15. Void.

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Latveria.

Black Swan preparó a todos para el ataque, iban a provocar a los Stark para llevar la pelea en Sokovia, un estado fallido que no tenía importancia para el mundo.

— Al fin, ¡caos general! —Bill alzó los brazos.

— Al fin volveré a ver a Félix... —Dante sólo pensaba en venganza.

— ¡Al fin coquetearé con Arya Stark! —Máximus era un pendejo.

— Ustedes tres irán a aterrorizar Sokovia. —Ordenó Doom—. Los héroes no pueden entrar en ese territorio por políticas cobardes.

— ¡Nos perderemos la diversión!

— Será en otra ocasión, vamos.

— Allá irán los Stark, estúpidos. Allá será la diversión.

— ¡Pero yo quería en un lugar mejor!

— No hagas berrinche, me conformo con divertirme con ellos. Vamos.


Sokovia.

Bill, Dante y Máximus fueron los primeros en llegar. Observaron la ciudad, o lo poco que quedaba de ella. Pronto estaría peor. En cuestión de minutos, las casas que aún estaban en pie fueron quemadas, la gente torturada y los hombres humillados. El trío de lunáticos destruyó y asesinó con placer. Se deleitaron con los gritos de los inocentes.

— Bueno, eso fue divertido. — Bill posó las manos en su cadera, mirando a los lados—. ¡Pero no hay Starks a la vista!

— No tardarán... —Dante pateó el cadáver de un hombre.

Arno, Jake, Greg y Arya aparecieron.

— ¡Caballeros! —Exclamó Arno—. ¡Están en territorio soberano, les pediremos que se retiren, o los retiraremos!

La Armadura de Arno era roja con dorada, sólo que la máscara tenía acabados diferentes y tenía unas hombreras en forma de tuerca, que le daban un aspecto austero.

— ¡Tienen hasta que llegue el jet para obedecer!

— Y qué tal... —empezó Bill, apretando el cráneo de un civil hasta que la sangre escurrió entre sus dedos.

Lo lanzó hacia Máximus, que con un veloz movimiento le atravesó el pecho con su mano.

—... Si...

Se lo pasó a Dante, como si no fuera más que una pelota. Éste le dio una patada que lo estrelló contra un muro.

— No.

Bill los miró de nuevo, con una mano llena de sangre.

— Falta un Stark de esa rama familiar, pero creo que podemos encargarnos de los tres.

Jake agitó sus manos.

— Heeey, yo suplo a Tony...

Dante salió disparado. Félix usaba un traje amarillo con azul, que asemejaba al de Superman. Su cabellera rubia era agitada por el viento y el humo.

— ¿Qué hay, perdedores?

— Y el ego hace su aparición. —Arya arqueó una ceja.

— No, con "los tres" me refería a ustedes hombres, ¿no les dije que queríamos jugar con su hermanita? Aunque creo que ahora serán cuatro.

Dante gruñó, levantándose de entre las ruinas de una casa. Al ver a Félix, parecía más salvaje. Máximus rió:

— Lo hizo enojar.

Stark Chronicles: Fase 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora