Capítulo 56: "Una última batalla"

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A la mañana siguiente, May despierta primera. No era sorprendente. Ash había estado la noche anterior entrenando hasta muy tarde y se había cansado mucho. Pero, debido a uno de los favores que May le debía a Ash, ella estaba atrapada debajo de el. No era algo que le molestara precisamente. Podía escuchar o, mejor dicho, sentir los latidos de Ash a través de las finas ropas que separaban sus cuerpos. Lo que resultaba extraño de la situación era que, a pesar de que Ash estaba dormido, sus pulsaciones estaban perfectamente sincronizadas. Un latido de May, un latido de Ash. Había momentos en que la propia pareja se sorprendía de lo mucho que coordinaban. Pero a ese punto era algo habitual. May no era capaz de escapar sin despertar a Ash. Tampoco es que quisiera realmente escapar. Era muy temprano, aún faltaban unas cuantas horas hasta que empezara su concurso.

May: (pensando) Nuestro concurso.

May no pudo evitar sonreír al pensar eso. Era la primera vez que Ash participaría de forma activa en una de sus presentaciones. Hasta ahora lo máximo que fue capaz de hacer era de darle consejos y tranquilizarla cuando se tensaba. Pero hoy estaría allí, junto a ella, bailando sobre hielo. A pesar de estar pensando profundamente, May se estaba aburriendo. No podía esperar a que Ash despertara pero tampoco quería despertarlo porque le gustaba verlo dormir, con esa cara de niño pequeño que pone cuando sueña. Por lo que decide hacer algo para entretenerse. De alguna forma logra liberar sus manos y lo que hace es meterlas bajo la ropa de Ash. Empieza a tocar el torso de su novio, recordando de memoria cada cicatriz que allí se encontraba. Todas hechas protegiéndola. Eso era una de las cosas que más le gustaba de Ash. Que siempre la protegía y la cuidaba, sin importar lo que le ocurriese a el.

May: (pensando) Ash... en verdad eres el mejor novio que existe. Dudo que haya otro chico como tu. Y eres mío. Solo mío.

Mientras aún estaba pensando esto Ash empieza a despertarse lo que provoca que May detenga todos sus movimientos.

Ash: ¿Qué estas haciendo tan temprano May?

May: Buenos días a ti también. No podía moverme y estaba aburrida. Algo tenía que hacer.

Ash: Me has copiado la frase.

May: No del todo.

Ash: (suspiro) En fin, no importa. ¿Cómo has dormido? ¿Te he molestado?

May: He dormido muy bien. No has sido ninguna molestia. ¿Y tú?

Ash: Es como si hubiera dormido en una almohada gigante. Tu cuerpo es muy suave.

May: Lo tomaré como un cumplido. Ahora, ¿qué tal si vamos a comer?

Ash: Me gusta la idea.

Los dos se levantan y se visten. Sus pokemon seguían durmiendo.

May: ¿Deberíamos despertarlos?

Ash: No. Ellos siempre se quejan cuando los levantamos temprano. Ya bajaran cuando tengan hambre.

May: Tienes razón. Vamos.

La pareja baja hasta la recepción y se dirige al comedor del Centro Pokemon piden la comida y se sientan a esperarla.

Ash: A diferencia de otras veces no pareces nada nerviosa por este concurso.

May: Es porque se que te voy a tener a mi lado. Mis posibilidades de perder son menores a cero.

Ash: ¿Tanto confías en mí?

May: Por supuesto. (toma la mano de Ash) Se que lo haremos bien. Solo necesito creer en los hilos que nos unen. Aquellos que nos hacen ser una sola persona cuando nos lo proponemos. Si yo cometo un error se que tu estarás ahí para corregirlo.

Dos corazones por Hoenn (ADVANCESHIPPING)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora