29. Stark vs. Cabal I

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Los Stark estaban en Troya, cuando el comunicador sonó en alarma. Kiochi contestó, era Amadeus Cho, una de las quince mentes más avanzadas del planeta.

— ¡Tony! Mi mamá desapareció hace dos semanas... necesito que me ayudes...

— Amadeus, no tengo tiempo--

— Sí, ya sé que nunca tienes tiempo para tus hijos. Frida, María y Gabe pueden secundarlo. No llamé a los Vengadores porque triangulé la última ubicación de mamá: Latveria.

Tony apretó los dientes.

— Doom.

— ¿La habrá secuestrado como venganza por la Sangre de Guardián? —inquirió Kiochi.

— No. Helen Cho es una experta en bioquímica, pero si fuera algo personal habría secuestrado a Frida.

Greg arqueó una ceja.

— ¿Tu hija?

— Eso es. —Tony asintió—. Entonces no es algo personal, lo hacen con otros intereses.

— ¿Iremos a Latveria? —preguntó Jake.

Tony sonrió de lado.

— ¿Batman es Bruce Wayne?

Dashi lo interrumpió.

— Víctor no sería tan tonto para llevarla a Latveria. Debe de estar en alguno de sus palacios fuera de su país.

Y a su vez, Hiro lo interrumpió a él.

— ¿Alguien dijo Sokovia?

— ¿Creen que sea Sokovia? —Steven hizo una mueca.

— Sokovia es el campo de pruebas de toda Europa —corroboró el mayor de los Hamada—. Está allí.

— Tony, yo me quedo —dijo Arno—. Cuando fueron a Latveria vi unos planos, es mejor que yo me quede a esperar.

— Como quieras, vamos.


Sokovia.

Doom estaba en el desolado páramo invernal. Tenía a Helen Cho, una mujer coreana que había tenido amoríos con Tony hacia casi veinte años atrás —Amadeus, uno de los hijos de Tony, había salido de esos amoríos— prisionera en una máquina, esperaban a los Stark, que llegaron a Sokovia en un plan un poco más diplomático.

— Víctor, lo diré una vez. Déjenla ir.

— ¿No ves lo que sucede, Stark?

— Okey... — Tony atacó.

Llevaba con él a la Guardia de Hierro para que fueran contra los Doombots. La tierra tembló y un enorme traje salió del suelo, Kristoff Vernard lo manejaba. Los presentes observaron con asombro el espectáculo y Greg fue el primero en reaccionar.

— Arno, tenías razón. Trae al equipo B.

De las nubes bajo el enorme traje de Iron Metropolitan, junto con Félix, Arthur, Landeros y un enorme fénix; Arya estaba de regreso.

— ¿Qué? —Todos los Cabal se veían sorprendidos, pero el que habló fue Tai.

Doom respondió, casi en un gruñido:

— La Sangre del Guardián.

Arya se estiró, sonriendo de forma perezosa como si hubiera dormido una larga y recuperadora siesta.

— Ahhh, es increíble estar de vuelta.

Black Swan se encogió como un conejillo asustado.

— Oh, oh...

Stark Chronicles: Fase 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora