16. Empapadas

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-Quizás me pongo la falda gris y negra, esa que es un poco corta... Y la camisa con escote... Si, es un buen conjunto si le añado los tacones de aguja.

No puedo dejar de mirar la cara de Alessa mientras me imagina.

Esta cena va a ser muuuy interesante.


En el restaurante

Observo fijamente a las tres lagartas, creía que me lo estaba imaginando pero ahora lo veo muy claro. ¡Se están contoneando para llamar la atención de Alessa! La miran fijamente, y sus escotes y minifaldas (si a eso se le puede llamar falda) llaman la atención del lugar.

¡Maldita sea! ¿Por qué no pueden dejarnos en paz? ¿Y porque siempre nos encontramos con chicas a las que les gustan las chicas? Me ignoran completamente, como si no existiera. Miran fijamente a Alessa. ¡Iros! ¡Iros! ¡Iros!

Algo agarra mi mandíbula y me obliga a girar la cabeza.

-¿Qué te tiene tan intrigada?- Mira hacia las chicas.

-No, no, no...- Trato de detenerla ero Alessa gira la cabeza igualmente.

Las chicas sueltan un gritito de placer y, ahora sí, todo el restaurante las mira. Sacan en móvil y se ponen a sacarle fotos a MI MUJER. Alessa me mira con una ceja levantada y sonríe. Mierda, ¿no lo he dicho en alto verdad?

-"Eso".- Dice señalándolas con el pulgar.- No merece tu atención. ¿A quién vas a hacer mas caso, a esas tres babosas o a tu mujer?

Me sonrojo.

-¿Qué clase de pregunta estúpida es esa?

Alessa sonríe y se levanta.

-Ven.- Me tiende la mano.

Torpemente salgo de la mesa y agarro su mano. Las chicas se emocionan cada vez más a medida que nos aceramos. Actúan como si no me viesen. Miro hacia abajo. Por supuesto, soy visible. Llegamos hasta ellas y Alessa les sonríe.

Espera. ¿Qué? ¿Por qué? Frunzo el ceño y no me doy cuenta cuando nos detenemos delante de ellas. Alessa me planta el beso más intenso que jamás haya sentido, y eso hace que me despierte. Observo las caras de malestar que las chicas ponen y eso me da valor para besarla aun más. Ella me acerca la cintura y disfruto cuando oigo como las chicas bufan y se van.

Cuando nos separamos, las personas del restaurante sonríen y algunos tratan de ocultar las risistas. Un hombre se levanta con una copa en la mano.

-Esa es una buena novia, sí señor.- La gente asiente con la cabeza.

-E-En realidad...- Digo sin darme cuenta. Todos se callan para oírme y me avergüenzo al darme cuenta de ello. Ya no puedo echarme atrás...- E-Es mi esposa.

El restaurante se llena de vítores y Alessa sonríe mientras me acaricia la espalda.


Caminamos hacia la habitación. Alessa se detiene antes de subir al ascensor.

-¿Nos damos un chapuzón?

-¿Ahora?

-No creo que nadie vigile la piscina climatizada. A demás... tiene luces.- Dice mirando mi minifalda. La levanto un poco y ella incluso deja de caminar.

-Si quieres verme...- Alessa asiente cuando la subo un poco mas.- ¡Tendrás que pillarme!

Digo y salgo corriendo. Alessa es rápida, muy rápida. Pero de alguna manera consigo llegar antes que ella. Me las arreglo para quitarme la falda y los zapatos. Justo cuando entra le tiro la falda y salto al agua llevando solamente las medias y la camisa con gran escote. Se le queda en la cabeza. Cuando saco la cabeza del agua, veo como la agarra y la huele mientras me mira fijamente. Me muerdo el labio y dejo las medias que me acabo de quitar en el borde para tentarla más.

Ella se quita los zapatos y deja caer mi falda. Se acerca y se sienta en el borde. Agarro de la tela de sus pantalones rotos y me impulso hacia arriba para besarla. Ella rápidamente aprovecha mi impulso y me sienta en su regazo. Estoy completamente empapada y siento sus manos por todas partes.

No puedo dejar de besarla. Le rodeo la cintura con las piernas y me inclino hacia atrás. Caemos al agua por el peso. Seguimos besándonos un poco más bajo el agua pero pronto nos quedamos sin aire. Reímos un poco cuando salimos y yo trato de salir del agua. Subo al borde y cuando estoy en una posición a cuatro patas en el borde Alessa me agarra.

-¿A dónde te crees que vas? Es hora de tu castigo.

-¿Eh?... ¡Ah!- Me tenso cuando noto como aparta mi empapada braga y pasa su legua por mi zona intima.

-A-Alessa...

-¿Vas a rogarme?- Habla contra mi piel y su aliento me cosquillea demasiado en mi zona intima. Ella me ataca de nuevo, sin darme tregua y a medida que gimo más alto ella absorbe y mueve la lengua más rápido. Sin piedad. Apoyo la cabeza contra el frio suelo mientras gimo y siento como el orgasmo me recorre.

Alessa me besa la entrepierna y de repente noto como introduce un par de dedos.

-Pequeña, el castigo llega ahora.

Antes de que pueda decir algo Alessa me embiste fuertemente, empujando hasta el fondo y moviendo los dedos en mi interior. Me acaricia por dentro mientras su pulgar mueve mi clítoris. El calor se extiende por todo mi cuerpo. Cada vez quiero más, muevo la cadera y ella me penetra aun mas rápido y con fuerza haciéndome gemir alto de nuevo. Noto como el orgasmo se arremolina en mi interior y justo cuando voy a recibirlo Alessa para.

Me mete bajo el agua y apoya mi espalda contra su pecho. Mantiene mi cuerpo pegado al suyo. Yo le suplico por mas. Acaricia mi estomago con sus uñas y desliza la mano más abajo, donde vuelve a mover mi clítoris pero esta vez me tortura sin introducir ningún dedo. Le rodeo el cuello y me dejo completamente expuesta a ella.

Miro hacia arriba, hacia ella y veo en sus ojos como no puede contenerse. En ese momento se lo que tengo que hacer para que me de lo que quiero.

-Alessa...- Digo. Mi voz suena excitada y no necesito rogarle para que introduzca un par de dedos. La beso manteniendo mis manos aun en su cuello y ella aprovecha para jugar con mi pecho con su mano libre.

Ella sube el ritmo y me acaricia con las dos manos. Una me penetra sin piedad y la otra me acaricia el clítoris aun más rápido que la anterior. Incluso su lengua se mueve rápida en mí. Me corro gritando fuertemente. Me quedo sin energía por todos los orgasmos y Alessa me agarra antes de que me hunda.

-Perdona.- Me dice acercándome a ella.- No he podido resistirme.

-No quería que te resistieras...


En la habitación

Alessa me deja suavemente en la cama. No sé si alguien nos ha visto subir empapadas pero tampoco me importa. Me seca con una toalla delicadamente y se coloca junto a mí. Me relaja oír su corazón bombear y mientras le acaricio el pecho desnudo ella me seca en pelo muy delicadamente con la toalla.

-Te amo.- Musito. Ella se detiene.- Me casaría una y mil veces contigo.

Ella me abraza y caigo rendida ante el sueño.

¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora