3. Lenguaje de signos

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-Lo quiero.- No me interesa lo que valga. Lo quiero. La tarjeta pasa sin problemas y el dependiente me entrega mi pequeño tesoro. La tienda entera me está mirando pero no me interesa. Cierro la pequeña cajita de terciopelo. Ahora falta el siguiente paso. Declararme. Eso no va a ser tan fácil...


Narra Sara

-Pareces una yonki con mono.- Me dice Vero.

-¿Qué?

-Deja de mirar a todas partes, no la han secuestrado. Vendrá cuando acabe de... Hacer lo que tenga que hacer.

Suspiro.

-¿Tan desesperada parezco?

-Vamos a por chocolate. Batidos de chocolate, la solución a todos tus problemas.

-No quiero engordar.

-Sara. -Dice acercándose a mi.- Voy a golpearte.

-Lo dudo.- Unos brazos familiares me rodean el estomago y su voz cálida susurra junto a mi oído.

-¿Alessa tu quieres un batido de chocolate? - Pregunta Vero sonriendo. Alessa asiente enérgicamente.

-Con nata.- Les digo cuando se alejan a comprarlo.

-¿No decías que no querías?

-Me refiero al de Alessa.- Le saco la lengua y ella entrecierra los ojos.

-¿No vas a querer, pequeña?- Dice sentándome en su regazo.

-Daré un sorbito al tuyo.

-Todos los que quieras.- Dice besándome la cabeza.

Yo le rasco la cabeza y veo como se estira para que yo llegue mejor. Hace sonidos parecidos al ronroneo. Rio un poco, en carnavales la voy a vestir de gato. Vero nos trae nuestras bebidas y a mí me pone un gofre se nutella delante.

-Si te quejas me lo pagas.-Me dice, yo hago como que cierro la cremallera de la boca.

No tardó en darle un buen mordisco y dar envidia a Alessa, al final compartimos batido y gofre. Cuando ella esta mordiendo veo como la nutella derretida se va a caer por un costado y muerdo al mismo tiempo que ella. Entonces un flash nos ciega.

-¡Sí!- Dice Joshua. Nos muestra la foto, estamos las dos mordiendo el gofre con la cara llena de chocolate y mirándonos a los ojos.

-Pásamela.- Ordena Alessa. Instantáneamente su móvil pita y ella sonríe.

Alessa me rodea la cadera y me acerca más a ella. Yo acomodo la cabeza en su clavícula. Noto su corazón a mil.

-¿Qué ocurre?- Susurro.- ¿Porque estas tan nerviosa?

Noto como se tensa cuando lo digo. Qué raro. ¿Qué le ocurre?

-Eres tu.- Me susurra al oído.- Tu presencia me afecta más de lo que crees.

Le acaricio la mano y la cara antes de besarla suavemente. Ella me devuelve el beso muy delicadamente, lo que hace que quiera más de ella. Entonces alguien, probablemente Vero, me da una patada. Sorprendida, me separo y observo los labios de Alessa con anhelo. Que le den a Vero. Entonces su móvil suena.

-Oh no, no, noooo.

-¿Qué ocurre?

-¡Le había dicho a mi madre que iba a estar en casa a esta hora! ¡Mierda, mierda! Lo siento chicos adiooos.- Grita mientras ella y Dani se van corriendo.

-Chicos, ¿a qué universidad vais a ir?

Mark y Joshua parpadean y se miran.

-Pues... No sé. Nunca lo había pensado.- Dice Joshua. Mark asiente.

-¿En serio? Pero si acabamos el año que viene.

-Sí, pero no estamos acostumbrados a pensar en nuestro futuro. Simplemente lidiar con el presente.

Asiento.

-¿Y tú, pequeña? ¿Qué vas a estudiar?

-M-Me gustaría ir por medicina... Sé que soy mala en los estudios pero realmente me gustaría hacer neurología.

-¡Woa! ¡Apuntas alto! ¡Bien hecho!- Joshua pone la mano para chocar los cinco.

-Vas a ser una neuróloga excepcional, ya lo veras.

Todos asienten. Sonrió y les doy las gracias a todos. Saber que me apoyan tanto me da fuerzas para ir a por ello.


Media hora después (En la calle)

Alessa y yo caminamos con las manos juntas y balanceándolas demasiado. De repente la calle se queda en total silencio y todos se arremolinan en una esquina.

-¿Que habrá pasado?

-No sé, vamos a mirar.

En cuanto nos acercamos veo el cuerpo de un niño de unos doce años tirado en el suelo, tiene los ojos abiertos pero está completamente inmóvil. Su madre pide ayuda a su lado, gritando y llorando del estrés y la impotencia. Alessa se abre paso y le toma el pulso. Se inclina hacia el y de repente le rasga la camiseta y pone ambas manos en su pecho para reanimarlo.

-Sara llama al 112, pide una ambulancia y que te digas la localización de un DEA.

Asiento y con las manos temblorosas llamo. Me atienden rápidamente.

-Dicen que están trayendo el DEA.- Me inclino hacia el pequeño.- ¿Te ayudo?

Alessa asiente.

- Inclinarme la cabeza para que pueda respirar.

La madre solloza completamente inmóvil. Acaricia la mano de su hijo. Entonces un hombre grita y aparece con un aparato cuadrado en la mano. Alessa lo agarra rápidamente se lo coloca en el pecho. Pulso un botón y el aparato dice algo.

-Alejate Sara, no lo toques.

Le suelto la cabeza y me alejo un poco. Cuando Alessa comprueba que nadie lo está tocando toca de nuevo el botón y el cuerpo del niño tiembla por la descarga eléctrica.

Abre los ojos sorprendido e intenta levantarse pero Alessa le detiene.

-¡Erik!- La madre grita su nombre y le acaricia el pelo.

Alessa le pregunta un par de cosas pero él no responde. Entonces el niño levanta las manos y hace signos con ellos. Alessa se pone a hacer signos con las manos también. Entonces lo entiendo, el niño es sordo.

La ambulancia no tarda en llegar y nos toman declaración a todos. El niño se encuentra bien así que solamente lo llevaran al hospital para saber porque se le ha parado el corazón. La madre le da las gracias una y otra vez, insistiendo en darle dinero, pero Alessa lo rechaza.

Entonces saca un papel y le dice algo a Alessa que no oigo, ella me mira y lo acepta. Miro a Alessa extrañada pero orgullosa, ella puede matar pero también puede devolver la vida. Cuando la ambulancia se va, las luces le dan en la cara. Se gira hacia mí.

-Bueno... Bien está lo que bien acaba.

-A acabado bien gracias a ti.- La atraigo hacia mi.- Eres una caja de sorpresas. Así que sabes lenguaje de signos...

-Se muchas cosas que te sorprenderían, pequeña.- Llena sus pulmones de aire y me mira fijamente.

-¿Qué?- Digo extrañada porque no deja de mirarme.

-Nada.- Niega con la cabeza y sonríe.- Solo te quiero demasiado.

Se sube a la moto.

-¿Vamos?

Asiento y me subo a la moto. No quiero ir a casa ya, pero podríamos hacer otro tipo de cosas... Sonrió y me aferro a ella cuando acelera. En casa... Podría utilizar la lencería nueva...

¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora