25. Los Niños Diamante.

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Había pasado un fatídico mes y nada. Víctor no se arriesgaría a tenerlos en su Castillo, no estaban en Sokovia, Symkaria, Carpasi o alguna casa de seguridad conocida de Víctor. A Félix le había afectado más. Los Hamada sabían que su hermana era una guerrera, pero igualmente estaban angustiados.

— ¿No hay manera de rastrear las naves, Arno? ¿Algo?

— Si, Arya. Obviamente fueron primero a Latveria, pero Kaine no los encontró. La señal del cuarzo de Steven no está. Puede tener un hechizo o algo así, pero no he conseguido rastrearlo.

— Steven y Connie son fuertes, Félix —trató de consolarlo Hiro.

— Estarán bien —lo secundó Dashi.

— ¿Mandaron a Kaine? —inquirió Ness.

Greg se pasó una mano por el cabello.

— Dos veces por semana, ya ha ido a los alrededores de Latveria, al castillo y a cualquier otro lugar...

Félix bebía, no podía embriagarse pero el sabor lo relajaba. Jake frunció el entrecejo.

— Landeros, Dashi y Arno han trabajado por encontrarlos. Creemos que su señal biológica ha cambiado.

— Podrían haber hecho algo en ellos como lo que hicieron con Tony... —Frunció los labios—. Quizás pueda entrar en su mente para buscar su ubicación, necesito volver al mindscape...

— Por el momento no hemos tenido nada positivo... —murmuró Dashi.

Landeros se veía muy serio.

— Nada.

Estaban hablando por teléfono con Greg Universe, el padre de Steven. Tenían que mantenerlo al tanto de la situación de su hijo.

— ¿P-Pero a que te refieres con la señal biológica?

Arthur le respondió, frío:

— Que están muertos. Ni las inversiones ni el OBEY afectan la señal biológica...

Arno alzó la cabeza de golpe.

— Eso es, señal biológica... Han cambiado su genética.

— Si aún están vivos —agregó Ness.

— Lo están, si los quisieran muertos, nos habrían matado a todos desde hace meses...

— ¿Pueden dejar de decir cosas desalentadoras? —Los interrumpió Arya, molesta—. Están poniendo nervioso al señor Universe.

Félix se había terminado otra botella, fue a la cocina por más y encontró a Steven y Connie. Abrió los ojos como platos y se quedó en shock. La botella estrelló contra el suelo y se hizo añicos.

— Oh dioses... —Los abrazó—. ¿E-están bien?

— Obviamente, estamos mejor que nunca... —En sus ojos resplandecía un diamante con un chillón y brillante amarillo.

— ¿Se asustaron debido a nuestra desaparición? —Inquirió Connie.

— ¿Que les pasó...?

Steven sonrió, tétrico-

— Lo mismo que te pasará a ti...

— Eso es. —Arya colgó y golpeó su puño contra su mano—. ¡Tod! —Alzó al gato—. Respuestas, ¿dónde están? Las cosas se estaban tornando a nuestro favor, eso significa que hicieron algo con ellos para tomar ventaja.

Tod se limitó a maullar.

— Gato inútil.

— ¿Oyeron eso? —preguntó Zuaa.

Stark Chronicles: Fase 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora