25. ¡¡Alessa!!

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-Tu corona, princesa.- Me dice Karen colocándome una pequeña corona. Es más pesada de lo normal. Espera... ¡Es de verdad!-Es nuestro regalo de bodas.- Me susurra al oído. Antes de que pueda agradecérselo la otra gemela, Clara, me agarra de la mano.- ¿Quieres que te enseñemos el jardín? Es súper bonito.

Marco agarra la mano de su hermana Melanie y señala fuera.

-Marco también quiere ir.

-Vale, vamos si queréis.- Las niñas me llevan afuera y me enseñan todas la flores que hay.

-¿Ves esa fuente?- Me dice una de las gemelas, no se cual es cual. La niña señala una fuente de tres pisos. Cada piso más pequeño que el anterior.- Si dejas una moneda en el piso de arriba tendrás un deseo cumplido.- Me dice.

Rebusco en mi bolsillo hasta que encuentro un par de monedas. Le doy una a cada uno.

-¿Probamos?- Les digo.

-¡Yo primera!- Dice una gemela.

-¡Siempre eres tú la primera!

-No es verdad.

-¿Qué os parece si Marco la lanza primero?- Les digo antes de que se enfaden. Las niñas se miran y asienten. Cojo a Marco y lo mantengo sobre el borde de la fuente. Marco lanza fuerte y sorprendentemente mete la moneda en el último piso. Las niñas gritan y aplauden y Marco me abraza fuerte.

-Marco siempre de abrazos cuando está feliz.

-¡Ahora yo!

-¡Yo también quiero!

-¿Y si tiramos las tres a la vez?- Les digo.

-¡Vale!- Dicen las dos a la vez.

Lanzamos al mismo tiempo, pero las monedas chocan entre si y ninguna entra al último piso.

-Oooooh.- Dicen.- Que mala suerte.

-Marco se ha llevado toda la suerte.

-Veo que os divertís con mi princesa.- Dice Alessa apareciendo de repente y cogiéndome de la cintura. Nino y Karen aparecen también.

-¡Hemos lanzado monedas a la fuente!

-¡Pero no hemos metido!

-¡Marco tiene un deseo para pedir porque el sí que la ha metido!-Dicen la niñas apresuradamente.

-¿Habéis jugado sin mi?- Dice Alessa fingiendo enfadarse.

-Ha sido sin querer, tú estabas con papa y mama.-Dicen.- Pero no lo vas a conseguir es muy difícil.

-Seguro que lo consigo.

-Yo digo que no.

-¿Cuánto apostamos a que puedo meter la moneda con los ojos cerrados?

-¡Alaaa! ¡Eso es imposible! ¡Es súper difícil!

Alessa saca una moneda, mira la fuente y cierra los ojos. Yo le coloco las manos sobre los ojos.

-Para que no hagas trampas.- Noto como sonríe. Pone la moneda sobre su pulgar y la lanza hacia arriba. La moneda cae en el último piso.

-¡Alaaaaa! ¡No es justo!

-¿Cómo lo has hecho?

-¿Qué deseo has pedido?

-No puedo decirlo.- Dice Alessa, girando la cabeza y sonriéndome. Me acaricia la espalda.- No se cumpliría el deseo.


Horas más tarde

-El sexo ha sido increíble.- Le digo mientras le acaricio el pecho.- Y la cena también.

¡Ámame Como Yo Te Amo! ¡3! - ¡Chica Mala Vs. Niña Buena!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora