Capítulo 43: "Un rostro familiar"

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Ash, May, Pikachu y Torchic estaban de camino a Pueblo Rubello para el cuarto concurso de May. Pero para llegar allí debían pasar por una zona que era conocida por sus espesos campos de niebla. Y ese día no era la excepción. Había tanta niebla que era virtualmente imposible distinguir lo que había más adelante. Lo único que evitaba que se perdieran eran unas luces especialmente hechas para que se pudieran ver en medio de la niebla y cuidadosamente colocadas de modo tal que condujeran a la salida del bosque. Ash y May iban tan juntos como les era posible. Separarse nunca era una opción y menos en estas circunstancias. Ambos estaban con los sentidos alerta para alertar de cualquier peligro que se pudiera abalanzar sobre ellos. En un momento, May se tropieza con una roca pero Ash logra atraparla antes de que caiga al suelo.
Ash: Te tengo.
La ayuda a ponerse nuevamente en pie.
May: Gracias Ash. Detesto esta maldita niebla.
Ash: Yo también. Por desgracia no hay otro camino así que tendremos que aguantarnos. Solo espero que salgamos pronto.
May: Si. (toma la mano de Ash) Mantente cerca de mí.
Ash: Por supuesto.
Continúan avanzando. May miraba para todos lados y de vez en cuando le parecía ver una que otra sombra que los asechaba desde la vegetación. Con el correr de los minutos se ponía cada vez más nerviosa.
May: Este lugar es demasiado tenebroso Ash. ¿Cuánto falta para que salgamos?
Pero no obtuvo respuesta. May se giro solo para comprobar que estaba totalmente sola. Ash, Pikachu y Torchic habían desaparecido por completo.
May: ¿¡Ash!? ¿¡Pikachu!? ¿¡Torchic!? ¿¡Donde están!?
El silencio fue su única contestación. El miedo empezó a escalar por los nervios de May y amenazaba con inundarla y convertirse en pánico. No quería estar allí. Hubiera preferido estar en cualquier otro lugar. Preferentemente con Ash.
May: (pensando) ¡Concéntrate May! ¡No es momento para desesperarse! Debo relajarme y buscar a Ash. Estaba a mi lado hasta hace solo un segundo, no puede estar tan lejos.
May respira profundamente y logra tranquilizarse un poco. Mira alrededor buscando algún indicio de Ash. La buena noticia es que las sombras que habían estado persiguiéndola habían desaparecido. La mala es que no encontraba nada que la condujera a Ash.
May: (pensando) Supongo que la única opción es caminar.
Empezó a avanzar lentamente y con precaución, tratando de estar atenta a todo el terreno que la rodeaba. No podía divisar ninguna de las luces que indicaba el camino por lo que estaba literalmente ciega.
May: (pensando) ¿Me habré alejado del camino sin querer? Pero, de ser así, ¿cómo Ash no se dio cuenta que ya no estaba? Aunque, la verdad, yo tampoco era conciente de que me había separado de el hasta hace tan solo unos segundos.
Tras avanzar unos simples pasos casi se golpea la cara con una rama que estaba en el sitio exacto para incrustársela en toda la frente. May la esquivó por muy poco.
May: (pensando) Este bosque esta lleno de trampas. Y la niebla no ayuda. Tengo que encontrar a Ash cuanto antes.
Pero por mucho que caminará y llamará a Ash no había señales de el por ningún lado y mantener a raya la desesperación era más difícil con cada minuto que pasaba. Pero, en un momento, escucha algo que no debería estar allí. Una bella melodía empieza a llegar a sus oídos. Una que May reconoció al instante.
May: (pensando) Esa música... se que es pero... ¿quién estaría cantando en un lugar con este?
El sentido común le decía que ir a la fuente del sonido era una estupidez pero la venció la curiosidad. Guiada por la melodía, May caminaba con cautela y sus sentidos alerta. En un momento llega a la entrada de una cueva. Por un momento duda si entrar pero la curiosidad siempre era más fuerte que su voluntad y entró en la cueva. Por suerte, en ella no había niebla y podía caminar sin problemas. Además, unas extrañas plantas desprendían luz de distintos colores, dándole un aura casi mágica al trayecto. En otras circunstancias, May se hubiera quedado a admirar esas vistas durante una o dos horas. Pero no era el mejor momento para ser contemplativa. Atraviesa la cueva sintiendo la música cada vez más fuerte. Finalmente, llega al origen. Lo primero que notó fue que había una pequeña fuente natural que soltaba agua como si fuera un pequeño geiser. May se quedó quieta mirando esa rareza natural hasta que sus ojos se posaron sobre una silueta que se encontraba al borde de la fuente. Era el origen de la canción. Tenía una apariencia humana y tenía algo que a May le sonaba conocido. Adelantó unos pasos para que la luz la ayudase a ver de quien se trataba. Pero se encontraba de espaldas a ella y no podía ver su rostro. May no tenía más opción.
May: ¿Disculpa...?
La figura se da vuelta y mira a May. Entonces, sonríe.
?: ¡Hola May! Te estaba esperando.
May se quedó desconcertada por un momento.
May: ¿Quién eres tú y de que me conoces?
?: No te conozco de nada. Todavía. Y en cuanto a mi nombre...
Se levanta. May se da cuenta de que era bastante más alta que ella. Debía rondar los veintiuno o veintidós años. Una larga cabellera de color castaño le caía casi hasta las rodillas. Su rostro le era extrañamente familiar aunque no lograba distinguir de donde le sonaba.
?: Por ahora puedes llamarme Asu.
May: ¿Asu? ¿Qué tipo de nombre es ese?
Asu: El más adecuado para esta situación.
May: Es decir que ese no es tu verdadero nombre.
Asu: (ríe) ¡Acertaste!
May: No me dirás como te llamas en realidad ¿verdad?
Asu: Lo terminaras descubriendo por tu cuenta en un tiempo.
May suspira. Se da cuenta de que le sería imposible sacarle más información que eso.
May: Dijiste que estabas esperándome. ¿Qué quieres de mí? No tengo mucho tiempo.
Asu: Si lo que te preocupa es Ash entonces descuida. Te reunirás con el apenas terminemos nuestra charla.
May: (confundida) ¿Conoces a Ash?
Asu se lo piensa por un momento.
Asu: Se podría decir que sí. Es... complicado de explicar. Solo digamos que... nuestros caminos se cruzaran más pronto que tarde.
May: (aún más confundida) No entiendo nada.
Asu: ¿Ves? Si te lo explicara solo te enredaría más de lo que ya de por sí estas y se nos iría todo el día. Además, apenas salgas de aquí no recordaras nada de la conversación que mantengamos.
May: ¿De que sirve que me digas algo si de todas formas voy a olvidarlo?
Asu: Porque lo recordarás cuando sea el momento oportuno.
May: ¿Y cuando será ese momento?
Asu: (sonríe) Más pronto que tarde.
May comenzaba a impacientarse.
May: (un poco enojada) ¿Te estas burlando de mí?
Asu: (ríe) Perdón. Se que careces en lo absoluto de paciencia y solo quería divertirme un rato.
May: El hecho de que conozcas tantas cosas de mi me esta empezando a resultar algo... perturbador.
Asu: ¿A que sí? A mí me pasó lo mismo cuando me ocurrió algo similar hace algunos años. Pero no te preocupes, no es nada inusual. Te conozco muy bien May. Mucho más de lo que a ti te gustaría.
May: ¿Por ejemplo?
Asu: (sonríe) ¿Quieres que te diga exactamente todas tus medidas de arriba abajo?
May: Es imposible que las sepas.
Asu: Pruébame.
La sonrisa radiante de Asu por alguna razón le hacía parecer a May que ella sabía exactamente de que estaba hablando.
May: (roja) No... es necesario. Te creo.
Asu: ¿Así sin más? Esperaba divertirme mucho más con esto.
May: Perdón por no darte el gusto.
Asu: ¿Qué más da? La cuestión es que estamos hablando tantas pavadas que al final me olvidé que la razón por la que estoy aquí es para decirte un mensaje importante.
May: ¿De quién?
Asu: De nadie en particular. Estoy aquí por mi cuenta.
May: Muy bien. ¿Cuál es el mensaje?
Asu: Primero respóndeme una pregunta. ¿Sabes donde estas ahora?
May miró alrededor. La verdad es que no tenía ni idea de donde se encontraba. Solo sabía que estaba en alguna cueva en medio de ese bosque con niebla aunque, considerando el tamaño del bosque, podía ser cualquier sitio.
May: No tengo ni idea.
Asu: En ese caso tengo el honor de darte la bienvenida a la Cueva Ilusoria.
May: (confundida) ¿Cueva Ilusoria? ¿Que es eso?
Asu: Solo digamos que en esta cueva las ilusiones y las visiones son el pan de cada día.
May tardó unos segundos en darse cuenta de lo que Asu quería decirle. Cuando lo comprende, retrocede.
May: Eres un fantasma.
Asu: ¡Me ofende que me llames así! Detesto los fantasmas. Soy una visión. No es lo mismo.
May: No le encuentro la diferencia.
Asu: Un fantasma puede manifestarse cuando quiere. Las visiones solo aparecemos en ciertas situaciones especiales. Y esta es una de ellas.
May: Y ¿por qué estas aquí?
Asu: Para entregarte un mensaje. Estoy aquí por una razón, nada más. Cuando cumpla mi propósito desapareceré.
May: ¿No tienes miedo?
Asu: ¿A que? ¿A desaparecer? No. De todas formas, si todo sale bien, puede que me vuelva real.
May: (confundida) ¿Qué quieres decir?
Asu: Las visiones somos... algo que podría llegar a ser... en algún momento y si se dan determinadas circunstancias.
May: Es decir que... ¿puedes llegar a existir? ¿Podemos llegar a conocernos como personas?
Asu: Quizás si. Quizás no. Depende de muchas cosas. (sonríe) ¿Te gustaría conocerme?
May: Si. Creo que seríamos grandes amigas.
Asu: Eso ya se vera. Pero creo que ya nos hemos desviado demasiado del tema.
May: Si. Aunque estoy disfrutando con nuestra charla preferiría terminar con esto lo antes posible.
Asu: Cuando uno disfruta una conversación el tiempo pasa volando. Ven, siéntate.
May se siente en lo que parecía ser una silla natural de roca. No estaba muy cómoda que digamos pero izo lo posible para que la incomodidad la afectara lo menos posible. Entonces, miro a Asu con unos ojos que exigían respuestas.
Asu: Bien, es hora de hablar. May, ¿qué me dirías si te dijera que este mundo esta llegando a su fin?
May: ¿A su fin? ¿Qué quieres decir?
Asu: Dentro de poco tiempo sucederán acontecimientos que harán que los cimientos de este mundo corran el riesgo de caer. Toda la naturaleza perecerá, los pokemon igual, las grandes ciudades creadas por el hombre serán reducidas a cenizas y todos los seres humanos morirán irremediablemente.
El rostro de May reflejaba terror.
May: (aterrada) Pero... ¿¡no hay nada que podamos hacer!?
Asu: El enemigo de la Creación es demasiado poderoso para que lo enfrenten seres humanos cualquiera. (sonríe) Por suerte para todos, tú y Ash no son seres humanos cualesquiera.
May: Es decir que...
Asu: El destino del mundo, de los pokemon y de toda la raza humana descansan en sus manos. Sin presiones May.
May: (sarcástica) ¡Claro! ¿¡Cómo podría sentirme presionada!? ¡Lo único que ocurre es que ahora las vidas de todos dependen de nosotros!
Asu: (ríe) Sigue con esa actitud y no tendrán problemas. (seria) Ahora hablando en serio, deben tener mucho cuidado porque, al igual que ustedes, su enemigo es algo fuera de lo común.
May: ¿A quien nos enfrentamos?
Asu: Es un ser de oscuridad y maldad absoluta. Es un monstruo sin sentimientos, sin empatía y sin corazón. Es despiadado, cruel, inhumano e implacable. Aniquilará todo lo que se pongo en su camino si ustedes no lo detienen.
May se preocupaba cada vez más por las palabras de Asu. Ella nota eso y decide tranquilizarla.
Asu: Pero recuerda May que en toda sombra siempre hay algo de luz. En todo lo malo siempre hay algo bueno. Por muy fuerte que sea la oscuridad nunca podrá vencer a la luz. Y necesitamos que ustedes sean esa luz. Un brillante faro de esperanza que derrote al enemigo más antiguo del mundo.
May: ¿Tenemos elección?
Asu: Deben luchar. Tanto si les gusta como si no. Por los que vinieron antes, por los que ya están aquí... y por los que vendremos después. Todos confiamos en ustedes.
May: Es una gran carga la que estas poniendo en nuestros hombros.
Asu: (asiente) Pero es algo necesario. Llegado el momento lo entenderás. Una cosa más... May... ten muchísimo cuidado.
May: ¿Por qué?
Asu: Porque correrás un gran peligro. No importa tanto en el caso de Ash pero tú eres la más vulnerable de los dos.
May: ¿Qué quieres decir que no importa el caso de Ash?
Asu se lo piensa por un momento.
Asu: El tiene... una condición especial de la que tú careces completamente. No puedo hablar mucho de eso, es información clasificada. De todas formas, prométeme que tendrás mucho cuidado
May: Lo tendré. Lo prometo.
Asu: Menos mal. Me sería imposible existir de verdad si te pasara algo grave.
May: ¿Qué quieres decir?
Asu: Que si llegan a fracasar todo se ira al traste.
A pesar de que May sentía algo de temor y mucha presión por lo que Asu le había dicho, tenía más determinación que otra cosa. Se levanta.
May: No fracasaremos. Venceremos a aquellos que ponen en peligro este mundo. Le haremos tanto daño que se los pensaran dos veces antes de volver a desafiarnos.
Asu: (ríe) ¡Con esa actitud ni la oscuridad se les resistirá! (seria) Hay otra cosa que deberías saber. Su peor adversario en esta lucha serán ustedes mismos.
May: (confundida) ¿Qué quieres decir?
Asu: Cuanto más te acercas a la luz May mayor será tu sombra. Pero si tienes un corazón fuerte podrás vencerla. Dicho esto, y considerando que te conozco bien, creo que eso no importará demasiado.
May: Me gustaría que me explicaras algo más pero se lo que me responderás. (imitando la voz de Asu) Lo entenderás más pronto que tarde.
Asu: (ríe) ¡Ya vas aprendiendo!
Asu también se levanta. Entonces, su cuerpo empieza a desvanecerse lentamente.
May: (alarmada) ¡ASU!
Asu: (sonríe) Ya he cumplido mi cometido. Ahora el resto depende de ustedes. Fue corto me alegra haberte conocido.
May: ¡Pero Asu...!
Asu: (niega con la cabeza) No te preocupes por mi May. Disfruta de los días que tengas con tu amado. Porque pronto vendrán tiempos muy duros. Además, recuerda que podremos vernos si triunfan. Y yo confío en su victoria. ¡Ánimo!
May: (sollozando) Asu...
Asu: No llores May. A Ash no le gusta verte llorar y a mi tampoco.
May da un paso hacia delante con el brazo extendido, como queriendo agarrar a Asu para que no se fuera.
Asu: Un último consejo... (sonríe) cuidado con el escalón.
Tanto la caverna como Asu desaparecen en un abrir y cerrar de ojos. May aparece en medio del bosque sin poder recordar como había llegado hasta allí. Mira hacia abajo y nota que tiene un pie sobresaliendo de un barranco. Empieza a perder el equilibrio y cualquier intento por recuperarlo resultó inútil. May cae y se empieza a deslizar por la pendiente lodosa hasta caer... justo encima de Ash. El repentino choque los toma a ambos por sorpresa y quedan tirados en el piso. Se levantan mientras intentan recuperarse del golpe. En un momento se miran y se reconocen. El primero en reaccionar fue Ash quien se arrojó hacia May para darle un gran abrazo y un beso en los labios. May correspondió ambos gestos. Permanecieron así varios minutos hasta que se separaron.
Ash: ¡May! ¡May! ¡Que alegría me da verte! ¡Pensé que te había perdido en la niebla!
May: También me alegra mucho verte Ash. Me sentía muy sola sin tenerte a mi lado. No se exactamente que pasó, de la nada me encontraba sola en el bosque y empecé a caminar sin rumbo hasta que caí por esa pendiente.
Pikachu y Torchic, que se habían quedado un poco atrás, se acercan a ellos. Torchic estalla de felicidad al ver a May y empieza a darle picotazos amistosos en la mejilla.
May: (ríe) Estoy muy feliz de que estés bien Torchic.
Ash y May se sientan en la hierba.
Ash: ¿Qué fue lo que ocurrió May? Desapareciste de la nada.
May: Ya te lo dije Ash, no se que pasó. Sinceramente ni siquiera recuerdo como llegué hasta el barranco. Solo me alegro de haberte encontrado.
Ash: A mi también me alegra eso. Y hay buenas noticias, estamos por salir del bosque.
May: ¿En serio?
Ash: (asiente) Solo hay que hacer unos pocos pasos más.
May: ¿Qué estamos esperando entonces?
Los dos se levantan y continúan caminando. Unos segundos más tarde ya habían salido del bosque y se encontraban en una gran llanura en la que soplaba un viento fresco pero agradable. Los pocos árboles que había allí tenían las hojas de tonos que variaban entre el marrón, el dorado y el amarillo. Ash y May se acomodan a la sombra de uno de estos árboles. Sacan algunas hojas, montan la tienda, prenden un fuego y se sientan enfrente de este. Se abrazan para asegurarse de estar lo más cerca que pueden, todo lo físicamente posible.
May: Ash, ¿cuánto tiempo estuvimos separados?
Ash: No mucho. Quizás diez o quince minutos. Pero fueron los diez o quince minutos más preocupantes de toda mi vida.
May: ¿En serio?
Ash: (asiente) No sabía que te había pasado o si estabas bien. Podría haberte ocurrido cualquier cosa. Estaba dispuesto a seguir explorando ese bosque hasta encontrarte.
May: Ash...
Ash: (sonríe) Por suerte no hizo falta porque al final caíste encima mío.
May: (ríe) Perdón por eso.
Ash: No pasa nada. Lo importante es que estas bien y estamos de vuelta juntos.
May: Si. Estoy algo cansada la verdad. Cenemos algo rápido y vamos a dormir.
Ash: Buena idea.
Pasan la noche a la sombra del árbol, esperando continuar su viaje al día siguiente.
Continuará...

Dos corazones por Hoenn (ADVANCESHIPPING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora