Stark Chronicles: Fase 1

17. Escape mental.

Greg estaba en el despacho de Tony. Arya entró también, arqueando una ceja.

— ¿Por qué visitas un lugar tan desolado?

— En primera, en este lugar desolado está tu súper guarida de bruja. En segunda, busco como regresar a Tony.

— Pero es desolado.

Tenía a Tobías en el hombro. Era un bebé y le costaba volar, así que tenía que llevarlo con ella cargándolo.

— Si tu pajarito ese me deja un regalo, te juro que comeremos pollo rostizado.

— Tobías es bueno. —Acarició su pico—. En fin, ¿crees que haya algo aquí?

— Debe de. Tony escribió mucho después de Genosha...

Tod entró, al ver a Tobías se convirtió en humano, casi de forma involuntaria.

— ¡UN FÉNIX!

— MÍ fénix. —Arya abrazó a Tobías sobreprotectoramente.

— Oh, dioses, es tan hermoso... —Su ojo, de varios colores, empezó a cambiar de tonos rápidamente. Rojo, rosa, morado. Esos tonos no eran de sorpresa, eran de excitación—. Ese tono dorado con ojos verdes es tan... —Mordió su labio inferior. Pero los ojos de Tobías eran castaños.

— Deja de hablar de mi hermano. —Le dio una patada, no tan fuerte.

Cuando volvió a ver a Greg, éste estaba tan rojo como un tomate, también se veía sorprendido y avergonzado.

— Ejem... Tony escribió mucho. Sólo que quiero saber si hay alguna forma de cambiarlo.

Tod flotó hasta llegar a las piernas de Greg, sentándose en su regazo.

— ¿Y si entran a su mente? —preguntó distraídamente.

— ¿Entrar a su mente? ¿Cómo?

Tod miró a Arya.

— Sabes como hacerlo...

Greg rodó los ojos.

— Mira en el Códex Gigas, por favor.

—... Son los dominios de Bill, tendría que pedirle permiso...

El demonio arqueó una ceja, ofendido.

— Son los dominios de mi familia. Bill, Catherine, Dahaka y yo dominamos la mente.

—... Ciertamente eres un poco... —Arya mordió su propio labio inferior—. Ehm... Menor a nivel que tus hermanos. Pero trataré...

— El Códex.

Un libro de hechizos. Arya sabía de dos de ellos, uno lo tenía ella, el segundo libro, una enorme enciclopedia con pasta negra, y como símbolo un triskel de plata. BS tenía el primero, un libro café con el triskel de oro.

— ¿El Códex? ... Tod, bájate de ahí.

— Le gusta. Puedo sentirlo...

Greg lo empujó con brusquedad.

Fue a su laboratorio a meditar. Se sentó en su escritorio, cerrando los ojos. Ya que Tod estaba ahí, supuso que tendría que pedirle permiso a alguno de los otros demonios. Bien, iría. Tras musitar un hechizo escrito en el Códex, el vacío llegó a la habitación. Tranquilidad se respiraba y hacía a Arya dormir más profundo. "Despertó" en el mindscape, una especie de pradera con colores tan tenues que parecía blanco y negro. Unos segundos ahí y se escuchó una risa muy aguda.

— ¿Quién está ahí? —Frunció los labios, mirando a su alrededor alerta.

El tenue sol que estaba allí se convirtió en un ojo.