23. El Otro.

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Kaine era un chico promedio. Moreno, ojos castaños, un ingenio grandioso y una actitud siempre positiva. 17 años, había crecido en un orfanato y no había vivido una vida dramática, ni había tenido algún incidente con una araña radioactiva o una metralla en su corazón. No, Kaine era sólo un chico normal. Un civil en los cómics y en las historias, digamos, casi un extra en el mundo de los superhéroes. O eso creía. Un día compró el Daily Bugle: "Amenaza Mundial, y esta vez no es el Hombre Araña" se leía en el encabezado. Había dos fotos, Superior Iron Man y el Dr. Doom. Kaine se figuraba como podrían estar ellos dos destruyendo al mundo cuando escuchó su nombre proveniente de un callejón. Esto, lógicamente, llamó su atención. Se debatió entre ir o no, y finalmente caminó en dirección a donde había escuchado su nombre.

Kaine se encontró con un muchacho bastante parecido a él, de hecho, podía estar viendo su reflejo.

— Eh... Esto es algo extraño.

El extraño extendió su mano, sonriendo de lado.

— Kiubo, morro. Soy el Kairo y te voy a llevar a unas vacaciones gratis.

Kaine arqueó una ceja.

— ¿Crees que aceptaré la invitación de un extraño?

— Tendrás que.

El aterrador Deathstroke y el Fantasma aparecieron detrás de Kairo, causando que Kaine se paralizara del miedo. ¿Qué le iban a hacer? No tenía nada de valor, no era un blanco importante, no era un superhéroe, no serviría como rehén, él era sólo un chico de Manhattan.

— ¿Q-qué quieren de mí?

Deathstroke lo sostuvo del brazo y lo acercó para evitar que huyera.

— ¿Tenemos que llevarlo entero?

Arno aterrizó en el callejón junto con Landeros y Batsy. Arno fue el primero en hablar:

— Caballeros, denos al muchacho y les prometo que esto solo les dolerá un montón...

— Fantasma —le advirtió Landeros—, desaparece de esta, por tu bien.

Batsy se mantuvo en silencio y hasta rodó los ojos, el humor de los Stark le parecía muy tonto.

— Nah, creo que no.

Deathstroke sostuvo más fuerte a Kaine. La misión era llevárselo hasta Latveria, ante Doom. Batsy reaccionó rápidamente y le lanzó uno de sus batiboomerangs a Deathstroke, para que dejara al chico. El mercenario tenía sentidos y reflejos aumentados, era poco probable que le diera.

— ¿En serio es todo lo que tienes?

Landeros cargó sus repulsores y Arno también cargó todas las armas de su armadura, pequeños proyectiles de puertos gemelos, sus repulsores, etc.

Kairo desenfundó dos colt y empezó a dispararle a Arno, buscando distraerlo. El Fantasma se quedó quieto, mirando a Landero. Una sombra se posó sobre los mercenarios; Félix.

— Ya sabes cómo te fue, Slade, largo.

— No mames, ya llegó el blondie.

— Como ordenes... —Cargó a Kaine sobre su hombro, saltando hasta un tejado y corriendo con éste.

Kaine gritaba y trataba de resistirse. El Fantasma y Kairo lo siguieron.

— Ay, saben de qué hablaba...

Deathstroke se estrelló de frente a Félix.

— Duh, súper velocidad. Ahora entréguenme al chico.

Stark Chronicles: Fase 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora