14. Benidorm

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Cuando la miro, a ella también le falta el aire. Saca el hielo y... ¡¿Se lo mete a la boca?!

-¿Qué...? ¿Acabas de...?

-Hmmm.... Salado. Soy más de dulce pero no está nada mal. Eres mi chuche salada favorita.

Me sonrojo de manera horrible. Alessa ríe. Yo me tumbo sobre ella y le rodeo el cuello. Ella acaricia la parte baja de mi espalda.

-Tu cuerpo es mío...- Le digo.

-Solo tuyo.

-Tú eres mía.

-Para tu use y disfrute.

-... Te amo.

Ella no contesta esta vez, solo me abraza y me mantiene ahí un rato hasta que noto algo húmedo en el cuello. Apurada me alejo de ella para ver qué ocurre.

-Alessa...

-L-lo siento.- Dice quitándose las lagrimas rápidamente. - Es que todavía no me lo creo... Nunca pensé que podría ser tan feliz...

Va a quitarse otra lágrima pero no le dejo. Agarro su mano y le beso la lágrima. Le acaricio el pelo para que se tranquilice. Tiene las mejillas un poco rojas y los ojos acuosos.

-Solo tú me completas.- Le digo.

-Tú también... Eres la pieza que me faltaba. Sin ti ya no soy nada.

Inclino mi cabeza para besarla, con Alessa me he dado cuenta que la mejor manera de demostrarle que estoy aquí es a través de besos.

-Siento haber fastidiado la noche así...- Dice temerosa de mirarme, sus ojos parecen arrepentidos.

-¿Así como? Tú nunca fastidias nada, solo la mejoras.

Le acaricio hasta que se tranquiliza y se queda profundamente dormida.

-Te amo.- Le susurro y le dejo un beso en los labios antes de colocarme en su pecho y taparnos a ambas.


A la mañana siguiente

Completamente relajada abro los ojos y me encuentro sobre Alessa. Ella duerme plácidamente. Es tan guapa... Y es solo mía. No me canso de pensarlo. Me levanto, cuidadosa de no moverla y taparla para que no se enfrié. Me fijo en el papel que hay en la mesa. Es la oferta de los desayunos, y en el pone los que son gratis para nuestra habitación. Guau, esta habitación debe de ser muy cara... Miro a Alessa, nunca podre pagarle todo que hace por mi... Cojo el teléfono y pido dos desayunos.

Cuando voy a meterme a la ducha, tocan la puerta con el desayuno. Vaya, que rápidos. Me pongo una bata para recibirles, es el mismo que nos enseño nuestra habitación. Me sorprendo al ver el carrito, creía que solo aparecían en las películas. Dejo que meta el carro en la habitación. Le acompaño hasta la puerta, él me hace una pequeña reverencia y se va completamente sonriente. Vaya, iba a darle su propina...

Alessa se revuelve y una sonrisa aparece en mi cara. Me asomo a verla. Mueve una mano por la cama, después mueve la otra. Creo que me está buscando... De repente se levanta bruscamente y mira la cama. Rio y ella fija su mirada en mí.

-¿Que creías? ¿Que había salido corriendo?- Digo riendo.

-Oye no te burles de mi.- Dice con una sonrisa. Parpadeo y ella está frente a mí. No recordaba lo rápida que podía llegar a ser. - Ya sabes que no puedo estar sin ti.

Me besa y desabrocha mi bata.

-¿Pedimos algo para...? Creo que te has adelantado. - Fija su vista en el carrito. Sonrió.

¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora