Antes de que logre ponerme de pie siento un puñetazo contra mi mandíbula, provocando que nuevamente caiga sobre la tierra. Suelto un quejido en respuesta. El mareo parece incrementarse y la sensación de hormigueo en el cuerpo parece no querer desaparecer. Maldigo para mis adentros. No puede ser que nuevamente otro Rogenes esté bajo el mandato de un Selt ¡¿Es que no se supone que eran los alienígenas súper poderosos?! ¿Cómo podían ser tan débiles como para dejarse manipular así? Ahora entendía por qué ellos intentaban mantenerse alejados, porque eran la raza débil, los que podían ser controlados con facilidad, los que no tenían a alguien que tuviera un gran poder.
Ahora ya no tenía que pasar por la misma incertidumbre de antes, sabía que Eric estaba siendo manipulado, por lo que nada de esto lo hacía conscientemente. Apoyé una de mis manos contra mis costillas que era donde más me dolía, mientras volvía a ponerme de pie. Junto a él estaba la sombra que me había lanzado por los aires. A simple vista me di cuenta que era una mujer. Di un largo suspiro. Definitivamente las Selt tenían algo personal contra mí.
- ¿Dónde está Max? –pregunté en un susurro que me costó decir mucho más de lo que pensaba-
- Tu nivel de estupidez me sorprende, Amanda –dice con diversión la voz femenina. Voz que por cierto, se me hacía tremendamente familiar-
- Supongo que fue otro truco, ¿No? –suelto con sarcasmo, esbozando una media sonrisa, intentando verme segura- Dios... -susurro alzando la mirada como si le hablara al cielo- ¿En serio piensas que esto no me lo esperaba?
- ¿Qué? –murmura escuchándose sorprendida-
Sonrío al tiempo en que tomo asiento sobre la roca, sin dejar de presionar contra mis costillas. El dolor está prácticamente matándome, pero no me moveré de aquí hasta que logre mi objetivo. Hacer desaparecer a otra Selt.
- Lo supe en cuanto lo vi –dije intentando no sonar adolorida- ¿Es que acaso piensas que no aprendo luego de una primera vez?
No necesito mirarla para notar su reacción. El brillo rojizo se intensifica y sé que he aumentado su molestia. Me preparo mentalmente para lo que se viene. De pronto siento el cuerpo de Eric abalanzarse sobre mí, tirándome hacia atrás y golpeándome la mejilla de un puñetazo. Mis ojos se llenan de lágrimas ante el insoportable dolor. No me importa llorar por esto, simplemente tengo que deshacerme de ella antes de que Eric lo haga conmigo.
- Maldición... -murmuro intentando zafarme de otro de sus puñetazos. Levanto mi pierna derecha con fuerza y con la rodilla golpeo su entrepierna, tomándolo desprevenido, provocando que caiga hacia mi izquierda-
- Joder... -escucho que susurra-
Rápidamente intento ponerme de pie he ir en dirección a la chica quien parece estar preparada esperándome. Cuanto más me acerco, el cosquilleo en mis manos se vuelve más intenso y sé que es por culpa de lo que tiene en su pecho. Algo dentro de mí se siente con esa necesidad desesperante de apoderarme de cada uno de ellos.
Estiro mi brazo en su dirección y fijo mi mirada en sus brillantes ojos rojos, pero entonces noto que la sombra comienza a desaparecer para tomar forma humana. Me toma totalmente desprevenida y mi boca cae abierta al darme cuenta de quién es la chica.
- Pilar... -susurro casi sin aliento-
- Hola, Amanda –me saluda esbozando media sonrisa-
Retrocedo un par de pasos, confundida y negando con mi cabeza. Pilar es la novia de Diego. Pilar se había convertido en mi mejor amiga en la capital. Esto tenía que ser un chiste, ¿Cómo podía ser tan idiota para estar cerca de dos Selt sin siquiera darme cuenta?
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Los Warner #2: No confíes en nadie
ParanormalAmanda creía estar fuera de peligro. Ahora que se había alejado de toda la comunidad Rogenes y de su pueblo natal, estaba segura de que todo había vuelto a la normalidad , pero estaba muy equivocada. Su vida había dejado de ser normal desde la apar...