Soñar no cuesta nada

CAPÍTULO 1

Hace ya dos meses me mudé a Nueva York, y todavía no me acostumbro a vivir aquí, extraño a mis abuelos, tios, primos, amigos y algunos chicos que deje en Miami, pero de ellos no vale la pena hablar.

Mañana comienzan las clases y estoy muy nervioso, ya que conoceré a gente nueva, chicos nuevos 😏, y además de que no se como les vaya a caer. Pero Mikeyla, mi mejor amiga, me dijo que me tranquilizara y que lo único que debía hacer es ser yo mismo.
          .......
-Ya es hora
-Voooooy mamaaa,te dije millones de veces que golpees la puerta antes de entrar
-Como digas, sólo ponete la mochila y subite al auto
-Okey
.....
-Llegamos.... ¿Qué te parece tu nueva escuela?
-¿Estas segura de que está es la escuela? (Cara de asombro)
-Si, es enorme ¿o no?
-Gigante diría yo.Bueno nos vemos ma, te aviso cuando salga así venís por mi (me baje del auto y cerré la puerta)
-Ahh... Sobre eso... Tenés que irte caminando a casa
-¿QUÉ? PERO SI... (Cerró la ventanilla y se fue hechando chispas)
....
Entre a la escuela la cual parecía la casa blanca, pero no lo era. Al entrar me tope con un grupo de chicas bailando, que por cierto lo hacían excelente. Y en ese momento dije.. ¿qué hago yo acá? Nunca en mi vida cante,ni siquiera baile, al fin y al cabo era la escuela de música más prestigiosa de la ciudad. En fin, le pregunté a un hombre que trabajaba allí cual era el salon 11 y amablemente me llevó hasta él.

Cuando entre hubo algo que me impactó y a partir de ese día ya no fui el mismo...