy mal presentimiento. Algo me decía que la extraña y repentina aparición de Max no significaba nada bueno, ni menos después de la insólita llamada de Eric. Recordé entonces que ellos me necesitaban, aunque esa no había sido realmente la razón por la cual salí corriendo casi desesperaba. Quería creer que Max me necesitaba tanto como yo lo necesité, pero al parecer no era así. Me había equivocado.
- Sé lo que está sucediendo en Rousel y...
- ¿Ya te fue con el cuento, no? –me sonrió sarcástico-
- ¿De qué hablas?
- De Eric –dijo con burla y dando un paso en mi dirección, manteniendo sus manos dentro de los bolsillos delanteros de su pantalón- no sé cómo es que fui tan idiota de confiar en él después de todo.
Fruncí el ceño y guardé silencio. Sentía que me estaba perdiendo de algo. Hablaba como si lo odiara, como si hubiésemos vuelto a ese año en que Eric hacia lo que su padre quería. Cuando me secuestró.
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Los Warner #2: No confíes en nadie
ParanormalAmanda creía estar fuera de peligro. Ahora que se había alejado de toda la comunidad Rogenes y de su pueblo natal, estaba segura de que todo había vuelto a la normalidad , pero estaba muy equivocada. Su vida había dejado de ser normal desde la apar...